Borrar
fotolia
Balones

Balones

La mirada ·

Sábado, 3 de diciembre 2022, 00:06

Mi abuela me contaba que detrás de la casa miserable en que transcurrió su infancia había un viejo osario, y que a menudo los huesos de los muertos que todo el mundo había olvidado afloraban sobre el barro. Ella no iba a la escuela, ninguno ... de los niños que poblaban aquella calle turbia a las afueras del pueblo se había asomado jamás a una cartilla o un ábaco: en su lugar, bárbaros, desgraciados y libres, corrían por los terraplenes, se hacían armas con los palos de las basuras, esperaban el momento fatídico en que la conciencia de la pobreza los aniquilaría. A veces, jugaban con los restos del osario. Mi abuela me contaba, y aquí una risa de escándalo no podía evitar interponerse entre sus recuerdos, que una vez vio que los niños hacían rodar una calavera como si fuera un balón. La trasladaban por el fango a patadas, igual que en un partido de fútbol, que en una alegoría.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Balones