
Ernst Fischer y el arte
Ensayo ·
El filósofo austriaco, que también publicó poemas, reflexionó sobre el hombre total desde una perspectiva marxista hegelianaSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
Ensayo ·
El filósofo austriaco, que también publicó poemas, reflexionó sobre el hombre total desde una perspectiva marxista hegelianadaniel reboredo
Sábado, 27 de agosto 2022, 00:05
Arte, estética y expresión artística son manifestaciones del pensamiento humano que se funden en el universo de la Filosofía y que nos permiten analizar, investigar, comunicar y exteriorizar nuestro mundo interno. La filosofía del arte y la estética se confunden a menudo, prueba de la fina línea que las separa, a pesar de sus relevantes disparidades. La primera tiene una historia más larga que la segunda y, de hecho, aunque esta última sea hoy una disciplina consagrada (solo desde los años previos al siglo XVIII, concretamente con su aparición en el texto de Alexander G. Baumgarten 'Meditationes Philosophicae de nonnullis ad poema pertinentibus', 1735), la filosofía del arte existe ya en Aristóteles, Platón, Plotino, los escolásticos o Leibniz ('Nuevos ensayos sobre el entendimiento humano', 1703).
Cuando Immanuel Kant sistematizo la estética, esta adquirió la idiosincrasia de disciplina y materia filosófica ('Crítica del juicio', 1790). La estética moderna adquiere con el filósofo alemán los cimientos que la diferencian de la estética clásica, separando lo bello de lo bueno, y se centra en la percepción del objeto, en el conocimiento sensible (agradable, bueno, bello adherente y bello libre). A finales del siglo XVIII, además de configurarse como una nueva disciplina empezó a gestarse un nuevo ciclo histórico del arte.
Arte, belleza, estética y expresión artística confluyen en la obra del filósofo, escritor, periodista y político marxista Ernst Fischer. Nacido a finales del siglo XIX en Chomutov (entonces Austria, hoy República Checa), falleció hace 50 años en Deutschfeistritz (Estiria), el 31 de julio de 1972. Su trayectoria vital, creativa y profesional comprende, en una primera etapa, su participación en la Primera Guerra Mundial; su aprendizaje en el Realgymnasium (1912-18) y sus estudios de Filosofía en la Universidad de Graz (1919-20); sus inclinaciones por la literatura y las composiciones poéticas; sus vivencias en la época de las vanguardias artísticas y las influencias de estas en su producción literaria, sobre todo las del Expresionismo; su afiliación al Partido Socialdemócrata en 1920 y su trabajo como obrero en una fábrica; su puesto de redactor del periódico socialdemócrata 'Arbeiter-Zeitung', su ingreso en el Partido Comunista austríaco en 1934 y su participación en Radio Moscú durante la Segunda Guerra Mundial.
Pasó el conflicto en la URSS, representando a Austria en el Komitern, y cuando este finalizó, formó parte en 1945 del Gobierno provisional austríaco de Karl Renner, del que fue ministro (1945) y del Gobierno tripartito posterior (1945-47) del que también fue ministro, en este caso de Educación; fundó y dirigió el periódico 'Neues Oesterreich'; se mantuvo como diputado comunista hasta 1959, año en el que el partido se quedó sin representación parlamentaria, y se dedicó plenamente desde entonces a la literatura, el teatro y la crítica
Ya en este año comienza a renunciar al estalinismo como manifiesta en su obra 'Elegías póstumas de Ovidio' y en el artículo 'Marxismo e ideología', que se convirtió en uno de los futuros pilares del eurocomunismo. Cuando en 1968 condenó la intervención militar soviética en Checoslovaquia, fue expulsado del Comité Central del Partido Comunista austríaco y, poco después, del Partido, recibiendo duras críticas de Leónidas Breznev y del Nobel de Literatura y miembro del Soviet Supremo Mijaíl Aleksándrovich Shólojov.
Dedicado de lleno a su producción literaria y filosófica, reflexionó sobre el hombre total, aquel que quiere ser algo más que él mismo, desde la perspectiva marxista-hegeliana, y los orígenes y las fuentes, racionales e irracionales, de la expresión artística humana. Partiendo del carácter incompleto y fragmentario de su vida individual para caminar hacia una 'totalidad plena' que presiente y reclama, hacia una plenitud de vida que no puede conocer por las limitaciones de su individualidad, hacia un mundo con sentido, el hombre debe asumir su totalidad colectiva. Si su esencia radicase únicamente en ser un individuo, estas aspiraciones resultarían incomprensibles. Tampoco comprendería los numerosos vestigios que vinculan el arte, en sus orígenes, a una magia para dominar un mundo real pero inexplorado. Magia en la que se combinan el arte, la ciencia y la religión, que fue desapareciendo progresivamente y cuya principal función en la actualidad consiste en lucir y enfocar las relaciones sociales, guiando a los seres humanos en sociedades cada vez más opacas y turbias.
Una vez hecho esto, analiza la historia de la producción de arte y su apego a los bienes materiales y se concentra en su relación con el capitalismo y con su función de convertir todo en mercancía. Al incrementarse de forma exponencial la producción y la productividad y al expandir el nuevo orden por todo el planeta, el capitalismo diluyó el viejo mundo, obstaculizó las relaciones directas entre el productor y el consumidor y encauzó y orientó todos los productos hacia un mercado anónimo, donde debían venderse o comprarse.
En este mundo, el arte se transfiguró también en una mercancía y el artista en un productor de mercancías. La obra de arte claudicó ante las leyes de la competencia. Hubo resistencias. La primera la del Romanticismo, seguida de la postura de Baudelaire desafiando el utilitarismo vulgar y las agrias y enconadas preocupaciones mercantiles de la burguesía, de las apuestas impresionistas, naturalistas, nihilistas y simbolistas, y de iniciativas personales como las de Hemingway, Kafka o Musil.
Claro que es importante señalar que no se regeneró ni prosperó la resistencia y oposición artística al sistema con el realismo ni con el llamado realismo socialista y, mucho menos, hizo surgir un arte nuevo porque, según el filósofo austríaco, «el arte nuevo no surge de las doctrinas sino de las obras». Obras como 'Libertad y personalidad', 'Arte y humanidad', 'De la necesidad del arte', 'De Grillpazaer a Kafka', 'Arte y consistencia', 'Arte y convivencia. Contribución a una estética marxista moderna', etc. recogen este pensamiento. Todas sus reflexiones estuvieron imbuidas de sus inquietudes políticas, plasmadas en textos como 'Crisis de juventud', 'Libertad y dictadura', 'La teoría racial fascista', 'Lo que Marx realmente dijo', etc. y en sus creaciones literarias 'Corazón y bandera. Poemas'., 'Goethe, el gran humanista', 'La gran traición', 'Poesía e Interpretación. Contribuciones a la revisión de la literatura', etc.
Fischer fue un activista político, con maneras de esteta, al que la filosofía encaminó hacia el marxismo.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Los libros vuelven a la Biblioteca Municipal de Santander
El Diario Montañés
La juzgan por lucrarse de otra marca y vender cocinas de peor calidad
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Batalla campal en Rekalde antes del desalojo del gaztetxe
Silvia Cantera y David S. Olabarri
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.