
Remar en dulce de leche
El latido cultural ·
'Nada' es una mordaz serie de Mariano Cohn y Gastón Duprat sobre un insufrible dandi que es crítico gastronómicoSecciones
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El latido cultural ·
'Nada' es una mordaz serie de Mariano Cohn y Gastón Duprat sobre un insufrible dandi que es crítico gastronómicoQue los directores y guionistas argentinos Mariano Cohn y Gastón Duprat merecían que se les prestara atención quedó de manifiesto ya en su primera película ... que alcanzó notoriedad. 'El hombre de al lado' (2009) es una hilarante y malévola comedia (el humor que esgrime la pareja es de una mala leche modélica), con desenlace de tinte negro, sobre el enfrentamiento de dos vecinos antagónicos: un diseñador pijo y pretencioso hasta la náusea y un tipo vulgar, simpático y avasallador. El pijo habita en una casa de Le Corbusier de la que se jacta y cuida como su más apreciado tesoro, y el patán invasivo se empeña en hacer una ventana en una pared medianera «para atrapar un rayito de sol» (el extraordinario Daniel Aráoz, que mete miedo; qué buenísimos son los buenos actores y actrices argentinos). Y surge el conflicto que crece hasta el paroxismo. Consiguieron el éxito con la que me parece su mejor película hasta la fecha: 'El ciudadano ilustre' (2016). Parte de un presupuesto que ya es una humorada en sí mismo, el de un Premio Nobel de Literatura argentino. Daniel Mantovani (espléndido Óscar Martínez) acepta un viaje a Argentina para recibir un homenaje en su pueblo natal, un villorrio surrealista con una fauna de paisanos impagable. Mantovani comprueba pronto que ese reencuentro con sus podridas raíces es un error de graves consecuencias, aunque con un provechoso resultado posterior. Sin embargo, su más reciente largometraje, 'Competencia oficial' (2021), me pareció fallido. El esperpento de tono grotesco se va de las manos incurriendo en lo ridículo que pretende satirizar.
Cohn y Duprat firman también dos series notables (ambas se pueden ver en Disney Plus). La primera, 'El encargado' (2022), cuya segunda temporada se estrenará pronto y estoy deseando ver, cuenta las andanzas y afanes de supervivencia en el puesto de Eliseo, un portero de finca urbana en un barrio de alto nivel económico (La Recoleta de Buenos Aires). Encarna a Eliseo otro de esos prodigiosos actores veteranos, Guillermo Francella. Uno de los méritos de Cohn y Duprat es su acierto en la elección de intérpretes idóneos para las necesidades de cada rol. La serie es el retrato de un gran personaje lleno de claroscuros: Eliseo es el encargado perfecto que se desvive en los detalles de atención a los vecinos y ejerce de servicial hasta más allá de sus deberes. Tras esa fachada se oculta un controlador y un pícaro, con rasgos de psicópata, que se saca unos pesos de todo lo imaginable, sea legal o no. El mezquino vecindario es un buen compendio de lo peor de la clase pudiente porteña y la némesis que Eliseo tiene que doblegar a cualquier precio, incluido ser un canalla y un tramposo para salvar su propio culo acusando a un inocente.
Y la otra, de reciente estreno, es 'Nada'. La primera virtud de esta serie es su brevedad: cinco capítulos de media hora ('El encargado' también es llevable, con once de la misma duración), y la segunda es, como en la del arribista portero, el retrato del personaje protagonista. Manuel Tamayo Prats, servido a la perfección por Luis Brandoni, es un ajado dandi medio ridículo (como les gusta decir a los argentinos) que todavía es un influyente crítico gastronómico de los que puede encumbrar con elogios o hundir con una mala reseña un restaurante; lo cual brinda en la serie, apoyada en muy buenos diálogos, brillantes momentos de comedia. Al mismo tiempo, Tamayo Prats es un inútil egoísta para las servidumbres de la vida cotidiana, que le resuelve de modo exhaustivo una entregada ama de llaves, que lo atiende desde hace mil años con paciencia bíblica, se muere de repente y lo deja sumido en la desorientación y la inoperancia. Por la aparición de una chica paraguaya que será la sucesora de la finada, el insoportable crítico irá humanizándose en parte. De hecho, en mi opinión, la única debilidad del desarrollo de la historia es, cerca del desenlace, cuando Manuel tiene una reacción de poco creíble buenismo en un momento en que se juega mucho profesionalmente.
Cada episodio, con el lujo de estar presentado por Robert De Niro, tiene su título y algunos son frases hechas. 'Comerse un garrón' (carne mala sobre la pezuña), por soportar algo desagradable, o 'Remar en dulce de leche', como dificultosa resolución de un asunto trabajoso; mover los remos en tan denso manjar no ha de ser fácil. Les recomiendo 'Nada' y casi todo lo de Cohn y Duprat.
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