«Todo intérprete debería dedicar parte de su carrera a buscar otras músicas»
Rubén Fernández Aguirre | Pianista ·
Publica un álbum con canciones de Felipe Pedrell, diez de ellas nunca antes grabadas, junto al barítono Joan Martín-RoyoRubén Fernández Aguirre (Barakaldo, 1974) se ha adentrado en el universo de Felipe Pedrell, el gran maestro de Albéniz, Granados, Turina y Falla, que sin ... embargo es poco conocido en su faceta de compositor. Junto al barítono Joan Martín-Royo, ha publicado 'Pedrell songs' (sello IBS Classical), una colección de 24 canciones que se articula en torno al ciclo 'La primavera', sobre poemas de Francesc Matheu, precedido por una selección de canciones en castellano, francés e italiano a partir de textos de Victor Hugo, Théophile Gautier y Pietro Metastasio, entre otros.
- ¿Cómo se interesó por la figura del Pedrell compositor?
- Al grabar la integral de canciones de Granados tuve que investigar y vi lo importante que había sido Pedrell en su vida, como en la de Falla, Albéniz, Gerhard y otros. Me cuesta entender cómo podía haber sido tan esencial en sus facetas de maestro y musicólogo, también era crítico, y en cambio tan poco conocido como compositor.
- ¿Hace cuántos años de eso?
- Eso fue hace unos diez años. Luego vi que 'La primavera' es un ciclo a semejanza de 'Amor de poeta' de Schumann. Es el primer ciclo de lied catalán. Con todo ello, pensé que Joan Martín-Royo, que tiene formación alemana y francesa, era el cantante idóneo. Empezamos a introducir 'La primavera' en algunos conciertos y tirando del hilo descubrimos dos libros de canciones sobre textos de Victor Hugo y Théophile Gautier. El resto salió de búsquedas en bibliotecas hasta conformar un álbum que tiene las doce piezas de 'La primavera' más cuatro canciones españolas, cuatro francesas y cuatro italianas.
- ¿A qué cree que se debe ese menor interés por su obra?
- Él lo atribuía a que hacía muchas cosas y lo tenían catalogado por esas otras facetas. Pero pensaba que las futuras generaciones sí lo reconocerían. Por eso hemos querido rescatar su trabajo compositivo.
- De las 24 canciones del disco hay 10 grabadas por vez primera. ¿Es la aportación fundamental del álbum?
- Musicalmente lo más interesante es 'La primavera', que ya estaba grabada. Pero el cosmopolitismo de Pedrell se ve muy bien en esas canciones en otras lenguas a partir de textos de poetas de otros países.
- Antes esa tarea de buscar obras y rescatarlas las hacían los musicólogos. Cada vez más lo hacen intérpretes como usted. ¿A qué se debe?
- Una parte de mi carrera tiene que ver con el descubrimiento de estas cosas. Algo que se hace mucho en países como Francia, donde han explotado su música hasta el infinito. Rescatar e interpretar esas obras es fundamental para futuras generaciones de compositores. Y para defender esa música hay que hacer las mejores interpretaciones que sea posible. Además, es una forma de ensanchar el repertorio para barítono y piano.
- ¿Se trata solo de buscar nuevos repertorios?
- Es una elección personal. Todo intérprete debería dedicar una parte de su carrera a buscar otras músicas que puedan interesar. El disco supone que se pueda conocer a nivel internacional la música para voz y piano de Pedrell. Y a partir de ahí sería estupendo que grandes figuras la incorporaran a sus conciertos.
- La rentabilidad de estos esfuerzos no es muy alta. No es lo mismo buscar, preparar la obra y elegir un cantante para unos pocos conciertos que preparar un ciclo de canciones de Schubert, que puede interpretar muchas veces.
- Y además aquí es al revés de lo habitual. Normalmente se graba un disco y luego hay una gira de promoción con las obras del álbum. Me encantaría una gira por Europa y América con este programa, pero sé que no va a ser así. Lo que quiero es poner mi granito de arena.
- ¿Es consciente de que puede ser más apreciado por esta búsqueda que por su trabajo en un repertorio más convencional?
- Una faceta se relaciona con la otra. Llevo tiempo ya siendo el pianista de Javier Camarena, Sonya Yoncheva, Ermonela Jaho o Lisette Oropesa y para llegar ahí me ha ayudado mucho la otra faceta de mi trabajo. Para mí lo ideal es mezclar ambas. Solo de las piezas descubiertas no podría vivir. Pero solo del repertorio convencional no querría vivir.
- La publicación de un álbum así requiere de un patrocinio. En este caso ha sido la Generalitat catalana. ¿Quién gestiona eso, el sello discográfico o usted como promotor del proyecto?
- Pues a veces el sello y a veces los intérpretes. Y no es un trabajo fácil porque hay que presentar mucha documentación y luego hacer un seguimiento. Hay ocasiones en que incluso te exigen publicar el disco en el ejercicio y no siempre es sencillo. Gastas fuerzas y tiempo y a veces no sale. Pero es importante que en el futuro tu nombre esté vinculado a un proyecto así. Y está la emoción de descubrir el manuscrito, hacer una copia, llevarlo a tu casa, estudiarlo, interpretarlo por primera vez, grabarlo… Ese componente emocional es muy fuerte. No me da de comer pero me carga las pilas.
La voz adecuada
- ¿Cómo elige a los cantantes? En las grabaciones, de momento no ha repetido ninguno.
- Hay que buscar a la persona adecuada a cada proyecto. Tengo la suerte de conocer a muchos y me pasa como a los directores de cine cuando ven con claridad qué intérprete es el mejor para un papel. Estoy revisando la partitura y pienso en una voz concreta.
- Aunque ha trabajado con tenores y barítonos, en sus últimas grabaciones abundan más las voces femeninas. ¿Qué diferencia hay para un pianista entre hacerlo con un hombre o una mujer?
- La diferencia mayor es entre voces graves y agudas. Con una voz aguda juegas con sonidos del piano más graves, y si es con voces más graves debes mantener un equilibrio inverso.
- ¿Cuáles serán sus próximas indagaciones musicales?
- Haré la temporada próxima con Vanessa Goikoetxea el ciclo de canciones de Heine de Andrés Isasi. Tengo otro proyecto sobre Iradier, otro más sobre Lamote de Grignon y otro de Turina, en este caso con obras más conocidas.
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