
«Con instrumentos de época logras algo más esencial, más directo»
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Diez años después de su revolucionaria versión de 'Las cuatro estaciones' vuelve a la misma obra y hace que suene distintaSecciones
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Diez años después de su revolucionaria versión de 'Las cuatro estaciones' vuelve a la misma obra y hace que suene distintaEn 2012, Max Richter publicaba en DG 'Recomposed: Vivaldi-The Four Seasons'. Desde entonces, fragmentos de esta revisitación de la obra más conocida de Vivaldi ... han podido escucharse en otros formatos -el disco estuvo en lo más alto de las listas clásicas en 22 países y atesora cientos de millones de reproducciones en plataformas- y en muchas ficciones televisivas (como 'Los Bridgerton' y 'The Crown'). Porque Richter es un compositor con una gran proyección audiovisual. No contento con eso, vuelve sobre la misma partitura y ayer se puso a la venta 'The New Four Seasons Vivaldi Recomposed'. El sello, el mismo. Los colaboradores, muy diferentes, como los instrumentos utilizados.
- ¿Cuál es su relación con la obra?
- Para eso hay que ir a cuando era un niño pequeño. Mis padres tenían algunos discos de música clásica y entre ellos estaba 'Las cuatro estaciones'. Y cuando yo lo descubrí, me enamoré. Es una música perfecta para un chaval: esos movimientos cortos, las melodías bonitas, hay historias y hay casi imágenes, es muy descriptiva, así que me encantaba y la ponía todo el rato. Y luego, como adulto, tuve una perspectiva o una experiencia diferente: 'Las cuatro estaciones' estaba en todas partes, en los anuncios de la tele, en los tonos de los teléfonos. Se volvió un poco irritante. Tenía estos sentimientos encontrados con esta obra y quería tratar de resolverlo. Y así decidí explorar esas maravillas de melodías del paisaje, quizá no por los caminos que Vivaldi se propuso, pero sí por los que me ofrece a mí para encontrar más cosas en esta música. De eso va realmente 'Recomposed'.
- Encontró esos caminos hace diez años. ¿Y ahora otra vez?
- Me pasé diez años tocando esta pieza por todas partes, de maneras muy distintas, con colaboraciones diversas. Y creo que, ahora, lo que realmente me mueve es la oportunidad de interpretarla con instrumentos de época, utilizando cuerdas de tripa y antiguos sintetizadores para crear un sonido más descarnado. Hace diez años no parecía haber mucho interés en hacer algo así, por lo que grabamos con instrumentos modernos. Y fue maravilloso, estoy feliz con esa grabación, pero utilizar los instrumentos de la época, los que Vivaldi conoció y para los que se compuso la pieza, creo que le da algo especial al nuevo trabajo, algo único. Suena bien.
- Suena muy vibrante
- El sonido de este trabajo es tal vez más descarnado, un poco más dinámico, de una textura más áspera y creo que, cómo decirlo, emocionalmente más directo. Tiene que ver con los instrumentos de época, con las cuerdas de tripa y su reacción al ser tocadas, hay menos cosas, menos materiales, entre el ser humano y el sonido. Logras algo más esencial. Lo sientes más directamente, más emocionalmente.
- Para algo así, ¿hay que encontrar los socios correctos?
- Exactamente. Son la violinista Elena Urioste y la Chineke! Orchestra. Ya habíamos trabajado antes en alguna ocasión, y esta parecía una aventura bonita para continuar juntos. Algunos componentes de la orquesta habían interpretado música barroca y tocado instrumentos de época, otros no. Era algo nuevo para la formación. Y son un gran grupo de jóvenes músicos, con mucho talento. No teníamos director así que ha sido algo muy democrático. Y es muy satisfactorio ver cómo eso cambia la música. En esta grabación todo el mundo tiene una voz.
- Háblenos de la Chineke!, que es una orquesta diferente.
- Tiene una dimensión social, es un proyecto social además de uno musical: mayoritariamente músicos negros, una composición multiétnica, una formación que refleja la realidad actual. Es como traer el futuro aquí. No es algo que tengamos en la música clásica, por razones históricas.
- ¿Y sobre Elena Urioste?
- Es maravillosa. Es una violinista estadounidense pero vive en Reino Unido y tiene familiares por toda Europa, creo. Es una mente muy inquieta y una gran colaboradora. Interpreta la pieza con una energía fantástica, con espíritu, con pasión. Es todo lo que puedes querer para trabajar.
- Dice usted energía y vuelvo al sonido de este nuevo álbum.
- La tiene, mucha energía (risas). Es lo conseguimos especialmente de los instrumentos de época: que la música que está en los extremos, lo esté más. Lo que es tierno, suena más tierno. Y lo que está lleno de poder, de energía, es más poderoso, más enérgico.
- Van a dar varios conciertos, uno en Madrid. ¿Sonará diferente?
- El concierto es como un laboratorio, me encanta; un experimento en tiempo real: descubrir una pieza en vivo con la orquesta y el público. Es algo que pasa una sola vez así, es único. Es lo especial de la música en vivo.
- Su música se ha utilizado en muchísimas películas y series. ¿Eso sí es ser popular?
- Cuando se utiliza una partitura ya compuesta, es divertido porque eso me dice algo sobre lo que he escrito, ver cómo la gente lo usa, lo escucha, a qué acompaña. Y es algo interesante para la música también: hay personas que nunca irán a un concierto o escucharán un disco de clásica. Es bonito que puedan conectar de esta manera. En cuanto a lo que compongo expresamente para esos medios, el proceso es tan distinto; es muy colaborativo, es gratificante. Me siento afortunado de poder participar en eso, y de hacer lo que soñaba de niño, y que sea apreciado por el público. Es como un milagro.
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