Pablo Milanés y Silvio Rodríguez, máximos exponentes de la Nueva Trova, durante un concierto a principios de los 80. El Correo
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Nueva Trova, año cero

«Canción protesta» en Cuba ·

Un libro reconstruye el primer concierto conjunto de Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Noel Nicola en 1968

Sábado, 21 de septiembre 2024, 00:32

Corría el año 2017 en Cuba. Patricia Ballote trabajaba en los recién creados Estudios Ojalá, una iniciativa de Silvio Rodríguez ubicada en los confines de El Vedado habanero. Un comentario casi trivial del cantautor puso a la estudiante de Gestión y Preservación del Patrimonio en ... alerta: «Dijo que estaría bien hacer un libro sobre aquel primer concierto de 1968, del que se iban a cumplir 50 años, y yo, como fan de Silvio desde la adolescencia, silviófila empedernida, como yo digo, mordí el anzuelo». Y esta estudiante curtida en la investigación académica empezó a indagar en múltiples frentes, como lo haría el detective Mario Conde de las novelas de Leonardo Padura en las infinitas calles y recovecos de La Habana.

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Los primeros pasos fueron desalentadores: aquel primer concierto en La Casa de las Américas apenas había dejado rastro; ni un audio radiofónico, ni un vídeo televisivo, tan solo unas líneas testimoniales en la prensa de la época. Y eso que por entonces Silvio Rodríguez protagonizaba su propio programa de televisión, 'Mientras tanto', y Pablo Milanés llevaba ya unos cuantos años cantando filin, cruce romántico cubano entre bolero y crooners surgido en Centro Habana en los años 40. Ante tal páramo documental, Silvio y Patricia comenzaron a elaborar una lista de quienes estuvieron o probablemente llegaron a estar. Optaron, pues, por el factor humano, como haría Graham Greene. «Aquella lista me acompañó todos los meses y se terminó partiendo en cuatro trozos de papel, que todavía conservo», recuerda la autora. Y así surgieron la forma y el fondo: «Me interesa el relato de los protagonistas, de los trovadores, pero también el de las personas que asistieron». De ahí nacen los tres apartados del libro: el contexto sociocultural y político de 1968, el concierto según sus protagonistas y los recuerdos y opiniones de los asistentes.

Sintonía. Concierto de Aute, Teddy Bautista, Serrat, Sivio Rodríguez y Pablo Milanés en Madrid. Luis Alonso

Aunque el movimiento de la Nueva Trova cobró carácter oficial en 1972, con sus estatutos y sus centros musicales repartidos por toda la isla, Patricia Ballote emplea el término «nueva trova» en minúsculas para referirse a ese primer concierto casi olvidado ocurrido cuatro años antes. El título del libro, 'La Habana, día de un año' (Editorial Ojalá, 2023) es un guiño a Silvio, unas líneas de la canción 'Qué se puede hacer con el amor', de 1978; el subtítulo, 'A más de medio siglo de una nueva trova', marca la importancia de aquel concierto como germen, como conjunción de artistas diversos que representan a la primera generación de jóvenes que no ha luchado en la Revolución, en Sierra Maestra o en el asalto al cuartel de Moncada; jóvenes de pelo largo y mujeres de faldas más cortas que encuentran su voz en los nuevos artistas.

El concierto se celebró un lunes, el 19 de febrero de 1968, con entrada libre, bajo el epígrafe de 'Descarga musical del Centro de la Canción Protesta'; Pablo Milanés, Noel Nicola y Silvio Rodríguez decidieron el repertorio el mismo día. El recinto fue la sala Che Guevara en el tercer piso de La Casa de las Américas, en El Vedado. Casi nadie recuerda la lista exacta de canciones; el concepto de «protesta» en la Cuba revolucionaria resultaba ambiguo y poco tenía que ver con lo que se hacía en Estados Unidos, con sus críticas al sistema (racismo, Vietnam, derechos civiles), o en Chile, Uruguay, Argentina o España, frente a la dictadura. Pero de aquel concepto llegaron a salir dos epés compartidos.

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La Casa de las Américas. Noel Nicola, durante su actuación en febrero de 1968. Archivo de Prensa Latina

Detrás de aquella iniciativa estaba la incansable Haydée Santamaría, guerrillera y política, hija de emigrantes españoles, participante en el asalto al Cuartel Moncada, quien tras pasar por la cárcel fundó el Movimiento 26 de Julio, liderado por el propio Fidel Castro. Su hermano Abel, también participante en la fallida operación, fue detenido y fusilado. En él se inspira 'Canción del elegido', que Silvio grabó en 1969 para ese segundo epé de La Casa de las Américas, '26 de Julio: Los Nuevos Héroes'; además, Pablo Milanés llamará a su hija Haydée como reconocimiento personal. Esta impetuosa mujer dirigió La Casa, que pretendía el intercambio cultural y musical con la escena latinoamericana, desde sus inicios en 1959 hasta su muerte en 1980, desencantada con el rumbo que había tomado la Revolución.

Cuando terminaron de cantar, nadie se iba. E invitaron a otros trovadores a salir al escenario

Era una generación joven con otra manera de hablar de lo cotidiano, del amor y del país

«No tenemos más canciones»

El espartano escenario acoge un gran póster con el dibujo de una rosa y sus espinas y seis carteles más pequeños con ese mismo logo y las palabras 'Canción protesta' en mayúsculas. Sobre la tarima tres cubos a modo de asiento, un único micrófono y tres trovadores que se alternan con sus guitarras. En poco más de una hora habían terminado con sus «canciones protesta», pero el público quería más. Silvio, Noel y Pablo saludaron varias veces y se retiraron, pero nadie se iba. Los espectadores ocupaban todos los asientos, el suelo de los laterales, parte de los pasillos. Según recuerda Vicente Feliú, inesperado protagonista, «Silvio dijo, más o menos: no tenemos más canciones. Si quieren empezamos de nuevo con las mismas o invitamos a tres trovadores conocidos que están en el público. Y allí subimos a compartir con ellos tres Martín Rojas […], Eduardo Ramos […] y yo, que a la sazón tendría unas pocas canciones». Fue la respuesta generacional de la juventud revolucionaria con una nueva manera de hablar de lo cotidiano, del amor, del país… Como dice Leo Brower, asistente a la histórica cita, guitarrista y ya entonces director de orquesta, «ellos tres influenciaron tanto a la juventud que, en vez de jugar a la pelota [así se denomina al béisbol en Cuba], los jóvenes tomaron en sus manos una guitarra. Ahí nació la nueva trova».

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El libro aporta, además, un inesperado y sorprendente material. La autora no dejó «archivo fotográfico sin consultar en La Habana» y logró recuperar fotos inéditas de la revista 'Cuba', ya desaparecida. «Ahí encontré unas 38 fotos de ese día. En el libro aparece una docena de ellas». La identificación de varios asistentes posibilitó incorporar nuevos testimonios. El anónimo fotógrafo decidió también tomar imágenes del público, lo que revela otra sorpresa: varios de los identificados, ahora en diferentes puestos de la cultura cubana, no recuerdan haber asistido al encuentro de Silvio, Noel y Pablo. Tras el revuelo ocasionado por el concierto, en la prensa se referían a esta escena emergente como 'Canción joven' o 'Nueva Canción'; en los primeros meses de 1969 se les citaba ya como «trovadores», un guiño al legendario Sindo Garay y a Pepe Sánchez, la tradición puesta al día. De aquellos seis protagonistas originales solo queda Silvio, quien a sus 78 años sigue grabando y actuando. Pero esa es otra historia, asere, ya tú sabes.

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