Extravagancia y carisma

'The Sun' ganó en los tribunales al rostro histriónico de Jack Sparrow al desestimarse la querella por difamación que encasquetó al periódico, tras publicar que había agredido en varias ocasiones a Amber Heard. Cristina Andreu, presidenta de la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA), arremetió contra el reconocimiento del actor, así como otras asociaciones y cineastas activistas.

Lo cierto es que Depp ya estuvo el pasado año a los pies de la Concha presentando su labor como productor del documental 'Crock of Gold: bebiendo con Shane MacGowan' y visitó otra vez recientemente España durante el BCN Film Fest. Quizás está paseándose de evento en evento porque no le tiene miedo a la pandemia, ningún contrato le sujeta en este sentido, y aprovecha la coyuntura para lavar su trastocada imagen. Corren rumores, harto discutibles, que denuncian, sin pruebas, la posibilidad de que este evidente astro en decadencia está pagando de su bolsillo para obtener algunos galardones que blanqueen su estado mediático actual, algo complicado a nada que se conozca cómo funcionan por dentro los festivales profesionales. Hace apenas unos días estuvo en el certamen checo de Karlovy Vary, donde buscó el baño de masas, sentirse como una estrella, mientras pierde papeles como el de Grindelwald en la saga 'Animales Fantásticos', sustituido por Mads Mikkelsen.

Centrándonos en una nutrida filmografía que no hay que olvidar, analizada en su contexto, evolucionen como evolucionen las acusaciones que el propio Depp apunta como boicot a su persona, enfatizando su desesperación (teóricamente habrá un fallo jurídico en abril de 2022), sus malas prácticas como persona no empañan, de momento, su importancia en la Historia del Cine, con títulos de absoluto culto como 'Eduardo Manostijeras' o 'Ed Wood' (cuando Tim Burton era un cineasta personal aplaudido, no absorbido por los remakes). Antes se había inaugurado como teenager carismático en 'Pesadilla en Elm Street', nada más y nada menos. Se dejó ver en la fantástica 'Platoon' y se hizo con la joven audiencia a través de la televisión a mediados de los años 80 con su participación en la serie 'Nuevos policías'.

De ahí, en un genial giro en el guión de su vida artística, le contrató el excéntrico John Waters para protagonizar 'Cry Baby', filme a reivindicar que señaló a Johnny como rey absoluto de la encarnación de personajes extravagantes. Conquistó millones de corazones, ahora nerviosos, con 'Benny & Joon, el amor de los inocentes' y '¿A quién ama Gilbert Grape?' y se entregó al thriller en 'La hora señalada'. Magnético en 'Dead Man', de Jim Jarmusch, se puso detrás de la cámara en 'The Brave' para dirigir al mismísimo Marlon Brando y le dio la réplica a Al Pacino en 'Donnie Brasco'.

Roles como los que defiende con entrega en 'Miedo y asco en Las Vegas', la saga de 'Piratas del Caribe', 'El llanero solitario' o 'Alicia en el País de las Maravillas', y otras producciones con el sello burtoniano, le han situado en un pedestal a la hora de hablar de explosión interpretativa. Tiene un Premio Leyenda Disney, menuda paradoja, y el número 7018 del Paseo de la Fama de Hollywood, aunque los grandes galardones se le han resistido, salvo un Globo de Oro por 'Sweeney Todd: El barbero diabólico de la calle Fleet'.