La escultura especular

El lenguaje formal de este autor desconcierta. La escultura figurativa del artista asturiano tiene un sentido narrativo y un cromatismo que la acercan a la pared. Como si se tratara de altorrelieves, las formas parecen escapar del plano, suspenderse en el vacío y, en última instancia dar cuenta de un microcosmos particular, aparentemente deudor del comic y el pop.

Las piezas hablan de cotidianeidad, de una mirada crítica e irónica que se posa sobre su entorno. Las calaveras y las cabezas humanas alargadas reflejan esa subjetividad y un ánimo que parece destilar cierto agrio expresionismo, una visión escéptica de la condición humana o un interrogante sobre la mirada, aparentemente sujeta a algún tipo de distorsión especular. De alguna manera, esta escultura de bulto redondo, de resolución sobria, pero precisa, rompe las barreras tradicionales, sus habituales convenciones, para interpelarnos sobre ella y sobre nosotros mismos.