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Juan Manuel Díaz de Guereñu
Sábado, 13 de abril 2024, 00:05
Teddy Goldenberg, nacido en Israel (1985) y afincado en Berlín, tiene un currículo corto como autor de cómics, pero que incluye creaciones sorprendentes. Tras publicar historietas cortas en revistas, como cualquier principiante, su primer cómic largo, aún inédito en español, huye de lo habitual. Se ... trata de una secuela en viñetas de 'Cobra, el brazo fuerte de la ley' (1986), película que protagonizó Sylvester Stallone. Naturalmente, va de guasa.
'Ciudad del hampa', que edita Fulgencio Pimentel, es su primera obra traducida y también se sirve del humor para desconcertar expectativas. Su contracubierta ofrece el surtido habitual de frases promocionales, esta vez atribuidas a lectores. El autor, dicen, «podría ser un genio» o «un ángel caído», a quien, concluye otro, «nadie le dijo dónde estaban los límites».
Ciertamente, Teddy Goldenberg tantea en su creación los límites, pero no los que determinan qué es moralmente tolerable y qué no en una representación gráfica como la que ofrece el cómic. El autor se arriesga a merodear cerca de las líneas rojas de lo inteligible, quizás a cruzarlas.
La cubierta de 'Ciudad del hampa' sugiere una clave interpretativa del relato que después el autor abandona o conduce hasta el absurdo. El título colabora con la ilustración de cubierta, una viñeta tomada del interior en la que un coche de época pasada, tal vez de los años cuarenta, se aleja hacia las laderas oscuras de unos montes. Título e ilustración sugieren conjuntamente un relato negro como los que protagonizó Humphrey Bogart, huidas desesperadas de los agentes de la ley y destinos sombríos.
Pero las historias que el autor desgrana no se atienen a ese género sugerido de inicio. No aparece en ellas ningún miembro del hampa ni hecho delictivo que justifique la mención de esta, aunque alguna situación parece amenazante. Y los traductores al español no han traicionado el sentido original, pues el título de la edición anglosajona, 'City Crime Comics', adolece de la misma falta de congruencia con los contenidos que desarrolla la obra.
Ciudad perfilada en negativo
'Ciudad del hampa' incluye veintiún relatos breves, la mayoría de solo dos páginas, aunque algunas piezas cuentan cuatro, seis y hasta diez. Están compuestos sobre una estructura de página invariable, una rejilla de seis viñetas de igual tamaño, distribuidas en tres filas. La primera viñeta de la primera página está reservada para el título. Tal estructura formal constante afirma la pertenencia de cada relato al conjunto y define la unidad de la obra.
Pero las historias no aportan un topónimo o un paisaje urbano característico que confirmen la unidad de espacio que promete el título de la obra. La ciudad que menciona apenas adquiere desarrollo en los relatos: un personaje se alegra de alejarse de la ciudad en una escapada improvisada, otro se escabulle en la noche por sus callejas tras toparse con un desconocido amenazador, y un tercero regresa con recuerdos dolorosos de otra ciudad. La ciudad del hampa de Goldenberg se perfila en negativo, por contraste con lo que no se integra en ella.
En cuanto a su representación gráfica, ésta es laboriosamente anodina. Edificios y rincones esquemáticos sirven de escenario de aspecto improvisado para cada pieza. Si se propusieron caracterizar la ciudad del hampa (o del crimen), olvidaron que ello requiere detalles específicos.
La época en que transcurren los relatos nunca se menciona, aunque cabe darla por implícita en vehículos y ropa, tan característicos. Dicho atrezo elemental remite a mediados del siglo XX, o más bien a su representación cinematográfica, que define la imagen clásica del género negro. También la del romance.
Los protagonistas de los relatos, dibujados como al desgaire, muestran repetidamente los rasgos físicos acostumbrados en personajes que habitan esa época y esos géneros. Habitualmente trajeados y repeinados ellos, con falda hasta debajo de la rodilla y melenas fijadas con laca ellas, muestran además mandíbulas varoniles, rostros ingenuos o labios pintados de rojo intenso. El dibujo de los personajes evoca los del romance y el relato negro en una versión algo desmejorada, de trazo descuidado o rebelde, que a propósito o por torpeza maltrata los códigos visuales de tal tradición.
Las piezas que integran 'Ciudad del hampa' son en su mayoría tan breves (dos páginas, doce viñetas) que apenas permiten un desarrollo narrativo congruente. Teddy Goldenberg sistemáticamente elige descarrilar los relatos en el absurdo, componer atisbos extravagantes de su ciudad. En el primer relato, el recuerdo de lo que el progreso hizo desaparecer de la ciudad concluye cuando un personaje se esfuma. En 'El sector público' convocan a la protagonista para convertirla en estatua. En 'Extraña historia', una de las piezas más extensas, el protagonista confiesa haber asesinado con una pistola de juguete y es declarado inocente.
Con tenacidad a ratos jocosa, a ratos inquietante, Teddy Goldenberg sugiere claves de lectura que luego desmonta bruscamente. Es el suyo un arte de promesas incumplidas, inesperado y desconcertante como un sueño.
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