Beethoven en la remozada Filarmónica

La Filarmónica ha suprimido el primer concierto de su programa, ante las dificultades para traer con todas las garantías la Britten Sinfonia. Por eso su temporada comenzará el 14 de octubre, con el pianista Dmytro Choni y la Sonata Nº 12 de Beethoven para levantar el telón del ciclo. A partir de ahí, la palabra que repite Carmen Iztueta, presidenta de la entidad, es «flexibilidad». Flexibilidad para adaptarse a las condiciones del aforo máximo y para afrontar los programas.

Aunque llegaron a estudiarlo seriamente, al final la Filarmónica no hará más que una función, dado que después de haber sondeado a sus socios entienden que es muy improbable que se junten más de 600 en cada una de ellas. Para ganar margen, se suprimirán las invitaciones de los socios.

Pero, limitaciones aparte, lo más significativo de la programación de la Filarmónica está en los nombres, con dos muy queridos por aquí en el mes de abril: un recital de Joaquín Achúcarro y un concierto de la BOS dirigida por Juanjo Mena. En ambos casos, aún no se ha anunciado el programa.

Además, estarán el Cuarteto Jerusalem, Christian Zacharias, Sol Gabetta, Renaud Capuçon, Angela Hewitt, Daniel Hope y Grigory Sokolov. Si este último se viera obligado a cancelar su actuación (como le sucedió en San Sebastián y Santander el pasado agosto porque le exigían luego al regresar a su casa de Suiza que hiciera dos semanas de cuarentena), la entidad tiene previsto un 'plan B'. Lo tiene para ese programa y para casi cualquier otro: recurrirían a artistas locales o al menos residentes en España para cubrir la programación.

La música no dejará de sonar en la remozada sala de Marqués del Puerto, donde ya han terminado las obras que obligaron a hacer algunos conciertos en el Teatro Campos la pasada temporada.