Dos artistas eclécticos que abrieron caminos
Mariano Fortuny y Julio Romero de Torres ·
Dos de los grandes pintores españoles cruzaron sus destinos en 1874. Ambos experimentaron y dejaron huella con estilos distintos, del orientalismo al simbolismoSecciones
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Mariano Fortuny y Julio Romero de Torres ·
Dos de los grandes pintores españoles cruzaron sus destinos en 1874. Ambos experimentaron y dejaron huella con estilos distintos, del orientalismo al simbolismoA finales de 1874 se cruzan los hados de dos de los grandes pintores españoles, Mariano Fortuny y Julio Romero de Torres. El primero fallece en Roma el 21 de noviembre y doce días antes, el 9, nace en Córdoba el segundo. Detrás de esas ... dos vidas que se bordearon en un pequeño lapso de tiempo, debido a la temprana muerte del pintor catalán a los 36 años, hay dos estilos artísticos diferentes, vinculados fundamentalmente al orientalismo en el caso de Fortuny y al simbolismo en el de Romero de Torres. Ambos fueron artistas eclécticos, experimentales y con enfoques innovadores que abrieron nuevas vías de expresión que continúan resonando en el mundo del arte contemporáneo.
El orientalismo incluye las obras de los artistas occidentales que se especializaron en temas orientales y su ámbito cronológico se extiende por todo el siglo XIX, empapando al neoclasicismo, al romanticismo y al academicismo. La pintura orientalista se convirtió en un género más protagonizado por el color, la luz deslumbrante, el desnudo femenino, la pasión, el movimiento, los desiertos, los tipos populares y sus ropajes. En España tuvo un extenso listado de fieles porque todas las novedades que se imponían en París llegaban aunque fuera con retraso. También y en gran medida, por la existencia del Protectorado de Marruecos. La moda orientalista comenzó a propagarse entre los pintores catalanes y Mariano Fortuny y Marsal fue su máximo representante. Nacido en Reus en 1838, fue uno de los principales pintores españoles del siglo XIX tras la huella de Goya. Acuarelista, grabador y pintor, viajó a Marruecos para ilustrar la contienda en 1860 desde el regimiento del general Juan Prim. Aunque empezó a recopilar información sobre las batallas, pronto se vio subyugado por la luz cegadora de África. En poco más de dos meses realizó acuarelas y dibujos al aire libre de la vida y costumbres del país africano y apuntes rápidos que expresan el movimiento con toques certeros de color. Aquí se gestaron algunas de sus obras más significativas ('La batalla de Tetuán', 'La Batalla de Wad-Ras', 'Paisaje norteafricano', 'La odalisca', etc.).
Casado con la hija del pintor Federico de Madrazo, Cecilia, se imbuyó de su afición por la tauromaquia ('Corrida de toros', 'Picador herido'), realizó su segundo viaje a Roma, volvió a Marruecos para seguir estudiando la luz del lugar que tan bien plasmó en sus pinturas y alcanzó el apogeo de su carrera con una obra en la que encontramos todas las características de su producción artística (precisión en el trazo, uso metódico del color y estudio exhaustivo de la luz): 'La vicaría'. Pese a su prematura muerte, dejó una obra cuyo estilo, virtuosismo técnico y preciosismo atento a los detalles y juegos de luces, marcó a toda una generación de pintores europeos.
Doce días antes de la muerte de Fortuny, nació en Córdoba el gran pintor simbolista Julio Romero de Torres, que desde la pintura regionalista se acercó a la estética de la Generación del 98 y a la del Modernismo. Tres etapas definen su producción artística. La inicial (1900-1908) con obras como 'Tierra andaluza' y 'La musa gitana', además de las que pintó tras su viaje a Marruecos ('La monta', 'Calle de Tánger', etc.). 'Lectura' (1902), 'Canto de amor' (1905) y sobre todo los cinco grandes murales que realizó para el Círculo de la Amistad de Córdoba están empapados de simbolismo y modernismo, de toques prerrafaelistas y de Sorolla. La etapa simbolista (1908-1915) es la de 'Amor místico y amor profano' (1908), 'Retablo del amor', (1910), 'La consagración de la copla' (1912) y algunos de sus más de 500 retratos de actrices, bailarinas, cantantes, escritoras y esposas de empresarios y políticos ('Retrato de Adela Carbone, La Tanagra', 1911; 'La Venus de la poesía', 1913; etc.). La etapa de madurez (1916-1930), cuando se instala en Madrid y frecuenta el Café Pombo y las tertulias modernistas de la 'Maison Dorée' ('Musidora', 1922; 'La Virgen de los Faroles', 1928, etc.), da paso al período manierista y de vanguardia protagonizado por 'Cante hondo' (1929) y su última obra firmada 'La chiquita piconera' (1930).
El 10 de mayo de 1930 murió en Córdoba el pintor simbolista que utilizó alegorías, metáforas y símbolos para expresar ideas, emociones y sentimientos que no podían ser comunicados a través de la representación realista de la realidad; el de la precisión de forma y dibujo; el de la luz suave en ropajes y carnes; el de la extraña luz de escenarios; el autor que siguió la estela de Gustave Moreau, Odilon Redon o Puvis de Chavannes.
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