El camino de Ignacio de Loyola
Entrevista ·
El periodista y escritor Ignacio Villameriel publica un libro en el que recoge sus vivencias al hacer la ruta que recorrió el santo desde Loyola a BarcelonaEntrevista ·
El periodista y escritor Ignacio Villameriel publica un libro en el que recoge sus vivencias al hacer la ruta que recorrió el santo desde Loyola a BarcelonaRALUCA MIHAELA VLAD
Sábado, 28 de septiembre 2019, 01:04
El nombre de San Ignacio es conocido mundialmente por haber fundado la Compañía de Jesús. Pocos conocen la peregrinación que realizó desde Loyola a Barcelona, que le llevó a ese fin, y menos el conocido como el camino Ignaciano, nombrado así en su honor. El ... ahora santo recorrió el camino real que volvió a pisar el periodista Ignacio Villameriel Arizmendi el pasado verano, para retratar aquella ruta en su libro 'Tras la flecha naranja, siguiendo las huellas de San Ignacio' (Ed. Eunsa, con prólogo de Pedro Ontoso).
Publicidad
– ¿Cómo nació el libro?
– Esperé a dominar los recursos periodísticos para poder hacer el relato y el momento oportuno era después de haber hecho el Máster de El Correo y la UPV/EHU. Las primeras etapas, las del País Vasco, las escribí para la revista 'Mensajero' de los jesuitas y para 'El Diario Vasco.' Lo completé con más notas y lo presenté a esta editorial y les gustó.
– ¿Conoció a su novia Nadia en el camino o es un recurso literario?
– Eso fue una licencia poética que me permití porque en realidad ya nos conocíamos pero todo lo demás que he escrito es verdad. Sí que le pedí que se casara conmigo, llevábamos saliendo tres años. Nos casamos el pasado 30 de marzo. Y en cuanto al resto de personajes, lo que cuento es lo que sucedió, puesto que grababa muchos diálogos y tomaba notas de todo.
– Como de aquella vez en la que, al verle, una mujer le dijo a otra: «Niña, cierra el bolso». ¿Por qué cree que existen esos prejuicios?
– Me sentí bastante humillado por eso. Cuando me vieron, iba con la ropa del camino, no me había cambiado todavía. No sienta nada bien que te prejuzguen. Tenemos miedo a lo diferente, a lo desconocido, porque pensamos que nos va a ocurrir algo malo. Por eso, una de las cosas que más me sorprendió fue toda la buena disposición de la gente. A veces en las ciudades vamos a lo nuestro y cuesta más abrirse a los demás, somos más egoístas.
Publicidad
– ¿Es mejor viajar solo o acompañado?
– En este tipo de viajes es mejor ir en solitario. Este lo hice solo también porque la gente no lo conoce. No hay muchos peregrinos y de hecho, me encontré con más extranjeros que nacionales.
– El último tramo fue el más concurrido. Eso se reflejará en sus credenciales.
– Sí, al igual que en el camino de Santiago, hay una credencial en la que te van sellando en los sitios en los que estás. Si haces todo el camino, te dan la compostelana. Te la sellan en los albergues, en alguna parroquia o en algún hotel.
Publicidad
– ¿El camino existía antes de que lo recorriera San Ignacio en 1522?
– Sí, igual desde Loyola no, pero él recorrió el camino real o el camino del rey, como se llamaba.
– ¿En qué cree que se puede diferenciar su andadura de la suya? Por supuesto, dejando a un lado las comodidades del transporte que en su caso le ayudaron cuando tuvo mal una rodilla.
– San Ignacio lo hizo medio cojo, porque le hirieron en la batalla de Pamplona. El camino no tendría las comodidades que tiene hoy día pero que habría posadas y estaría bastante bien delimitado. Hay una anécdota curiosa. Él fue en una mula y, discutiendo con un moro sobre la virginidad de la Virgen María, se preguntó si tenía que matarlo o no. Dejó las riendas sueltas de la mula para ver qué camino seguir. Se libró de una posible condena de asesinato. Iba hacia Barcelona, donde se quería embarcar para ir a Tierra Santa pero se quedó en Manresa durante unos cuantos meses para escribir. En Cataluña todavía hay marcas que indican el camino y el trazado es bastante parecido al que haría él.
Publicidad
– ¿Qué edad tenía cuando hiciste el camino?
– Treinta y tres, la edad de Cristo.
– ¿Y San Ignacio?
– Había sobrepasado la treintena. Para aquella época era bastante mayorcito. En el libro 'Ignacio de Loyola: solo y a pie', el autor se pregunta si era Íñigo un fracasado porque no terminaba de encontrar su sitio en la sociedad. Después de que le quebraran la pierna, se fue a Loyola y ahí se convirtió. Solo tenía dos libros, 'La vida de Cristo' y 'La vida de los santos' y decidió ir a Tierra Santa. Al final solo llegó a Jerusalén en una visita corta tiempo después. Estuvo en Barcelona, en la Universidad de Salamanca y en París, que es donde conoció a san Francisco de Javier. Tenía un grupo de lo que fueron los primeros jesuitas y se establecieron en Roma, que fue cuando creó la Compañía de Jesús, los jesuitas.
– Escribe que a lo mejor no habrá curas en el futuro.
– Lo digo por algo que vi en Verdú, que es la cuna de san Pedro Claver, que se fue a ser esclavo de los esclavos. Estuvo en Cartagena de Indias. Me encontré con una señora que me dijo: «Te veo luego en misa». Pensaba ir a ver las semifinales del Mundial de fútbol, pero fui porque si no, ¡vaya peregrino! Me quedé medio adormecido escuchando el Rosario y esperando a que saliera el cura pero apareció una monja que hizo una especie de celebración, una misa, y me puse a reflexionar sobre que si en la cuna de san Pedro Claver, uno de los jesuitas más conocidos que hay, no hay cura que pueda celebrar una misa diaria, qué no pasará en otros pueblos de la España vaciada y cómo estará la situación dentro de 20 o 30 años cuando esta señora no esté ya entre nosotros.
Publicidad
– ¿Y los templos?
– Es caro mantenerlos y en muchas comunidades en las que no hay mucho dinero, se van deteriorando. Así que los americanos compran una iglesia y se la llevan piedra a piedra porque si no, aquí se van a caer a pedazos. De momento, se está manteniendo el patrimonio bastante bien y esperemos que siga así.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.