
Belén Gopegui y los espías espiados
Juego de espejos. ·
Una distopía sobre la subcultura de la vigilancia que traen los avances tecnológicos en las economías de libre mercadoJuego de espejos. ·
Una distopía sobre la subcultura de la vigilancia que traen los avances tecnológicos en las economías de libre mercadoTradicionalmente, la novela distópica ha tenido como su gran bestia negra al Estado. Es el caso de las obras pioneras del género: 'Un mundo feliz' ... de Aldous Huxley, '1984' de George Orwell,'Fahrenheit 451' de Ray Bradbury… Esa tradición se ha mantenido hasta el presente. Un ejemplo lo representan 'El cuento de la criada' de Margaret Atwood (1985) y su secuela, 'Los testamentos' (2019), que tienen su punto de partida en un golpe de Estado que instaura una teocracia misógina de pesadilla: la República de Gilead. Incluso en las distopías que no se centran en un asfixiante orden político sino en desastres nucleares o pandémicos, no tarda en asomar por algún lado la sombra del poder totalitario como causante o gestor de la tragedia. El caso de 'Te siguen', la nueva entrega narrativa de Belén Gopegui, supone una curiosa novedad en este contexto. Estamos ante una ficción distópica, pero aquí el monstruo ya no sería el Leviatán hobbesiano ni ninguna de sus versiones contemporáneas sino la empresa privada, esto es, la institución básica y genuina del sistema capitalista.
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El esquema argumental que dibuja el libro es el de un infernal y laberíntico juego de espejos en el que el vigilante, el observador, el espía es a su vez espiado, observado y vigilado. En el Madrid de un tiempo indeterminado, pero posterior a una pandemia, un tal León tiene como misión de la empresa para la que trabaja inmiscuirse concienzudamente en las vidas privadas de aquellos ciudadanos que todavía han conseguido sustraerse del control absoluto. Por varias razones, León no responde al estereotipo de espía de la Stasi que recordamos de la película 'La vida de los otros', estrenada en 2006. No estamos en la Alemania del Este anterior a la caída del Telón de Acero sino en un Estado democrático y sus procedimientos son menos explícitos y rudimentarios que los del capitán Gerd Wiesler. Son los de las modernas y sofisticadas tecnologías. Por un lado, tiene acceso a una infinidad de datos (cuentas bancarias, costumbres cotidianas, preferencias en el consumo...), pero, por otro, su espionaje es más despersonalizado. Es por esa razón por lo que decide fijar su atención en dos personas que se constituirán en los personajes más atractivos de la novela: Casilda y Jonás, dos jóvenes treintañeros que, cada uno a su modo, escapan a los corsés que marca el estereotipo civil.
Ella es militante de un movimiento contestatario volcado en el activismo social y ecológico. Aunque su pasión por la Naturaleza no deja de ser sincera, posee un discurso elaborado por la concienciación doctrinal y política. Él, por el contrario, es un ser más desideologizado, un tendero al que le gusta mantener ese tipo de trato llano y directo con los parroquianos que los bancos y un gran número de entidades empresariales han convertido en un puro anacronismo al delegar la atención al cliente en una máquina. Ambos, Casilda y Jonás, inician una relación amorosa a la que se suma la capacidad de la chica para atraerle a él a sus filas y hacerle partícipe de sus acciones de lucha antisistema bajo la mirada indiscreta de León, de la cual ellos se muestran totalmente ignorantes y ajenos. Como en un juego de cajas chinas o muñecas rusas, León está siendo al mismo tiempo espiado por Minerva, una cualificada 'agente' de otra pequeña empresa rival, que tiene, así, acceso a sus pesquisas sobre la pareja mientras todos ellos son a su vez y simultáneamente espiados por una multinacional demiúrgica.
El lector va teniendo noticia de todos esos movimientos a través de una serie sucesiva e ininterrumpida de fragmentos de diario que vienen a conformar la estructura de toda la novela dándole a esta un carácter polifónico. Fragmentos de Casilda, de Jonás, de León, de Minerva, de una tal Alma Moriano que tendrá un papel esencial en el desenlace; de esa poderosísima corporación empresarial que responde a las siglas de G3AMX.
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'Te siguen' es una novela ideológica, pero, pese a esa limitación, cumple ortodoxamente el inicial objetivo que tuvo el género distópico: advertir de una amenaza que se cierne sobre la sociedad y que hoy olvidan algunos cultivadores del género convirtiéndolo en un divertimento gratuito. Belén Gopegui pone el dedo en la llaga de un peligro que advertimos todos cuando se nos niegan informaciones elementales en nombre de la sagrada 'protección de datos' mientras recibimos llamadas en las que una voz afectada y desconocida, que nos quiere vender algo, parece saberlo todo de nosotros.
