Urgente Grandes retenciones en la A-8, el Txorierri y la Avanzada por la avería de un camión
Exposición de Néstor Basterretxea en el Museo de Bellas Artes de Bilbao. Museo de Bellas Artes de Bilbao
Opinión

Cimiento de la modernidad

Miguel Zugaza

Director del Museo de Bellas Artes de Bilbao

Sábado, 4 de mayo 2024, 00:11

Su fecunda creatividad puede ser uno de los rasgos característicos del polifacético artista Néstor Basterretxea. En el Museo de Bellas Artes de Bilbao celebramos el centenario de su nacimiento con una exposición sobre su trabajo en el diseño de muebles y arquitectura. Aquí comparecen todos ... los Basterretxea posibles en una experiencia integral del arte donde observamos cómo se encuentran de forma natural la pintura, la escultura, el cine, la arquitectura, los diseños gráficos e industriales, sostenidos por un mismo pulso creativo.

Publicidad

Otra clave de su personalidad artística fue la búsqueda constante de una nueva identidad formal moderna conectada íntimamente con la identidad cultural vasca. La extraordinaria 'Serie Cosmogónica Vasca', donada a nuestro museo por el propio artista, puede ser el mejor testimonio de esa conexión entre los tiempos distantes del arte, entre el pasado y su futuro. Una insistente «búsqueda del comienzo» que, como decía Octavio Paz, requiere no pocas veces de la fuerza de la comunidad, como fue el caso de la experiencia colectiva del grupo Gaur, de la que Néstor fue uno de sus principales catalizadores.

El último aspecto que me gustaría subrayar de Néstor Basterretxea fue, sin duda, su vocación cosmopolita. La azarosa historia contemporánea le colocó pronto en una perspectiva internacional, la del exilio latinoamericano. De hecho, su carrera comienza en Buenos Aires, debatiéndose entre el trabajo de publicista y su interés frustrado por la arquitectura. Y, aunque su hábitat creativo se afincó, a partir de los años 50, definitivamente en el País Vasco, Néstor y su obra no han dejado de actuar como conectores con las formas de lo moderno más internacionales. Una vez más, el diseño y la arquitectura testimonian ese cosmopolitismo y la propia localización de su casa -junto a Oteiza- en Irun y en la misma muga no deja de ser un auténtico emblema de esa vocación transfronteriza.

Colocados en este punto del camino, quiero concluir reclamando ese lugar, esa casa de artistas, como un auténtico santuario contemporáneo de todas las formas y disciplinas de la creación, de la integración de las artes, auténtica divisa de Basterretxea. La recuperación rigurosa de esa ruina moderna coincidiendo con el centenario del artista puede llegar a ser el mejor reconocimiento a su fecunda y originalísima trayectoria, verdadero cimiento de la modernidad en el País Vasco.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad