Urgente Grandes retenciones en la A-8, el Txorierri y la Avanzada, sentido Cantabria, por la avería de un camión

En febrero de 1936, Unamuno fue investido como doctor honoris causa por las universidades de Oxford, Cambridge y Londres, tripleta de reconocimientos que afectaba a su ánimo positivamente, aunque no presagiaba que ese año sería dramático para él y para su país. En el último ... día de un año fatal le sobrevino la muerte. Aunque se especula constantemente con los motivos y circunstancias del deceso, no parece aventurado decir que el filósofo vasco murió en la soledad del desamor, que es una de las causas de muerte que no recogen las estadísticas forenses. En su viaje a Gran Bretaña, y como su inglés hablado tenía sus fallas, invitó al poeta Leopoldo Panero a que le acompañara como intérprete. Ninguno de los dos podían imaginar el drama personal y colectivo que se avecinaba.

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Salamanca prestó a Unamuno la casa histórica de la sabiduría y Unamuno entregó toda su inteligencia y prestigio para sostener la reputación de la Universidad. Aquella académica palanca dio muchas satisfacciones a don Miguel, pero muchos disgustos como rector. En 1914 fue cesado como rector por el rey, con la firma del ministro Bergamín, castigado por pensar en alto y molestar al sistema. El 22 de agosto de 1936 fue cesado como rector por el presidente Azaña. El 22 de octubre de 1936 fue cesado como rector por Franco, jefe del gobierno rebelde en Salamanca. Capituló el último día del año, solo de soledad contra los «hunos» y los «hotros». Ahora, la Universidad de Salamanca, renueva el cariño a su máximo rector concediéndole el título de doctor honoris causa. El claustro ha otorgado 80 votos a Unamuno y 83 a una doctora, que también recibirá el honor. El vasco, que era muy suyo, a buen seguro que no hubiera soportado ese trámite y la Universidad bien podía haberle doctorado sin que el filósofo, muy pagado de sí mismo, aceptara «perder» en unas elecciones sui géneris.

Esto de otorgar los honores doctorales a los difuntos no es algo extraño. Que uno recuerde, otros dos vascos, Gabriel Celaya y Julio Caro Baroja recibieron este título. Celaya, en 1992, por decisión de la Universidad de Granada. Don Julio, en 2005, por la Universidad Carlos III. La Universidad del País Vasco creó en su día una cátedra Unamuno y una cátedra Baroja, ambas muertas desde su nacimiento. El próximo día 31 Unamuno volverá a morir, pero ya sabemos cuál será la causa de su muerte. Y morirá cada año puntualmente. Unamuno es un muerto muy puntual.

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