J. Ernesto Ayala-Dip
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En 2013, el escritor francés Pierre Lemaitre dio comienzo a dos trilogías antológicas en entidad literaria e histórica de un país donde sobre todo la memoria histórica ha sufrido durante muchos años flagrantes lagunas. La primera se tituló 'Los hijos del desastre', donde describía los avatares de los años posteriores a la Primera Guerra Mundial en tres títulos supremos: 'Nos vemos allá arriba', 'Los colores del incendio' y 'El espejo de nuestras penas'. Este inesperado cambio de tercio narrativo, esta intromisión de fragmentos de la historia y la intrahistoria francesa del siglo XX en medio de la narrativa policiaca que venía practicando con apabullante cantidad de lectores en todo el mundo, nos mostró a un Lemaitre comprometido con la búsqueda de respuestas sobre el pasado de su país.
A su segunda trilogía, 'Los años gloriosos', pertenece 'El silencio y la cólera', donde asistimos a una situación parecida, desde el punto de vista social y familiar, a la que narraba en 'Los colores del incendio', que todavía bulle en mi memoria literaria de fuste. Hélène es una periodista que asiste a la desaparición de un pueblo por la construcción de un pantano. Y ella es hija de un hombre de provecho, el empresario Louis Pelletier, que en los años 50 ve desde Beirut, donde vive con su mujer, los progresos y retrocesos de su familia. Francia y sus clases acomodadas han corrido un tupido velo sobre el colaboracionismo, y ahora ya están prestas para volver a sus andadas. Fue un placer enterarme de algunas cosas que ignoraba de Francia; por ejemplo, su tratamiento represor sobre el aborto, a la vez que muchos se enriquecieron con esta práctica clandestina. Y en esta novela hay otra novela, la de un crimen que nunca se pudo resolver. Pero al criminal lo tenemos escondido entre el resto de los otros personajes. ¿Un asesino en serie?
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Ahora tenemos el cierre de esta segunda trilogía, con la publicación de 'Un futuro prometedor'. El argumento e intriga de esta novela se centra durante el período de la llamada Guerra Fría. Los Pelletier, a los que habíamos dejado en Beirut manejando sus negocios, regresan a Francia. Ahora los vemos al lado de su curiosa familia, algunos buena gente y otros, mejor tenerlos lejos de nosotros.
Destacan sobremanera en tono dramático una nieta de los Pelletier, el costado bueno de la estirpe, y en las antípodas, su madre, una mujer perversa de manual. Lo que no esperábamos de Lemaitre es que nos colara una espléndida novela de espías dentro de otra. Y ambientada en la Praga de la época. Estamos en los años 60, los años de las mejores historias de ficción sobre el papel de los espías en este periodo.
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Pierre no defrauda a sus lectores. Escriba lo que escriba siempre es literatura de gran altura narrativa. Y como quería Cervantes, adictivamente entretenida.
Pablo Martínez Zarracina
Cien años después de la publicación en España de 'Peter Pan y Wendy', el libro que fijó el mito del niño que no se hace mayor y entiende el lenguaje de las hadas, llega hasta nosotros este pequeño cofre lleno de inéditos de su autor, James Matthew Barrie. Todo en él brilla y nos remite a la fascinación por un personaje tan célebre como escurridizo. Peter Pan lo es, entre otras cosas, porque Barrie no escribió solo los dos libros sobre él que generalmente se conocen y en ocasiones se mezclan -'Peter y Wendy' y 'Peter Pan en los jardines de Kensington'-, sino un total de once obras libérrimas y heterogéneas entre las que hay versiones teatrales, cuentos, prosas e incluso una fotonovela.
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Cuatro piezas de ese corpus nunca antes publicadas en español componen el núcleo de este volumen al cuidado de Alejandro Lapetra, investigador especializado en Barrie que consigue una edición llena de datos pero también al servicio del disfrute del lector. Los inéditos son 'Anónimo: una obra', la versión primigenia y salvaje de lo que conocemos como la historia de Peter Pan; 'Notas feéricas', una serie de anotaciones en las que Barrie perfila su personaje y su mundo; 'El borrón en Peter Pan', un cuento entre la ficción y la realidad sobre el origen del niño eterno, y 'El capitán Garfio en Eton o el Solitario', un asombroso discurso que Barrie dio en 1927 en el 'college' en torno a uno de sus exalumnos sin duda más insignes: James Garfio, a quien siempre se pudo reconocer por «su extraordinario aire de 'noblesse oblige'».
Junto a un buen número de ilustraciones de época y los diseños de vestuario para la primera producción teatral de 'Peter Pan', completan el libro dos breves textos en los que Barrie da indicaciones para representar su obra y un anexo compuesto por otras dos piezas inéditas -'El cuerpo en la caja negra' y 'La casa del miedo'- en los que el autor no viaja a Nunca Jamás, pero aborda una de las múltiples oscuridades que a su manera iluminan la figura de Peter: el 'doppelgänger' o doble siniestro.
