Poncia, la curtida sirvienta de Bernarda Alba, afronta la muerte de Adela, suicida por su amor desesperado a Pepe Romano, que esposará con la hermana ... mayor Angustias, la heredera. «Ha muerto una hembra valiente», dice Poncia, y en cierto modo se culpa. Poncia es testigo, conoce verdades reservadas de la casa. Es como el ama de las llaves e influye por lo que sabe. Lo que sabe de la una y las otras. Poncia habla de libertad, odios, rango social, suicidio, sexo. Y lo hace con la terquedad de una voz silenciada y que no pretende negociar nada. La Poncia es un personaje complejo: lleva años en la olla hirviente de la casa. Conoce la dinámica entre hermanas y es confidente de Bernarda a la vez que juez implacable de su despotismo. Tiene el resquemor de su clase social ante la tiranía de la matriarca, pero ese odio crea un modo de dependencia y apego.

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'Poncia'

  • Texto y dirección Luis Luque, sobre 'La casa de Bernarda Alba', de Lorca.

  • Intérprete Lolita Flores.

  • Lugar y fecha Arriaga, 17-2.

Trabajo bello, una actriz entregada, y un conjunto emotivo. Hay algo táctil en las ideas del autor y director Luis Luque, envolvente. Es envolvente el espacio de Mónica Boromello, un tinglado de cortinas traslúcidas que se mueven al viento, o los gestos domésticos de Poncia, palpar, descorrer, plegar, abrirse paso cuando recompone su vestido o se acicala. Táctil es el ambiente sonoro de Luis Miguel Cobo, evocador, o vibrante en pasajes dramáticos cuando más que oírse sacude y restriega. Es táctil la luz de Paco Ariza, y la voz profunda de Lolita Flores, abierta a un despojamiento personal con convicción sobria y controlada. Esta recreación lorquiana acaba con el público en pie, y con lo que pudo ser excepción pero parece formar ya parte de un espectáculo que llena los teatros: la intérprete dirige a la platea palabras de afecto y ánimo feminista.

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