Novela erótica y romántica

Todo lo que ocurre en la novela coral 'Un lunes cualquiera', que no es poco, sucede desde las 7:30 de un lunes hasta las 7:30 del martes. Agustín Faro Forteza hace un relato pormenorizado de las existencias de todo su elenco de personajes y poco a poco vamos viendo cómo se entremezclan e interaccionan entre sí de forma erótica o dramática, o las dos a la vez. Las escenas de sexo entre parejas que no lo son pero se quieren, que no lo quieren ser pero se avienen, o que llegan a un acuerdo de intercambio de favores, se intercalan con la crítica comprometida al contexto social provocado por la crisis económica: suicidios por desahucios, abuelos estafados por las preferentes, mujeres abocadas a la prostitución, políticos corruptos, padres de familia desesperados que acaban robando… Y, entre desgracia y miseria, una liga, unos pechos bien amasados, una embestida, dos orgasmos, y una hora final que sorprende por lo que da de sí un día mortal.

Este novelón de Lucía de Vicente no ha ganado el premio VIII Vergara El Rincón de la Novela Romántica por azar. Está tan bien amalgamado que te quita el sueño, literalmente. Todo el nudo gira en torno a los trámites de adopción de un niño enfermo y abandonado por su madre biológica por parte del director de la Fundación que tiene su custodia y, de repente, por la informática de la Fundación, que le dona su médula para que se recupere y desea fervientemente ser su madre legal. En paralelo discurre la relación entre ellos, que se tienen una intensa manía hasta que dejan de tenérsela porque la tensión sexual entre ellos se corta con cuchillo y tenedor. A todo eso se suma una investigación policial de un caso de pederastia y prevaricación que va a sumar dificultades al proceso de adopción y a la relación amorosa entre los protagonistas. De todos es sabido que las dificultades añaden más fuego a la pasión, que es una irreductible hoguera.

No es habitual que una mujer se desnude literaria y metafóricamente como lo hizo Anaïs Nin. Ni en los años 30 cuando comenzó a escribir sus diarios con una libertad pasmosa para la época, ni siquiera ahora, cuando cada vez resulta más complicado encontrar una novela erótica verdaderamente sincera y profunda. Ella lo es, incluso en los fragmentos de su serie 'Incesto', donde no se corta en la descripción de la relación incestuosa con su padre, no en vano fueron censurados hasta que murieron todos los que se podían dar por aludidos. No menos son los relatos de su diario 'Fuego' (1934-1937), situados entre París y Nueva York. La relación con Henry Miller es sin duda la más inspiradora de toda su prolija obra literaria, muy probablemente rozó la enajenación mental pero sin él no habría escrito ni la mitad. Aunque por otro lado pudiera contar sus aventuras con sus psicoanalistas y con otros amantes variopintos o sus escarceos lésbicos, claro.

'Algún día no es un día de la semana' rompe con la novela romántica -tal y como se venía entendiendo en los últimos años- perfilando un personaje que no lo es. La protagonista es una mujer normal, con dos niños adoptados, con buenas amigas a las que les pasan cosas profesional y sentimentalmente complementarias a lo que le pasa a ella misma y con amigos gays que le llenan la parte masculina que no quiere que le llenen los hetero-tarados a los que suele atraer. Más allá de su trabajo de oficina, Sofía empieza a escribir un blog sobre las típicas paranoias femeninas y esas movidas que les suceden con los hombres a las mujeres adultas de hoy en día, con tal éxito que le proponen escribir un libro, y justamente en la ciudad de su vida: Nueva York. El viaje geográfico y literario le sienta tan bien que la novela acaba con un final feliz inesperado, el que deberían tener todas las historias de desencuentros amorosos, eróticos o egocéntricos.

'A corazón abierto' te deja con el corazón encogido de tanta humanidad. Qué magistral es Anna Gavalda con los relatos que le brotan de la imaginación hasta hacerla realidad. Sus personajes son tú, yo y todos nuestros compañeros. Es imposible no sentirse identificado con alguno de ellos y quererles, querer que de cada relato la autora despliegue una novela para llegar hasta el final de sus vidas. La de la joven que ya ha perdido toda esperanza en el amor, la de la viuda alcohólica que acaba siendo una maestra para la mujer perfecta y deshonrada... La existencia del camionero salvado por el amor a un perro y su mujer depresiva. El padre que confía en la bondad de su hijo ante su mayor travesura y es él quien aprende la lección, el hombre que se aviene a trasegar comida basura como acto de amor del más puro, el amigo insensible y apático que padece la muerte de su único amigo y el joven dj venido a menos que de repente se ve venido a más.

Es difícil clasificar esta espléndida novela que Angelika Schrobsdorff publicó en 1961 como romántica o erótica porque la vida de la protagonista, una joven egocéntrica que se aprovecha de su irresistible atractivo, es un continuo trasiego de historias de amor y desamor con hombres a los que vuelve locos con frialdad para que la ayuden a huir de la miseria, del nazismo, del comunismo y del sufrimiento en general. Ella misma rezuma erotismo y sensualidad, pero no hay ni una descripción explícita de sus escarceos sexuales con las víctimas de su inenarrable capacidad de seducción. Aunque también se enamora de algunos de ellos, normalmente de los más inconvenientes, e, indefectiblemente, acaba cansándose de todos ellos cuando ya no les necesita o tiene un sustituto que la salve de su hastío y su desgracia. He aquí un clásico de la literatura del siglo XX por el retrato de la época, de la protagonista y de todos los personajes que la circundan.

Se agradece una novela histórica y que a la par se atreve con los mundos paralelos de la física cuántica porque mete a una protagonista actual llamada Elisa que vive en Oropesa del Mar en la historia de otra mujer del s.XVI, arrastrándote a ti en sus profusas descripciones con ellas. Cuando digo profusas, quiero decir con calificativos para dar y tomar, pero que sin duda te van a permitir hacerte una idea del paisaje y del contexto histórico, de la vida en la Corte y sus intrigas... Y del trato a moriscos como la protagonista Isabet, que, para vengarse del novio que la planta por una noble castellana, tiene la magnífica idea de aliarse con unos piratas berberiscos: el tiro le sale por la culata y acaba secuestrada para ser vendida en Árgel como esclava. Pero la gracia radica en que la casualidad llevará a Elisa a verse a sí misma, en pleno siglo XXI, en su propia aventura de piratas, riesgo, misterio y, por supuesto, pasión, ¡que no falte!