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Un día con Ernest Lluch

Un día con Ernest Lluch

Coincidimos en 1998 durante un viaje a Bilbao, ambos colaborábamos en este periódico. No hablamos de la independencia de Cataluña, que por esos días no era el Tema

J. Ernesto Ayala-Dip

Viernes, 14 de marzo 2025, 13:28

En el verano de 1998, asistí a la inauguración de las nuevas rotativas de EL CORREO. Una vez en el aeropuerto de Barcelona, enfilo la ... zona de embarque y veo en la cola al exministro de Sanidad, Ernest Lluch, que también colaboraba en el periódico. Llego a la escalerilla del avión y veo que Lluch está justamente delante de mí. Simultáneamente percibo algo que subraya mi natural inquietud a la hora de montarme en esos pájaros de acero. «¡Vaya, un avión de hélices!», exclamé sin disimulo. Entonces Lluch inició una teoría que completó en el avión, razón por la cual nos sentamos juntos. «Con los aviones a hélice no hay que preocuparse», dijo como si le urgiera tranquilizarme. El hecho de no tener las pesadas turbinas lo hace más ligero, cosa que le permitiría planear si surgiera algún problema. Asentí y vislumbré mi futuro inmediato con mucho más sosiego. A la llegada a Bilbao, me pidió que le repitiera mi apellido. A partir de ese instante y hasta el regreso no dejó de llamarme Ayala. Yo decidí llamarle ministro. No nos tuteamos.

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