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Desencanto

Desencanto

Viernes, 27 de septiembre 2024, 22:48

Volví a ver 'El desencanto', en TCM. Siempre me impresiona esa exhibición del complejo de Edipo, ese alarde de fin de raza y malditismo, ese ajusticiamiento, con ayuda de la madre, del padre y poeta Leopoldo Panero después de muerto. Tal vez diga la verdad ... Juan Luis Panero al referir en un poema leído la crueldad, la violencia, la indiferencia del padre, sus excesos con la bebida, sus hazañas en los burdeles, pero qué vengativa esa enumeración de miserias. Desde la primera vez se me quedaron resonando unos versos escritos por el poeta Leopoldo padre para su epitafio, con ese ingenuo tremendismo de quien ni siquiera se ha puesto malo todavía: «Ha muerto/ acribillado por los besos de sus hijos, / y absuelto por los ojos más dulcemente hermosos de su mujer». Acribillado sí, pero a lanzadas, y no absuelto sino póstumamente condenado por esa mujer tremenda que posa ante la cámara lánguida y melancólica porque la vida no fue como esperaba. Y esas voces impostadas, como de niños mimados, de cada uno de los hijos, ese afán por dar la nota, por decir enormidades, por ser originales. La originalidad es una de las peores tentaciones artísticas.

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