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La obra de 'La Celestina' llega hoy al Teatro Principal a las 19.30. E.C.
Anabel Alonso | Actriz

«Me ha costado ser tan buena actriz como Celestina»

La adaptación de este clásico de Fernando de Rojas llega hoy al Principal con Anabel Alonso como la icónica alcahueta

Ikram El Aarrass

Sábado, 9 de diciembre 2023, 00:35

Anabel Alonso (1964), vizcaína de origen, lleva más de treinta años en el séptimo arte, su larga trayectoria tanto en el cine, en la televisión o en teatro; donde empezó le ha llevado a encarnar diferentes personajes, pero el de 'La Celestina' le ha supuesto « ... un reto y un regalo enorme al mismo tiempo».

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- ¿Con qué se va a encontrar el público vitoriano cuando vaya a ver 'La Celestina'?

- Con una Celestina reivindicativa. Porque siempre ha sido la mala de la película, la bruja, la lianta. Culpable de la tragedia. En esta nueva obra se va a descubrir que ella es una pieza más del engranaje. Realmente es una víctima más porque sólo cumple el trabajo para el que le han contratado. Va a descubrir a una nueva Celestina, que no nos la inventamos porque ya viene en la obra. Es una mujer que tiene que ganarse la confianza de todos con los que interactúa. Es una versión que va a sorprender.

- ¿Cuál ha sido el mayor reto al que se ha tenido que enfrentar para interpretar a alguien tan característico como Celestina?

- Es un personaje que impone mucho respeto y también mis predecesoras que lo han interpretado. Celestina es una grandísima actriz, diría que hasta mejor intérprete que yo. Es una mujer que según a quién tenga delante se comporta de una manera u otra. No se le ve el truco en ningún momento y me ha costado ser tan buena actriz como ella.

- ¿Dónde se siente más cómoda sobre el escenario o detrás de cámaras?

- Realmente me gustan los dos. El teatro es mi origen, la madre del cordero, donde di mis primeros pasos en la interpretación. Es donde siempre me gusta volver y disfruto muchísimo. El teatro es tan único, es decir no hay dos funciones iguales ni siquiera el público. Es algo maravilloso. Mágico.

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- El público está más acostumbrado a verla en ámbitos de comedia. ¿Se han sorprendido los espectadores con esta nueva versión suya?, ¿qué 'feed back' ha recibido?

- Maravilloso. Es una función que aunque no sea comedia, tiene humor. Sonríes. Para mi 'La Celestina' es una precursora de las novelas de la picaresca. Se escribió en 1499, pero a la gente todavía le sigue interesando esta mujer, que al fin y al cabo es una buscavidas, una pícara. Lo mismo hace cosméticos, que es mediadora de amores o alcahueta. Tiene como seis oficios o siete.

- Tiene una larga trayectoria ya no sólo en el cine y televisión, sino también en el teatro, ¿cómo definiría la evolución de la mujer en estos espacios?

Mujeres tirando cables

- Estamos dando pasos muy importantes sobre todo en estos últimos años. Aunque siempre vamos más despacio de lo que querríamos. Pero yo echo la vista atrás y cuando empecé a hacer teatro, cine o televisión hace más de 30 años las únicas directoras que veía eran Pilar Miró y Josefina Molina. Ahora hay muchas directoras y guionistas. No sólo eso, antes las profesiones técnicas eran exclusivas del hombre y ahora veo mujeres tirando cables de cámara, haciendo el atrezzo. Hemos pasado de estar en peluquería, maquillaje y de actrices a abarcar todos los ámbitos. Vamos por el buen camino.

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- Este avance ha hecho que veamos más allá de una supuesta «Celestina malvada».

- No sé si es eso, no me he parado a pensarlo. Pero indudablemente tiene algo que ver. La obra en realidad cuenta realmente cómo es ella, lo que pasa que siempre se ha incidido en esa parte únicamente de «la «mala de la historia». Esta versión es distinta a las que se han contado hasta ahora. Más ajustada a la original.

- ¿Qué tiene para aportar esta nueva versión de la obra?

- La historia se cuenta a través de 'flashbacks' que arranca con el llanto de Pleberio por la muerte de Melibea y al que se le aparece Celestina, cuando ya está muerta, para resarcirse un poco. Reivindica que no es la mala. Muestra todo lo que ha pasado, pero no desde su punto de vista. En ese sentido es muy objetiva. Es una perspectiva original que la función empiece por el final.

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'Carpe diem'

«He sido madre a los 55 años. Me gusta vivir, soy una mujer muy disfrutona»

- ¿El 'carpe diem', eje central, tiene cabida en su vida?

- Sí, aunque se nos olvida mucho. Siempre lo pensamos; hay que vivir la vida, se nos puede acabar mañana… Pero yo lo intento. Vivir el momento y disfrutarlo. No como si fuese el último día porque sería agotador, pero me gusta, soy muy disfrutona. Yo he sido madre a los 55 años. Antes a los cuarenta y cincuenta era como que ya tenías todo el pescado vendido, pero no. Ahora nos queda mucho camino por recorrer y mucho que disfrutar tengamos los años que tengamos. La vida es corta y larga al mismo tiempo. Hay una frase que dice la Celestina que yo me la apunto: «No hay nadie tan viejo que no pueda vivir un año más ni tan mozo que no pueda morir hoy mismo».

- Si tuviese que quedarse con una experiencia dentro de la obra, ¿cuál sería?

- Tener la oportunidad de interpretar a Celestina ya es un regalo en sí. Junto al Quijote y Don Juan, son los tres personajes que hemos aportado a la literatura universal, al imaginario universal. Poder interpretarla, que no esperaba hacerlo, es para enmarcarlo en sí. Es un regalazo.

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- ¿Qué es la actuación para usted?, ¿cómo surge?

- Es una vocación en su sentido más literal. Como si hubiese sentido la llamada. A los quince años dije que yo quería ser actriz, dedicarme a ello. Realmente a mi alrededor no había un caldo de cultivo para despertar esas inquietudes artísticas. La vocación existe porque no había nada que pudiese provocar este deseo. No fue algo racional ni que fuese cuajando durante el tiempo, a los quince años y desde entonces.

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