Borrar
La dolorosa verdad. La escritora canadiense MiriamToews. carol loewen
Miriam Toews, el peso de la religión
El personaje

Miriam Toews, el peso de la religión

En 'Ellas hablan' da voz a las mujeres de una comunidad menonita de Bolivia, que fueron objeto de agresiones sexuales que quedaron sin castigo

Viernes, 17 de abril 2020, 18:48

En Manitoba, una de las diez provincias de Canadá, la densidad de población es de poco más de dos personas por kilómetro cuadrado: 2,2. Casi nada, o casi nadie. Algunas de esas personas viven en comunidades menonitas, es decir, son seguidoras de las doctrinas del sacerdote Menno Simons, que vivió en el siglo XVI. De hecho, se pueden encontrar comunidades grandes y que no viven aisladas, al contrario de lo que se suele pensar, en Manitoba. En la de Canadá, se entiende. Porque hay muchas otras Manitobas, que es el nombre de algunas comunidades menonitas dispersas por toda América. Una de ellas está en Bolivia. Y hace entre diez y quince años, fue el 'escenario' de una serie de agresiones sexuales contra las mujeres menonitas cometidas por sus familiares y vecinos. Algunos hombres las drogaban durante la cena, y ellas no despertaban hasta el día siguiente. Doloridas. Sangrantes. Les dijeron que sería cosa de su imaginación de mujeres histéricas; o como mucho, y esto por supuesto debía de ser culpa de cada una de ellas, del diablo. Eran violaciones sistemáticas contra las que en teoría la Justicia de los hombres no debía hacer nada. Ellas tenían que perdonar para poder seguir viviendo allí, con ellos.

Aquellas menonitas de la Manitoba de Bolivia no se le iban de la cabeza a la escritora de origen menonita, del pueblo de Steinbach de la provincia canadiense de Manitoba, Miriam Toews. Descubrió la historia en 2009, cuando se hizo pública, y sintió que había que contarla. El juicio se celebró en 2011, y ella seguía con la idea de reflejar en la ficción esas barbaridades y, por encima de todas, la de la absoluta falta de libertad de estas mujeres que vivían apartadas del mundo del siglo XXI y hasta del mundo del siglo XX. 'Ellas hablan' (Sexto piso), es su particular respuesta a la historia, y se nutre de su conocimiento del tema.

Toews se crio en una comunidad de este tipo. Aunque sus normas nunca fueron tan estrictas ni la negación de la realidad de fuera de sus granjas tan fuerte, el margen de acción estaba restringido y ella quiso estudiar y ser escritora y voló pronto, a los 18 años.

Primeras noticias

Viviría primero en Winnipeg, donde se casó y tuvo hijos muy joven, y casi al mismo tiempo que se oían las primeras noticias de la comunidad menonita boliviana estaba mudándose, divorciada, a Toronto para que su hija se formara en... Stand-Up Comedy. Parece un largo camino, desde sus padres tradicionalistas hasta esa hija comediante. El caso es que, aunque a veces se sienta una traidora, ha logrado publicar un buen número de novelas -con la cuestión de la pequeña sociedad cerrada muy presente- y debutado en el cine, como actriz, en 2007. El papel, el de mujer menonita en 'Luz silenciosa', del mexicano Carlos Reygadas.

Esta autora (nacida en 1964) tuvo que dialogar mucho con su propio pasado para ser libre. Es de suponer que, como las protagonistas de su libro, negoció mucho con las palabras: qué es ser persona, qué mujer, qué animal; qué es Dios y qué su Palabra; qué es la libertad y qué la seguridad, y por qué no pueden darse juntas -actualidad toda la de esta pregunta, en cualquier Manitoba y aquí-; qué es el perdón y cómo puede ser dañino; por qué pensar, aprender, discutir, si se es mujer, ofende a los hombres y a Dios... Así, reflexionando a su manera -sin teorías, sin grandes discursos, son todas analfabetas-, estas mujeres intentan dar a luz un nuevo orden, un mundo nuevo. Uno en el que no sean bestias de carga que no tienen derecho a nada.

'Ellas hablan' fue el octavo libro de Toews. Justo antes se le cruzó otro, 'All my Puny Sorrows', que ganó o fue candidato a unos cuantos premios. Aquel respondía a otra realidad difícil: su hermana se tiró a las vías del tren en 2010, justo como su padre había hecho una década antes. Antes de lidiar con el dolor de las menonitas bolivianas, lidió con el suyo. En castellano se puede leer también 'Una bondad complicada' (Anagrama), que en su país fue distinguida con galardones como el Governor General Award, el Margaret Lawrence Award y el Premio al Mejor libro del año otorgado por los libreros canadienses. También ha escrito ya sus memoria, 'Low, a Life'.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Miriam Toews, el peso de la religión