El sentido común de George Edward Moore

Profesor en Cambridge ·
Se cumplen 150 años del nacimiento de uno de los grandes representantes de la filosofía analítica

Daniel Reboredo

Sábado, 4 de noviembre 2023, 00:02

Desde que, a finales del siglo XIX, el profesor de la Universidad de Jena Gottlob Frege sembró las primeras semillas de la lógica actual, han pasado muchos años durante los cuales la tradición de la filosofía analítica, aquella que aboga por desentrañar los problemas mediante ... la precisión en el uso del lenguaje, el análisis riguroso de los conceptos y la clarificación de los argumentos, se ha consolidado e impactado en campos como la filosofía del lenguaje, la de la mente, la ética y la epistemología. Tanto él como sus sucesores consideraban que todos los problemas filosóficos son problemas lingüísticos, es decir, vinculados a nuestra ignorancia de las complejidades del lenguaje en que los planteamos o a los defectos del mismo.

La filosofía analítica sufrió muchos ataques, en cuanto que «filosofía del lenguaje ordinario», acusándola de practicar el culto al uso corriente del lenguaje, en perjuicio de los lenguajes técnicos, y reprochando que se ocupara de manera infecunda del sentido de las palabras en vez de buscar el sentido de las cosas y de la realidad. Críticas todas ellas erróneas porque no se desinteresa de los lenguajes técnicos ni rehúye los problemas fácticos. Tampoco considera el sentido común y el lenguaje ordinario como la panacea ante todos los problemas planteados por la filosofía.

La filosofía analítica inglesa se desarrolló en dos centros neurálgicos del país, Cambridge y Oxford. Más movimiento que escuela, entre los analistas (no todos ingleses, pero sí de lengua inglesa) no se da un corpus unitario de doctrinas y a menudo no existe acuerdo sobre los resultados obtenidos. En cambio, lo que sí tienen en común es una especie de oficio, una mentalidad, un tipo de trabajo que se ejerce sobre la lengua para ver cómo funciona el lenguaje. El propósito consiste, entre otras cosas, en que el mundo, para cuya interpretación utilizamos el lenguaje, resulte cada vez más claro para nosotros y lo conozcamos con mayor profundidad.

De estilo claro y prudente y enfoque metódico, está considerado «el filósofo de los filósofos»

En el 150 aniversario del nacimiento de uno de sus más importantes representantes, George Edward Moore, es ineludible destacar su aportación a dicho movimiento filosófico. Profesor en Cambridge, tenemos que relacionarlo con los nombres más prestigiosos de esta corriente de pensamiento en dicha universidad, Bertrand Russell y Ludwig Wittgenstein. Su filosofía se centra en el rechazo del idealismo ('El rechazo del idealismo', 1903) y en la defensa de la verdad del sentido común ('Defensa del sentido común', 1925). En su filosofía de la ética ('Principia Ethica', 1903) luchó contra la «falacia naturalista», según la cual el bien es una cualidad observable, y defendió lo que más tarde constituiría una de las corrientes más influyentes de la metaética analítica: el 'intuicionismo', es decir, la noción de indefinibilidad del bien. Al contrario de lo que pensaban otros miembros de la corriente filosófica (Ambrose, Lazerowitz, Malcolm, etc.), no defendió la intangibilidad del lenguaje ordinario, sino la verdad propia del sentido común.

Mediante su 'intuicionismo', Moore se presenta como el refutador de toda la ética naturalista, esto es, de toda ética que, tomando el bien como una propiedad de las cosas naturales, comete lo que él denomina «falacia naturalista». El pensador inglés considera que muchas de las confusiones padecidas por los filósofos se originan en el hecho de que éstos tratan de ofrecer respuestas antes de haber analizado las preguntas a las que responden y así lo manifiesta utilizando un estilo de escritura claro y prudente y un enfoque metódico y paciente de los problemas filosóficos. Por todo ello Moore está considerado como el «filósofo de los filósofos», el que enseñó a hacer filosofía analítica.