Vocación y militancia

La estabilidad permitía vivir del oficio, programar, contactar con un público objetivo. A la vez con la estabilidad calibraban progresos, aprendían, no valía un teatro silvestre 'de aquella manera'. Y combinaban activismo y cultura. En ello está desde 2013 el Teatro del Barrio en un marco social tan heterogéneo como ávido: el barrio madrileño de Lavapiés.

¿Sus temas?, lo desatendido en el teatro de mercado. La historia ('Ruz.Bárcenas', 'El Rey'); lo privado frente a lo comunal ('Autorretrato de un joven capitalista español'); lo cotidiano, la familia, el grupo ('Lo normal', 'Contra Ana'); patriarcado, feminismo, género ('No solo duelen los golpes', 'Malas', 'Las piscinas de la Barceloneta'); y más: partidismos, poder y justicia, con un teatro de agitación, de experimento e innovación.

Por la sala del Barrio han pasado Núria Espert, José Sacrístán, Juan Margallo, José Sanchis Sinisterra, Andrés Lima, Juan Cavestany…, avales de altura y padrinazgos morales. El jurado del Nacional 2024 alude en el BOE al compromiso social de los creativos del Barrio tras advertir de que no valen 'obras creadas por inteligencia artificial'. No necesitaban decirlo. En los muchos espectáculos que nos han llegado buscaron lo popular y directo, artesanía, alegría comunitaria.

A celebrarlo.