El teatro en acción de José Carlos Plaza
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Su extensa trayectoria como director y actor es un recorrido por lo más inquieto, las épocas que marcan la renovación de nuestra escenaEscrito en primera persona, como memorias, 'Haz: otra mirada a la vida desde el escenario' recorre la trayectoria profesional del director y actor español José Carlos Plaza. En tono de conversación, de lectura cómoda, ilustrado con documentos fotográficos, anécdotas jugosas y opiniones juiciosas, con respingos ... informales de los que advierte coloquialmente 'ya hablaremos luego de esto', organiza los materiales por tiempos y a la vez por temas, pues la extensa trayectoria vital del protagonista une el azar de la carrera de Derecho, que fue el peaje familiar impuesto a su entrega al teatro universitario que quedaba más a mano, dentro de una lógica de intereses vocacionales muy definidos primero como actor, luego director de un centenar de obras y varias óperas y siempre como generador de iniciativas e impulsor en muchos campos de la escena que ha merecido tres Premios Nacionales y decenas de galardones más, entre ellos el Maite, el del festival de Almagro, el Fotogramas... Notas a pie de página completan con precisión hechos y datos en un libro en el que se indica que ha participado Rocío Westendorp.
Las tres primeras líneas del libro son un recuerdo de circunstancias: «¡Estás loco!», la frase con que su madre zanjó la confesión adolescente de que quería ser actor y dedicarse al teatro, para rematar: «Y no se te ocurra mencionárselo a tu padre». El teatro era algo entre extravagante o pintoresco y, en el fondo, «un estercolero de vicios y vidas disolutas»; y escribe además «siempre me ha encantado esa palabra» para explayarse por fin en lo que supuso su osadía en una familia virtuosa y de orden.
El texto recuerda el proyecto del Teatro Experimental Independiente TEI en la órbita del teatro independiente, la creación del Pequeño Teatro, el Teatro Estable Castellano TEC, el cambio social tras la muerte de Franco y el final del TEI, su fascinación por la ópera, la dirección del Centro Dramático Nacional entre 1989 y 1994 y del festival clásico de Mérida, en capítulos que son hitos de una carrera ascendente capaz de colmar ilusión y ambiciones. Hay también referencias extensas a personas y equipos que le marcaron especialmente: a William Layton, en cuyo Laboratorio se inició, y a Miguel Narros, ambos maestros y mentores que introdujeron el Método como inexplorada escuela internacional de intérpretes. Cita por extenso a Ana Belén, Concha Velasco y Berta Riaza, sus actrices. Y a Josefina Molina como amiga de opinión influyente, y al grupo donostiarra Orain, la compañía en la que dirigió un montaje de 'Divinas palabras' de Valle Inclán, texto al que luego volvería varias veces «sin olvidar nunca», dice, las 'Divinas palabras' de Orain'.
La biografía de José Carlos Plaza es paralela y ejemplifica por ello lo más inquieto del nuevo teatro español de la segunda mitad del siglo XX y lo que va del XXI. Nombres de personalidades nacionales e internacionales, grupos, títulos de obras, escenarios y ciudades con que el autor se relacionó. Su trayectoria vital es la trayectoria de aquel teatro, y la nómina de quienes estuvieron y están cerca de Plaza, la nómina de lo más granado de tres o cuatro generaciones de creativos. Una galería coral.
En el libro se suceden con claridad las grandes épocas que marcan la renovación de nuestra escena. El movimiento del teatro independiente y el Festival Cero de 1970 que cercenó la censura, la voluntad de estudio y consolidación de lo que era una técnica más allá del voluntarismo un tanto diletante de la época, la consolidación de los locales públicos o privados, de compañías estables, y la quimérica lucha por la profesionalización de los recién llegados a un oficio en el que muchos veteranos sobrevivían a duras penas y con riesgo, hasta el abordaje de los teatros de mercado en busca de un teatro de rigor en un repertorio de compromiso e implicación social en que él mismo confiesa haber militado en otro apartado.
En la portada del libro un par de frases sin desperdicio -«Haz. Otra mirada a la vida desde el escenario»- anuncian el contenido. «Otra mirada» porque hay cierta morriña por lo efímero de un arte que ha movido a más grandes nombres a escribir o dictar experiencias: Mari Carrillo, Fernán Gómez, Ana Mariscal, Concha Velasco, Núria Espert… Luego «la vida desde el escenario», porque por la escena pasa la vida y en el escenario está al alcance un mirador privilegiado. Y por fin el primer señuelo «Haz», hermética palabra que, como este mismo libro, puede ser «compendio» o «gavilla» pero también el «haz» imperativo del «hacer», porque el teatro ha de ser acción para existir, además de acción ante un público que «verá» lo que son ideas escritas, y es acción en la esforzada tarea de quienes a él se dedican. Y era la orden de sus maestros: ¡haz!
Dicho y hecho: José Carlos Plaza.
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