El garaje de Picasso
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El MoMA reúne las obras que creó en su improvisado estudio en el verano de 1921Itxaso Elorduy
Sábado, 18 de noviembre 2023, 00:16
Entre el 1 de julio y el 1 de octubre de 1921 Picasso estaba inmerso en una intensa vida social y familiar, había estrenado paternidad recientemente y aún estaba muy enamorado de su joven mujer, la bailarina Olga Khokhlova, una destacable fuente de inspiración en ... la madurez del artista. Necesitaba improvisar un estudio en el que crear obras de gran tamaño que saciaran su hiperactividad creativa y la zona elegida fue un garaje de pequeñas dimensiones anexo a la vivienda situada en el 33 boulevard Gambetta (ahora 33 boulevard du Général Leclerc), de Fontainebleau.
Situada a pocos pasos del Palacio de Fontainebleau, cuna del clasicismo francés, la residencia veraniega de la familia Picasso estaba rodeada de frondosos bosques. La campiña francesa era y es la escapada perfecta para artistas como Théodore Rousseau, Monet o Renoir, muchos de ellos amigos del malagueño. En aquel ambiente Picasso trabajó y experimentó con diversos estilos, materiales y técnicas, como el artista español que vive extramuros en el París de entreguerras, capital internacional del arte y la cultura; un incierto escenario en el que tradición y modernidad iban de la mano y donde el creador pintó simultáneamente 'Tres músicos' y 'Tres mujeres en la fuente', dos enormes lienzos, de características aparentemente opuestas, que el MOMA de Nueva York contrapone, recreando las circunstancias en las que fueron pintados, junto a una colección de fotografías personales, descubiertas por el nieto del artista, además de dibujos, aguafuertes y pinturas al pastel que ilustran aquel creativo verano.
Anne Umland, comisaria de la muestra, considera que «es útil pensar en cada una de estas obras no sólo en relación con el presente (el de Picasso en el verano de 1921), sino con el pasado, incluidas sus propias aventuras cubistas anteriores a la Primera Guerra Mundial y su encuentro de 1917 con la antigüedad de Pompeya». Glenn D. Lowry, director de la pinacoteca, reconoce que son «inmensamente afortunados de presentar gran parte de los trabajos que realizó Picasso en Fontainebleau; dos grandes obras que abarcan estilos cubistas y clasicistas, además de fotografías y documentos de archivo que se presentan juntas por primera vez desde que salieron de su taller». Obras muy diferentes entre sí que la comisaria visualiza a corta distancia para resolver las incógnitas que plantean. «Esta contradicción representa a un artista que desea demostrarse a sí mismo y a los demás que su arte y su concepción de la tradición y la modernidad, el academicismo y el avant-garde, están dialécticamente conectados e inexorablemente unidos». La revisión de cerca de 'Tres músicos', lienzo realizado con los colores tendencia del movimiento cubista -azul, marrón, ocre o gris- relacionados con el raciocinio según el psicoanálisis clásico, lleva a descubrir, en opinión de Theodore Reft, personificaciones de sus amigos Apollinaire (Pierrot) y otra persona de su círculo de confianza, el escritor Max Jacob, que representa al monje, que, al igual que Jacob, se retiró al monasterio de Saint-Benoit-sur-Loire, mientras que el arlequín es el propio Picasso.
'Los tres músicos' de la colección del MoMA, y otros 'Tres músicos', que se encuentran en la colección del Museo de Arte de Filadelfia, estaban en el mismo estudio, en paredes opuestas. «Esta es una de las revelaciones fascinantes del período Fontainebleau, la inclinación de Picasso a pintar en parejas». Al igual que 'Tres músicos', 'Tres mujeres en la primavera' tiene una contraparte de más de dos metros, dibujada sobre lienzo utilizando tiza roja, que contiene óxido de hierro rojo usado principalmente en los siglos XV y XVI para representar los tonos cálidos de la piel. Esta obra refleja el importante papel que jugó el dibujo en la producción de Fontainebleau. El carácter casi pétreo de la pierna derecha recuerda la vívida impresión que le causó el viaje a Pompeya en 1917 y todas las esculturas que vio allí.
El pasillo que conecta las dos galerías de la exposición tiene aproximadamente las mismas dimensiones que el estudio de Fontainebleau y muestra reproducciones en blanco y negro a escala de 'Tres músicos' y 'Tres mujeres en la fuente'. La última galería reúne muchas de las obras creadas durante ese periodo estival, incluidas las dos versiones de ambas obras así como cinco grandes dibujos de cabezas en pastel estrechamente relacionados con 'Tres mujeres en la fuente'. Esta obra refleja el pensamiento crítico del artista en una Francia polarizada en tiempos de posguerra, donde los acalorados debates sobre el significado y el valor del clasicismo grecorromano se contraponen a los lenguajes visuales nuevos y abstractos.
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