Los puentes sobre la ría protagonizan la nueva exposición del Itsamuseum

Compuesta por 70 obras distribuidas en un espacio de 400m², la muestra «plantea dos miradas, dos formas de ver y contemplar diez puentes de la capital y de sus alrededores. Algunos de ellos punteros en cuanto a obras de ingeniería, como es el caso de Rontegi o el Puente de Bizkaia», ha detallado Bilbao. En la lista no pueden faltar ni aquellos con más solera como los pasos de San Antón, Deusto, el Ayuntamiento o el Arenal, ni los más modernos como el Zubi-Zuri, la Salve, la pasarela Pedro Arrupe o el Euskalduna.

Dos trabajos artísticos «muy personales que se encuentran y se complementan en un viaje por la ría de Bilbao y sus orígenes, desde la industrialización hasta el presente con sus puentes y su desarrollo urbanístico para mejorar la calidad de vida de las personas de Bilbao». La exposición «encaja a la perfección con el discurso expositivo de Itsasmuseum, que explica la historia, el patrimonio y el carácter marítimo de la ciudad y del territorio, partiendo de la ría de Bilbao hasta el Golfo de Bizkaia», ha resaltado la diputada.

Un recorrido al detalle que también ofrece al visitante la posibilidad de jugar a averiguar a qué puente corresponde cada imagen. Una especie de adivinanza cuyas respuestas seguramente sorprenderán a quien se acerque a contemplar los trabajos de Esperanza Yunta y Teresa Ormazabal. La primera utiliza elementos encontrados en la ría para crear sus obras, pequeños trozos de hierro o madera, entre otros objetos, que artísticamente dispuestos, sirven para dar forma a creaciones originales y únicas que remiten al pasado industrial de Bilbao. Se trata de «un complejo trabajo, fruto de una intensa investigación de técnicas y materiales, que culmina en un sofisticado proceso en el que utiliza distintas texturas, papeles japoneses y nepalíes, o productos naturales de fabricación propia y técnicas como el grabado», describen los promotores de la muestra.

La fotografías de Tere Ormazabal, una selección de piezas en blanco y negro y en color, completan una exposición que «supone un reto» en su trayectoria profesional. «Primero por la temática ya que es la primera vez que abordo el tema de la arquitectura en estado puro, ofreciendo una visión artística centrada en detalles y perspectivas que habitualmente pasan inadvertidos y segundo por la inclusión de algunas obras realizadas con una técnica fotográfica denominada transferencia de emulsión digital que consiste en trasladar la emulsión a otro soporte generando en el proceso una serie de pliegues y arrugas que producen una estética muy particular», desgrana la artista. El resultado puede contemplarse hasta el próximo 1 de mayo, un tiempo en el que también se han programado conferencias, encuentros, visitas guiadas y talleres.