Los diarios de Kepa Murua, de poeta a editor

A su trabajo como editor, que concluyó en 2011 con el cierre de Bassarai, dedica Murua el tercer volumen de sus diarios, 'La decisión ininterrumpida' (Chamán Ediciones). En 2012 empezó a publicar una obra aún en marcha bajo el título 'Diario de un poeta y editor'. El primer tomo, 'Los pasos inciertos', abarcaba nueve años de escritura (1996-2004) y estaba redactado con precisión e inmediatez. En aquellas páginas, el autor consignaba las dificultades de un joven para hacerse un hueco en la voraz industria del libro. También las vivencias de un escritor en ciernes que compaginaba su trabajo con la escritura y los viajes. Cuatro años más tarde, en 2016, apareció 'Los sentimientos encontrados', su segundo dietario.

En su novedad más reciente, 'La decisión ininterrumpida', que abarca los años 2008-2009 y tiene un desarrollo más discursivo que las entregas previas, el autor abunda -como en las anteriores- en los placeres y sinsabores de esa labor sacrificada que es el mundo de la edición. Pero también habla de lecturas, de su relación con otros creadores y de la política y la cultura vascas. Y, por supuesto, de su vida cotidiana, en la que ocupa un lugar central la poesía. Todo ello a través de 400 páginas que recogen reflexiones en torno a la soledad y el amor, notas aforísticas y cartas laudatorias de lectores y colegas de profesión.

Kepa Murua, además de novelas y ensayos, ha publicado más de una veintena de poemarios. Casi uno al año desde que comenzó. «Soy un poeta que se abre paso a solas. Soy un editor que camina solo. Seguiré escribiendo hasta que la muerte me llame. Lo demás es accesorio», anota en este libro, que, más allá del registro de hechos y pensamientos cotidianos, ofrece claves reveladoras sobre el sector del libro en nuestro entorno más cercano. «El diario me permite analizar mi situación profesional y muestra una realidad que me concernía como escritor y como editor», afirma. Deja cerrada una última puerta -«mantengo mi intimidad bajo una llave a la que muy pocos pueden acceder»- aunque asegura que no abusa de la autocensura, uno de los grandes defectos de los diaristas actuales en opinión de los críticos. Formalmente, 'La decisión ininterrumpida' contiene entradas más discursivas que sus entregas anteriores, donde optaba por la concisión y la inmediatez.

-¿Cómo ve la política cultural del País Vasco en la actualidad?

- No creo que exista una política cultural en el País Vasco. Las cosas se hacen por pura inercia y ni las bibliotecas ni las instituciones vascas responden a las necesidades de los nuevos tiempos y mucho menos a las inquietudes de los escritores.

- Más allá de los encuentros y desencuentros con autores y de las dificultades económicas, ¿qué compensa el trabajo de un editor?

- Publicar buenos libros, dar a conocer autores y difundir sus obras desconocidas.

- Para muchos, escribir un diario es un ejercicio de exaltación del ego. ¿Cómo queda el suyo en estas páginas?

- Si algún día se publicasen los diarios que quedan inéditos de este ciclo que yo llamo 'Memorias de un poeta metido a editor', se puede ver a una persona que acepta el fracaso y mantiene una mirada crítica, pero conciliadora frente a lo que observa y siente del tiempo en el que le ha tocado vivir.