Los 30 años del Hubble
Astronomía ·
El conocimiento del Universo ha tenido un gran impulso gracias a este telescopioAstronomía ·
El conocimiento del Universo ha tenido un gran impulso gracias a este telescopiomauricio-josé schwarz
Viernes, 29 de mayo 2020, 20:12
El telescopio espacial Hubble es sinónimo de extraordinarias imágenes de las profundidades del universo: viveros de estrellas, nuevos sistemas solares, supernovas poderosas, galaxias en colisión y, en un momento extraordinario, al observar una pequeñísima fracción del cielo, totalmente oscura a nuestros ojos, la imagen de ... miles y miles de galaxias, el hoy famoso 'campo profundo' que nos dijo claramente lo mucho que queda por conocer del universo real.
Publicidad
Su historia, que comienza con problemas de financiación y cambios que culminaron en su lanzamiento el 24 de abril de 1990, tiene además mucho de 'thriller'. Incluye desde el descubrimiento de que su espejo principal tenía una distorsión que hizo necesaria una misión de reparación en 1993, hasta las cuatro misiones de servicio que ampliaron su vida útil, hoy calculada para finalizar al menos en 2030.
Pero detrás de las imágenes, a veces bautizadas con nombres por demás caprichosos, está el trabajo científico, los hechos, datos y conocimientos que aporta y ha aportado el Hubble gracias a su ubicación en el espacio, sin las distorsiones de la atmósfera y el clima que limitan lo que podemos ver desde la superficie de nuestro planeta.
De hecho, el primer 'paper' científico resultado de las observaciones del Hubble analizaba las posibilidades del propio telescopio al observar la galaxia NGC 7457, a una distancia de cuarenta millones de años luz de nuestro sistema solar (un solo año luz es una distancia de 63.000 veces la que separa a nuestro planeta del sol, que los astrónomos usan como medida, llamada 'unidad astronómica' y que es de más o menos 150 millones de kilómetros). El autor, el Dr. Tod R. Lauer y sus varios coautores, escribieron en el 'Astrophysical Journal' que la concentración de estrellas en el centro de esa galaxia era al menos 30.000 veces más densa que en nuestro barrio estelar y revelaban la primera pregunta que se derivaba de las observaciones del nuevo telescopio: «Aún no se sabe cómo este apretado núcleo se ve unido gravitacionalmente».
El Hubble ha realizado importantes descubrimientos en nuesto propio Sistema Solar. Monitoriza continuamente la climatología de los planetas, observando en detalle acontecimientos como sus tormentas, fueran las de arena en Marte, principalmente la que en 2018 envolvió la totalidad del planeta o las turbulencias de los gigantes gaseosos. Fue el primer dispositivo en observar la primavera de Neptuno, además de revelar que Urano es un planeta enormemente dinámico con con las nubes más brillantes del sistema solar. Descubrió además cuatro nuevas lunas de Plutón, aparte de la ya conocida Caronte: Hidra, Nix, Cerbero y Estigia, planteando a los astrónomos la pregunta de cómo un cuerpo tan pequeño como ese puede tener una colección de satélites tan compleja. Su observación del choque contra Júpiter de los fragmentos del cometa Shoemaker-Levy 9 permitió saber que el planeta gigante tenía en su atmósfera una cantidad de agua mucho menor de la anteriormente calculada.
Publicidad
Los procesos de nacimiento, desarrollo y muerte de las estrellas ocurren a lo largo de miles de millones de años, y por tanto solo pueden observarse en momentos concretos y, a partir de ellos, tratar de prever cómo será el proceso a lo largo del tiempo. El telescopio Hubble ha estudiado grupos de estrellas de muchos tamaños utilizando la espectroscopía, el análisis de su luz, para conocer la composición química detallada de sus componentes, lo que nos permite conocer mejor el proceso de formación de las estrellas, su evolución y la precisión de los modelos que la explican. La detección de discos de gas y polvo alrededor de la mayoría de las estrellas en formación indica que los sistemas de planetas son comunes alrededor de las estrellas.
Y al final de la vida de las estrellas, se han observado y seguido desde que se puso en órbita los restos de la Supernova 1987A, hasta hoy mostrando anillos y nudos gas que brillan alrededor de la explosión de la estrella y la forma en que se desarrollan las consecuencias de su estallido.
Publicidad
Dado que al ver más lejos a los confines del universo el Hubble también está viendo el pasado, ya que está registrando luz que se emitió mucho antes que la de zonas más cercanas a nosotros, ha podido determinar que a lo largo de su desarrollo las galaxias de unos 10.000 millones de años tienen una estructura menos desarrollada, más simple y de formas más variadas y, a veces, caprichosas, y se desarrollan hasta tener el aspecto que podemos ver hoy en nuestro espacio local, en galaxias de entre 3.000 millones de años y la actualidad.
La determinación precisa de la edad del universo que se consiguió con sus observaciones postuló también un enigma cósmico: la existencia de la energía oscura. Además, el Hubble estudia la materia oscura detectando sus efectos gravitacionales. Materia y energía oscura forman la mayor parte de nuestro universo. .Lo que podemos ver es sólo una fracción
Publicidad
Una de las más apasionantes áreas de la exploración de nuestro más apreciado telescopio es la búsqueda de exoplanetas, es decir, planetas girando alrededor de estrellas que no sean la nuestra y, especialmente, aquellos cuyas características permiten especular sobre su capacidad de mantener vida. Los exoplanetas se detectan generalmente de modo indirecto, pero en 2000 Hubble estudió el exoplaneta HD 209458, el primero fuera de nuestro sistema que hace 'tránsitos' frente a su estrella. Al hacer esto, es posible estudiar las frecuencias de luz que absorbe la atmósfera del planeta, lo cual nos muestra su 'huella dactilar' química. En este caso, el Hubble descubrió gas de sodio en el planeta que no existe en la composición de la estrella.
De modo destacado, el Hubble detectó metano en la atmósfera del planeta HD 189733 b, situado a una distancia de 63 años luz. Fue la primera vez que se detectó una molécula orgánica en la atmósfera de un exoplaneta. Apenas en 2019, el Hubble, junto con otros telescopios, determinó que la atmósfera del planeta K2-18b, que orbita alrededor de la estrella roja K2-18 a unos 124 años luz de nuestro sistema solar, contenía vapor de agua… el primer exoplaneta que lo exhibía, aumentando el interés por conocer no solo la posible existencia de vida en otros lugares del cosmos. También en ese año, el Hubble observó por vez primera a un cometa interestelar cruzando nuestro sistema solar.
Publicidad
El telescopio James Webb, cuyo lanzamiento estaba previsto para inicios de 2021, se había pensado como sustituto para el Hubble, pero la robustez de este último hace esperar que, salvo alguna catástrofe informática grave, pueda seguir operando durante muchos años haciendo tándem con el nuevo dispositivo. Incluso se ha hablado de una nueva misión de servicio para garantizar su continuado funcionamiento.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.