Jirafas en el Apocalipsis

Ese era el escenario planteado por 'The Last of Us', el juego de Naughty Dog para PlayStation 3 publicado prácticamente a la vez que estallaba su pandemia en la ficción. Después de 20 de millones de unidades vendidas, infinidad de premios, una edición remasterizada y siete largos años de espera, su ansiada secuela al fin ha visto la luz en PlayStation 4. Si el título original cautivó no fue por su trillada premisa postapocalíptica, sino por centrar la historia en dos personajes humanos y creíbles: Joel y Ellie. Él, un curtido contrabandista de vuelta de todo tras el asesinato de su única hija a manos de un soldado cuando comenzó el estallido. Ella, una adolescente huérfana y nacida en ese oscuro mundo que ha sido mordida recientemente por un infectado, pero a quien parece no afectarle el hongo. Ellie podría ser la solución a la pandemia, así que Joel acepta a regañadientes custodiarla hasta un lugar para que otro grupo se haga cargo de ella y traten de crear una vacuna a partir de su organismo.

'The Last of Us' supuso un punto de inflexión en una industria poblada de fantasías de poder masculinas que glorifican la violencia y donde los personajes suelen ser meros avatares vacíos para que los jugadores se proyecten en ellos. Se trató de un ejercicio de madurez de su estudio y del siguiente paso evolutivo tras la saga 'Uncharted', donde manejábamos a un cazatesoros chistoso que saltaba por catacumbas y despachaba enemigos con facilidad basado en Indiana Jones y Lara Croft. Para su proyecto más ambicioso y personal se inspiraron en el cine de zombis de George A. Romero, con la ambientación de 'Hijos de los hombres' (Alfonso Cuarón, 2006) y el tono intimista de la novela 'La Carretera' (Cormac McCarthy, 2006). También cogieron ideas de 'Ico', un emotivo juego de culto creado por Sony en 2001 que inicialmente no gozó del éxito que merecía, donde un niño con cuernos y una niña misteriosa deben escapar juntos de una fortaleza en la que son prisioneros. Con todos esos ingredientes, sus autores crearon un título original y fresco con gran énfasis en la narrativa, gracias a dos protagonistas memorables, unos antihéroes solitarios que se ven obligados a acometer una misión peligrosa porque nadie más puede llevarla a cabo. El cinismo de Joel choca con la dulzura de Ellie, que poco a poco va endureciendo su carácter para sobrevivir en un mundo hostil repleto de zombis, soldados y delincuentes capaces de reventarte la cabeza con una palanca para saquear tu cadáver y conseguir algo que llevarse a la boca.

Ahí radica la fuerza del juego y lo aleja de muchos imitadores que se quedaron en la superficie. El vínculo emocional que se establece entre la pareja deviene en relación paternofilial. El sentimiento de protección que adquirimos al manejar a Joel y ver a Ellie en apuros, los momentos puntuales en que ella nos salva el pellejo o las escenas de calma donde la acción nos da un respiro y exploramos una casa abandonada mientras la niña busca en las estanterías algún cómic que llevarse para el duro camino que les espera nos hacen empatizar con ambos. Los diálogos tienen una gran naturalidad y ofrecen sencillas pinceladas de los dos personajes, que se van abriendo y uniendo al contarse experiencias pasadas que les han empujado a tan aciaga situación. Incluso en un mundo destruido, sucio y devorado por la naturaleza pueden emerger notas de color, como en una de las secuencias más icónicas: Ellie se topa con una jirafa, un animal desconocido para ella, que se acerca a comer hierba de un edificio semiderruido donde se ellos encuentran. Ambos se aproximan y la acarician; un pequeño canto de esperanza que subraya uno de los temas de la obra: la vida se abre camino, para bien o para mal.

'The Last of Us' sigue empleando muchas de las convenciones del medio, como su innecesariamente amplio arsenal de armas, pero la violencia cruda que nos obligan a emplear para sobrevivir resulta en todo momento incómoda y a veces podemos evitarla para avanzar sin que nos descubran. La expansión 'Left Behind' ahondó en ese camino al mostrarnos un tierno 'flashback' de Ellie en un centro comercial vacío con una amiga, donde luchan contra infectados mientras juegan con las atracciones desiertas como las niñas que realmente son. Para aumentar aún más el estilo cinematográfico del juego, la banda sonora del compositor argentino Gustavo Santaolalla (ganador del Oscar por 'Brokeback Mountain' y 'Babel') imprime ritmo a través de la percusión, mientras sus rasgueos de guitarra subrayan el tono melancólico del relato.

Tras un desarrollo complicado y varios retrasos, el último debido al coronavirus, 'The Last of Us 2' al fin ha llegado a las tiendas. Han pasado cinco años en el mundo del juego y ahora controlamos a Ellie, que ya tiene 19. La contundencia del redondo final de la primera entrega hizo que muchos torciéramos el gesto cuando anunciaron la secuela, pero los 'trailers' y la información desvelada dejan claro que estamos ante otro salto hacia delante de sus autores. Han declarado que si su anterior trabajo se centraba en el amor, este lo hará en el odio. El pasado marzo confirmaron que habrá una adaptación del primer juego a televisión en HBO, con el creador del mismo y el 'showrunner' de 'Chernobyl', una serie con la que también comparte ciertos elementos visuales y temáticos. Este parece ser el cierre definitivo a la saga y promete no dejar indiferente a nadie.