Borrar
1. François Villosn. 2. Guillaume Apollinaire. 3. Marqués de Sade. 4. Paul Verlaine. 5. Xavier de Maistre. 6. Jean Cassou.
El encierro les sienta tan bien
Lecturas

El encierro les sienta tan bien

Historia ·

Las letras francesas recogen los casos de un puñado de autores a quienes el aislamiento les fue literariamente productivo

abraham de amézaga

Viernes, 8 de mayo 2020, 16:58

Permanecer en un espacio cerrado por largo tiempo -algo que experimentamos bien estas últimas semanas-, resulta sumamente duro para la inmensa mayoría de los seres humanos. Ya lo avanzó Pascal en sus 'Pensées' (1670), achacando este filósofo nuestra desgracia a una única cosa, al hecho de no saber estar en reposo, «en una habitación». Quienes se ganan la vida juntando palabras, creando frases, que llenarán páginas de volúmenes de libros, saben que el retiro es necesario.

Si bien no fue el primero que lo comprendió, a quien un espacio concreto, y más bien minúsculo, inspiró fue al también galo Xavier de Maistre (1763-1852). ¿El título de la obra de quien fuera hermano de uno de los grandes teóricos de la contrarrevolución? 'Voyage autour de ma chambre' (Viaje alrededor de mi habitación, en castellano), publicada originalmente en 1795. Se trata de una historia que combina humor y melancolía, ingeniosa, donde «poco a poco la habitación se transforma en un lugar mágico en el que la imaginación del autor da vía libre a toda su fantasía», como señalaba recientemente Jacques de Saint-Victor en 'Le Figaro'.

Estar recluido en una cárcel puede convertir al ser humano en una bestia, si se deja llevar por sus impulsos. Si no, si utiliza con inteligencia su capacidad de control y alimenta su creatividad, es posible que explote sus cualidades de pintor, ceramista, carpintero… o escritor, y produzca interesantes obras, como ya ocurriera. Una de ellas, y en el campo de la literatura francesa, sería la libertina 'Les 120 journées de Sodome' (Los 120 días de Sodoma, en la traducción al español), de Donatien Alphonse François de Sade (1740-1814), más conocido como el Marqués de Sade. El que se considera el primer gran libro del padre del sadismo, fue escrito en la cárcel de la Bastilla en un rollo que escondió entre dos piedras; un manuscrito cuya historia daría en sí para un extenso artículo.

Cautividad

'El encerrado' era el sobrenombre con el que se conocía al escritor y político Auguste Blanqui (1805-1881), también llamado 'el eterno conspirador'. Es hacia el final de su vida, cuando redacta entre rejas la que se convertirá en su obra 'L'Éternité par les astres' (1872), que hasta inspiró a Nietzsche. Estar privado de libertad puede atraer a las musas de la poesía, como les ocurriera a Carlos I de Orleans (1394-1465) y François Villon (1431-1463), entre otros. El primero pasaría más de cinco lustros en cautividad, dedicando gran parte de ese tiempo a la escritura lírica. Tanto le marcaría el mundo de las letras, que una vez sale del confinamiento se vuelve a enclaustrar, pero esta vez por deseo propio y en las estancias de sus castillos, dedicándose por entero a escribir.

Décadas después, Villon, que frecuenta al mencionado príncipe, y que conocerá varias veces la cárcel y hasta es condenado a la horca -por fortuna la evade-, da forma a versos en prisión, que luego se incluirán en 'Épître à mes amis' y 'Le Débat du cuer et du corps'. Siglos más tarde, Paul Verlaine (1844-1896), tras pasar tiempo entre las rejas de la cárcel de Mons -donde permaneció dos años y escribe su 'Art poétique' (Arte poética), así como otros versos-, al haber sido acusado de intentar asesinar a Rimbaud, redacta los que serían los textos de sus obras póstumas en su cama del Hospital Broussais.

Evadirse

Estancias también que se cuentan con los dedos de una mano -nunca mejor dicho- en este repaso, como la de Guillaume Apollinaire (1880-1918), poco antes del comienzo de la Primera Guerra Mundial: pasó menos de una semana entre barrotes, momento que consagraría a escribir una serie de poemas cortos que, bajo el título 'À la Santé' (En la Santé) -se refiere a la cárcel en la que estuvo-, forman parte del libro 'Alcools' (1913). Como Apollinaire, Jean Genet (1910-1986) será acusado de robo. Sus horas de reclusión las aprovecha igualmente para dedicarlas a las letras; en su caso, a la poesía y a una novela, titulada 'Notre-Dame-des-Fleurs' (1944), su primer libro, de tintes autobiográficos.

«He soñado tanto contigo, que pierdes tu realidad», había escrito en su época de juventud el surrealista Robert Desnos (1900-1945), ciego de amor por una mujer que lo ignoraba. Como se sabe, estará preso en un campo de concentración y al poco de su liberación, fallece. Allí enhebró los textos 'Sol de Compiègne', 'Chanson de route' y 'Printemps', que destilan su impronta, sin duda la de un ser que gracias a construir poemas consigue hacer más llevadero su presente.

Jean Cassou, que nació en Deusto, escribió 33 sonetos en la cárcel de Furgole

Y así, en este recorrido podríamos citar otros tantos que por medio de la escritura se evadieron de su duro entorno. Los hay, en épocas más próximas a nosotros, y siempre en el contexto de las letras galas, quienes apostaron por un confinamiento voluntario, como Philippe Jaenada (1964): hace tres décadas se pasó en su casa nada más y nada menos que un año, lo que despertaría en él una nueva profesión, la de escritor.

Quien visitara la exposición 'Manuscritos del extremo' el pasado año en la parisiense Biblioteca Nacional de Francia (sede François Mitterrand), descubría textos escritos en momentos de pasión, peligro, posesión, así como prisión. En la nómina de autores galos, figuraba uno nacido en el hoy bilbaíno barrio de Deusto: Jean Cassou (1897-1986), destacado hispanista, traductor de Unamuno y Cervantes al francés. En la cárcel militar gala de Furgole imaginó 33 sonetos, que redactó meses después, en 1942, al ser liberado, en cuanto le dieron lápiz y papel. Portentosa memoria la de un hombre confinado que recobraba el estado natural del ser humano; ese que todos ansiamos en este momento, sin importar nuestro origen ni condición.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo El encierro les sienta tan bien