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Si el conjunto sirve para demostrar cómo el universo de Peter Pan fue para Barrie un proyecto en marcha, sirve aun más para confirmar el particularísimo talento de un autor capaz de aunar como pocos fantasía, ingenio y profundidad. Su acercamiento a la idea de la infancia no tiene mucho parangón. Es al tiempo verdadero, mágico, duro y desolador. Rebosa brillantez y acumula significado. Lo demuestra de un modo particularísimo la pieza que es probablemente lo más asombroso de estos inéditos: las 466 notas «feéricas» en las que encontramos cristalizado en forma de idea o descripción (en ocasiones casi en la de verso o aforismo) mucho de lo que en la lectura de 'Peter Pan' deslumbra.
Txani Rodríguez
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Miren Billelabeitia acaba de publicar la traducción al castellano, firmada por Ángel Erro, de 'Norberak maite duena. Hitza gogoan, irakurketa biziz', que mereció el Premio Euskadi de Ensayo en Euskera en 2023, bajo el título 'Lo que una ama. Pensar la palabra, vivir la lectura', de la mano de la editorial Consonni. La autora, licenciada en Filología Vasca, ha sido profesora de Literatura Universal y de Lengua y Literatura Vasca en el instituto de Mungia, su localidad natal, y de esa experiencia nace este ensayo que, entre otras ideas esperanzadoras, defiende de forma muy argumentada - apoyándose tanto en su propia experiencia como en datos- que los jóvenes sí leen.
El origen de este trabajo está en las tertulias literarias que durante más de dos décadas ha desarrollado con su alumnado. Cada participante leía el libro seleccionado, elegía un fragmento que luego compartía en voz alta y, de esa manera, se analizaban las reflexiones y valoraciones que hubiera suscitado y se trabajaba el pensamiento crítico y la expresión oral. «Creo que alcanzaron la misma capacidad lectora que yo, lo cual me produce una enorme alegría», dice, y mantiene que «si no les damos la oportunidad de participar en debates cultivados y sinceros, reducimos su humanidad y, con ella, la de todos». El sistema de Billelabeitia es exportable y la lectura de su ensayo, que recorre grandes obras de la literatura, transmite amor por los libros y por la docencia.
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Iñaki Ezkerra
'Canon de cámara oscura' es la última entrega novelesca de Enrique Vila-Matas y en ella vuelve a su universo metaliterario, o sea, a una parodia lúdica de la literatura poblada de guiños y sobreentendidos. El texto se abre con una conversación extravagante que el narrador y protagonista mantiene con Violet, una mujer bastante intensa a la que nota reinventada tanto en su carácter como en su forma de vestir y que fue la 'novia eterna' de un tal Antonio Altobelli. Altobelli es un escritor fallecido que tuvo un papel determinante en su propia vida. De este, de su obra y su concepción de la escritura, Vidal Escabia (así se llama el héroe y narrador de la historia) dice maravillas ceñidas a la gloria local -«uno de los pocos narradores valientes que ha tenido Barcelona»- a la vez que lo considera un autor 'fracasista' y malogrado. El talento de Altobelli residió en su apuesta por una literatura «a lo Laurence Sterne», que nos remite a las ideas expuestas en la 'Historia abreviada de la literatura portátil', ficción ensayística que Vila-Matas publicó en 1985. La biblioteca que Escabia heredó de ese contradictorio personaje lleva consigo el compromiso siniestro de un canon literario que nacerá de un cuarto oscuro de su casa. Y con este se mezclan la relación problemática con una hija y con los Denver-7, unos androides robóticos que solo existen en Barcelona y con los que Violet está obsesionada. Una novela que quizá haya sido escrita por un Denver que se hace pasar por Enrique Vila-Matas.
Julio Arrieta
A mediados del siglo XIV la peste negra, causada por una variante de la bacteria Yersinia pestis, llegó a Europa. Entró en barco por Italia, quizá por Génova o Venecia, quizá a través de Sicilia, se extendió con rapidez a Francia y España, y acabó aniquilando a más de un tercio de la población del continente -las estimaciones oscilan entre el 30% y el 60%- en varias oleadas. La historiografía ha tratado de entender esta epidemia y su impacto en la historia social, económica y cultural europea relacionándola con la conocida como crisis del siglo XIV, el fin del sistema feudal, el desarrollo del capitalismo y el nacimiento del mundo moderno. En 'El mundo que forjó la peste' el historiador neozelandés James Belich aborda y revisa este tema complejísimo y discutido desde un enfoque novedoso que seguramente será objeto de debate. Sostiene Belich en este estudio ambicioso, complejo y en ocasiones abrumador, la idea de que «contrariamente a lo que damos por sentado, la peste negra podría ser la raíz del ascenso de Europa», en sus propias palabras. Belich habla de una auténtica «edad de oro» entre 1350 y 1500 y mantiene que aquella epidemia devastadora fue, si no el desencadenante, el potenciador de una renovación tecnológica -la caída de la población obligó a desarrollar tecnologías ya conocidas como los molinos de viento, los de agua o la pólvora- social, económica y cultural que daría forma al predominio de Europa durante la Edad moderna.
