De David Bowie a la dictadura argentina

El documental definitivo sobre David Bowie, que ya en vida fue protagonista y objeto de una interesante filmografía, aunque sobre el resultado final de la obra de Brett Morgen pesa la sospecha de que -como en el caso del 'Elvis' de Baz Luhrmann- cuenta con las bendiciones del clan familiar.

Menos pegado a los datos y a las cifras que la hagiografía musical tipo, 'Moonage Daydream' bombardea al público con imágenes, piezas musicales y extractos de audio para inducirlo a un estado de semi trance desde el que conectar con el proceso de metamorfosis permanente de un extraterrestre que cayó en la Tierra para convertirse en el Rey del Glam.

En plena tormenta política tras el atentado frustrado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner llega a San Sebastián este 'thrillerama', en el que Santiago Mitre sienta en el banquillo de los acusados a los comandantes de la última dictadura militar argentina para examinar el clima social previo y las repercusiones transgeneracionales del conocido como Juicio a las Juntas.

Con un Ricardo Darín en la cima de sus poderes interpretando al fiscal que obtuvo la condena de cinco de los nueve acusados de cometer crímenes de lesa humanidad, Mitre se allana el camino de un drama judicial que en la intimidad de su protagonista nos descubre a un hombre que camina sobre los pasos de Atticus Finch.

Poco se puede decir del ego y la autocomplacencia de Alejandro González Iñárritu que no hayan dicho ya películas como 'Birdman' o 'El renacido', aunque en 'Bardo' el director mexicano da dos pasos adelante para hablar aún más de sí mismo, en primera persona oculto y bajo la máscara de un álter ego interpretado por Daniel Giménez Cacho, con el que recorre pasajes autobiográficos que se funden con la historia de un país migrante en permanente tensión con los Estados Unidos.

Si a su compatriota Alfonso Cuarón le cayeron palos por su romantización del pasado en 'Roma', es probable que a Iñárritu le lluevan críticas por el modo en el que manipula las emociones valiéndose del drama de la inmigración ilegal.

La historia de amor del Festival de San Sebastián con Hirokazu Koreeda es tan profunda que era inevitable que se reencontrasen con motivo de la presentación del último largometraje del director de 'Still Walking'. Koreeda, que en el año 2013 ya se alzó con el Premio del Público por 'De tal padre, tal hijo', vuelve a destacar entre los favoritos con esta trasunto de road movie que, partiendo de lo disfuncional (el encuentro entre una joven que ha abandonado un recién nacido con dos caraduras que se dedican a vender bebés que roban de las inclusas), indaga en los mecanismos de la vida en familia. Una apuesta segura, que entre otros atractivos cuenta con el protagonismo de un enorme Song Kang-ho ('Parásitos').

Si hay un nombre que ha marcado el devenir del cine rumano desde principios de siglo ese es el de Cristian Mungiu (con permiso de Corneliu Porumboiu). Habitual en las parrillas de todos los certámenes de prestigio, el director de '4 meses, 3 semanas, 2 días' se presenta en Donosti tras su paso por Cannes con una metáfora sobre la xenofobia que ha envenenado el corazón de Europa en la forma de un thriller protagonizado por un emigrante que vuelve a su pueblo natal desde Alemania para recuperar a su hijo.

La doctrina populista como acelerante del miedo y el odio a lo desconocido están en el centro de esta crítica nada sutil contra las corrientes fascistas que azotan a las democracias del Este en el Viejo continente.

Bélgica, cámara al hombro, estructuras narrativas casi circulares, temática social. A estas alturas no debe quedar ninguna persona que se etiquete como cinéfila que no conozca las señas de identidad que han regido la filmografía de los hermanos Dardenne. Dos Palmas de Oro en Cannes acreditan una carrera que se edifica sobre el compromiso con los más desfavorecidos, que en el caso de 'Tori y Lokita' son un niño y una chica adolescente que llegan a Europa tras un largo viaje en una patera en la que se han jurado fidelidad mutua.

Forman una pequeña familia que nace de la desesperación, crece en la adversidad y choca con la crueldad y la burocracia despersonalizadora que se niega a reconocer su estatus. Y se quieren, porque el amor fraterno es el único refugio contra un mundo que no tiene escrúpulos en pisotear a los más débiles. Triste y dura.