Conchita 'La tuerta', que parece recién salida de los aspavientos de una pintura barroca, queda tuerta en el flirteo con un Guillermo Tell chapucero. 'Tuerta soy; ya está; en la flor de la vida; marchita antes de perfumar'. El rencor por su desarreglo lleva a ... la doncella a jurar vengarse del mismísimo Amor. Y el maleficio renace siglos después con pretendientes que la cortejan ya en moto.

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'La tuerta'

  • Autor y director: Jorge Usón.

  • Intérprete: María Jáimez.

  • Pabellón 6 (hoy última función).

Una gran lámina blanca tapa el fondo y el suelo de la escena vacía. Sombras y luces expresionistas o narrativas que animan la actriz granadina María Jáimez y la luz de Juan Gómez-Cornejo. Tarea de intérprete, pues, en un estilo que es danza, mímica, pantomima, gesto, y teatro con un texto sincopado en la sintaxis y en la idea, con incesante acción vista o narrada. Frases hechas, tics orales, cantinelas, citas y ecos de poetas del amor. La luz, el irónico empaque musical de Mariano Marín y Torsten Weber, y hasta dos o tres imágenes como goyescas o de estrambóticos rayos X, crean un clima onírico donde hay un humor de esperpento que juguetea con el amar, el desamar, y hasta el perdonar o contemporizar.

Es la ópera prima del ahora dramaturgo y antes actor, el médico siquiatra Jorge Usón, premio Max 2024 al Autor Revelación. Es un trabajo inaudito, y con el tema tan usual del fracaso amoroso donde tantas cosas se han dicho, pasa algo distinto: contar de otra manera, recrear el teatro. Jugar, en una aventura poético-esperpéntica sobre la mujer y los amores.

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