Demasiados requerimientos

Por supuesto que se entienden las limitaciones de un teatro público con vocación generalista a la hora no solo de integrar comercialmente en su programación todas las artes escénicas o a la de asumir su papel fundamental en la producción y la promoción de los ... creadores vascos, sino también en su intento de dejar satisfechos a buena parte de los agentes locales, a los que demandan producciones en euskera o incluso a los que les gustarían más presencias internacionales y espectáculos de vanguardia. Pues sí, son demasiados requerimientos para un teatro público que aspira a todo, a las producciones propias -a las del propio director artístico o a las que se deben por compromisos previos de intercambios-, al llamado 'label vasco', a los musicales más comerciales o incluso a las preferencias reiterativas -Barea dirige dos obras e interpreta una tercera, Tellería estrena una obra suya e interpreta otra; y el llamado epicentro de la joven cultura vasca que se arroga el Arriaga se localiza mayormente en el Pabellón 6-. Con todo, la nueva programación del coliseo bilbaíno resulta indiscutible en lo que se refiere a la lírica y a la clásica -la producción de 'Mari-Eli' con la BOS y la Coral es verdaderamente atractiva, lo mismo que la 'Missa Solemnis' de Beethoven, con la aclamada Vanessa Goikoetxea.