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Néstor Basterretxea y Fernando Larruquert en el rodaje de 'Ama Lur'. E. C.

'Ama Lur'. El nacimiento del cine vasco moderno

1968 ·

Néstor Basterretxea y Fernando Larruquert establecieron el imaginario de lo vasco en su primer y último largometraje

Sábado, 4 de mayo 2024, 00:12

Fernando Larruquert cuenta el origen de 'Ama Lur' (1968) en el libro sobre su obra editado por Filmoteca Vasca. Durante el rodaje del cortometraje 'Pelotari' (1964), también codirigido junto a Néstor Basterretxea, viajaban por el interior de Gipuzkoa cuando la visión de un valle en ... la cima de un puerto les dejó sin aliento. «Néstor se sorprendió al verlo porque desde los 13 años vivió en Argentina y no conocía Euskal Herria. Admirado, recuerdo que dijo: 'Qué país más bonito tenemos... ¿Por qué no hacemos un documental sobre él?».

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Con 'Ama Lur' comienza la época moderna del cine vasco. La primera película vasca seleccionada por el Festival de San Sebastián abonará de tal manera el imaginario de una sociedad que toda posterior representación de lo vasco tendrá en sus imágenes un referente primordial; sin 'Ama Lur', no existiría 'La pelota vasca', de Julio Medem, sin ir más lejos. El catálogo del Zinemaldia rezaba en 1968: «'Ama Lur' es, ante todo, un canto emocionado al País Vasco; una visión entrañable de sus tierras y sus hombres (...) un verdadero caleidoscopio con más de setenta temas filmados a lo largo de más de dos años de rodaje por la siete provincias vascongadas».

La relación de Basterretxea con el cine arranca en 1963 gracias a la productora X Films, creada por el industrial y mecenas Juan Huarte. Su primer cortometraje, codirigido junto a Larruquert, 'Operación H' (1963), es una obra experimental en torno al mundo del diseño industrial a partir de una idea de Oteiza. Las piezas de las fábricas del empresario navarro se tratan como si fueran objetos artísticos. En la música encontramos a Carmelo Bernaola y Luis de Pablo.

Un año después, Basterretxea y Larruquert fundan la productora Frontera Films y firman 'Pelotari' (1964), que describe las modalidades del juego al tiempo que eleva a su protagonista a la categoría de mito. Tras rodar 'Alquézar, retablo de pasión' (1966), un documental sobre la Semana Santa en la población del Pirineo oscense, afrontan la película que marca, en la docta opinión de Santos Zunzunegui, «el punto de partida del moderno cine vasco».

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Una imagen del filme tomada en Hondarribia.

Seis millones de pesetas

El primer largometraje producido exclusivamente en Euskadi tras la Guerra Civil intentaba establecer un lenguaje cinematográfico arraigado en la tradición cultural vasca. Su título procede de la traducción al euskera del indígena Pachamama, la Tierra Madre. Larruquert se fue empapando de la cultura vasca gracias a los libros que Telesforo Monzón le prestaba en su casa de San Juan de Luz y que la madre del director pasaba por la frontera sentada encima de ellos en el coche. El objetivo era que los vascos conocieran su país y una cultura escamoteada por el régimen franquista.

Los 6 millones de pesetas del presupuesto se consiguieron por suscripción popular, a 100 pesetas la acción. La censura obligó a retirar una escena del Árbol de Gernika nevado, así como imágenes del lienzo de Picasso. Los directores fueron conminados a citar tres veces la palabra España a lo largo del metraje. Prima la visión idealizada de lo vasco, la tradición y el folclore sobre la conflictividad social y económica. El Festival de Cine de Bilbao otorgó a 'Ama Lur' el Premio Conde de Foxá... que ensalzaba los valores hispánicos.

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Basterretxea no pudo llevar a cabo proyectos como la leyenda del caballero Teodosio de Goñi y la vida del explorador Manuel de Iradier. Jamás volvió a dirigir.

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