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Jon Kortazar
No son ni fáciles de encontrar ni abundantes las traducciones del asturiano al castellano, con la salvedad de la más que merecida fama obtenida por Xuan Bello y su obra. Aparece ahora la traducción, de 'Crónica de la luz y de la sombra' de Antón García, actual director de Política Lingüística del Principado de Asturias. Con esta novela obtuvo el Premio Xosefa Xovellanos en 2014. Narra la historia de la última ejecución pública en Asturias, la de Rafael González Gancedo el 27 de junio de 1899. La leyenda oral, contada por el padre del autor, decía que era la última pena de muerte pública en Europa. No fue así, como subraya el autor en una nota final.
En un relato que sigue las reglas clásicas de la crónica, con el anexo de un terrible álbum fotográfico, Antón García relata las circunstancias del crimen. Rafael González Gancedo mató a su mujer y a su hijo recién nacido. La historia se enmarca dentro de la novela criminal rural, contada de manera cronológica. La voz narrativa adquiere una importancia sustancial y empapa toda la novela. Una frecuencia en la que se oye el habla de la montaña con su vocabulario particular en la primera parte, en la descripción de los personajes en la segunda, en el retrato del juicio en la tercera y en la ejecución en la última; una onda sonora que marca el ritmo de la novela en su amplitud de frecuencia, en su riqueza léxica y sintáctica, cuyo último objetivo reside en crear la configuración del clima moral y social de una época.
Íñigo Linaje
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No podemos negarlo: los lectores de epistolarios estamos acostumbrados al carácter morboso de este género. Es imposible, por ejemplo, permanecer impasible ante las turbulencias amorosas de Zelda y Scott Fitzgerald. O ante el romanticismo que llena las páginas que Kafka escribió a Milena Jesenska. Imposible no sucumbir al encanto de las cartas de Pedro Salinas o a las que se cruzaron -bajo el telón de fondo de la guerra- los poetas Ingeborg Bachmann y Paul Celan.
Sin embargo, hay epistolarios que, lejos de mostrar la intimidad entre dos personas, son diálogos apasionantes sobre literatura. Un ejemplo sería 'Aquí y ahora', la sabrosa colección de misivas de Paul Auster y J.M. Coetzee. En esa categoría podríamos incluir 'Correspondencia, 1971-2005', que recoge las cartas que se enviaron a lo largo de tres décadas el editor Jorge Herralde y el ensayista Hans Magnus Enzensberger. No encontraremos aquí gestas ni conflictos personales, sino las huellas de una relación profesional que, con los años, derivará en amistad. Uno de los 'peros' del libro es la escritura poco ortodoxa del alemán. Y es que su empeño por escribir en castellano resulta simpático por su espontaneidad, pero lastra la lectura. Las cartas del catalán son más sustanciosas, aunque al responder a un propósito protocolario, no dejan de ser una curiosidad. Una curiosidad que gustará a los seguidores de Herralde, ese editor colosal al que tanto debemos los lectores de este país.
Mariano Villarreal
Juan Miguel Aguilera es uno de los escritores de mayor talento dentro la ficción científica española. Dotado de una singular predilección por la ciencia ficción dura -es decir, rigurosa desde el punto de vista científico- es autor de numerosos hitos dentro del género, como 'Mundos en el abismo', 'El refugio', 'Rihla' y'La locura de dios', entre otros. Su última novela data de 2014 y ha sido necesario esperar más de diez largos años para acallar las voces de quienes le situaban ya fuera del género.
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Aguilera ha mudado su estilo, caracterizado por planteamientos altamente especulativos en los terrenos tecnológico, biológico, de exploración del cosmos por parte de la humanidad del remoto futuro, para abrazar ahora a un tipo de lector generalista interesado por los retos de nuestro presente y que busca profundizar en el equilibro entre tecnología y sostenibilidad, el cambio climático, el auge del imperialismo económico chino, etc. Eso sí, sin perder un ápice de su habitual amenidad y afán divulgativo.
El resultado es una novela fluida en la que prima el sentido de la maravilla sobre la trama, una investigación policial en la que un inspector europeo y la jefa de seguridad de una descomunal arcología china autosuficiente, erigida en la costa de Bretaña y con capacidad para albergar a un millón de personas, unen sus fuerzas para tratar de resolver un crimen perfecto. La espectacular portada es también obra del popular escritor e ilustrador valenciano.
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