Dana

Como una tradición navideña más, la Fundéu ha anunciado este mes la escogida como palabra del año. La ganadora, «dana», se ha impuesto a las otras once finalistas, entre las que destacaban 'mena', 'gordofobia', 'narcolancha', 'pellet', 'woke' o 'turistificación'. Además, se da la casualidad de ... que «dana» ya había estado en el bombo de las candidatas en 2019.Esta palabra, que ha sustituido en nuestras conversaciones a la tradicional 'gota fría', es un acrónimo, es decir, una «sigla cuya configuración permite su pronunciación como una palabra» (RAE). Otros ejemplos serían 'radar', 'ovni' o 'sida'. Todos ellos se han ido incorporando al diccionario al ritmo que se normalizaba su uso. En el caso de «dana», su ingreso es muy reciente: se anunció precisamente este mes con la actualización 23.8 del diccionario académico. Este la recoge como sustantivo común, tras la lexicalización del acrónimo, y, por lo tanto, recomienda ya su escritura en minúscula y su pluralización con una 's' como cualquier otro sustantivo. El significado del término alude a una Depresión Aislada en Niveles Altos y, pese a que para los profanos en meteorología esos términos no sean transparentes, estos últimos meses nos han dejado claro el poder destructivo de este acrónimo cuyas consecuencias harán difícil de olvidar que «dana» fue la palabra del año en 2024.