El programa de exposiciones sigue según lo previsto

El centro cultural abrirá la puerta a esta exposición el próximo lunes de una forma muy simbólica. Reabrirá el acceso principal del edificio neoclásico, de 1945, que llevaba cerrado décadas. La entrada original -la que da a la Plaza Euskadi y mira al Guggenheim- confirma la actividad expositiva en el bloque antiguo del museo, preservado para las colecciones mientras se ejecutan las obras de ampliación diseñadas por Norman Foster -las que ahora se retrasan tres meses- en otras zonas del inmueble.

Como ocurre desde octubre, el Bellas Artes es gratuito para los visitantes. La apuesta por el 'abierto por obras' se ha saldado con un notable incremento de público. El último tramo examinado por el museo -del 18 de octubre al 7 de febrero- revela el acceso de 36.398 asistentes frente a los 20.875 que acudieron en las mismas fechas de hace un año. «Junto a la mejora en las restricciones derivadas de la pandemia, como la limitación en la movilidad o los aforos, la gratuidad y el esfuerzo por mantener abierta una parte significativa del museo quedan reflejados en este incremento», afirmó entonces un portavoz de la pinacoteca.

Las obras de ampliación se han concentrado hasta ahora en el edificio antiguo, donde se han llevado a cabo trabajos de saneamiento de las cubiertas y preparación de nuevos espacios de atención al visitante. Una vez culminada esta reforma, se ha producido una mudanza interna de las exposiciones. El bloque antiguo, con lucernarios renovados, pasa a tener una mayor presencia para el visitante.

Dentro de la iniciativa BBK-Ateak, que pretende ofrecer nuevas narrativas a la colección mientras duren los trabajos de ampliación, el Bellas Artes inauguró el 6 de mayo la instalación 'Trece a Centauro', de Sergio Prego (San Sebastián, 1969), compuesta por una serie de esculturas de plástico traslúcido o negro, sostenidas con una leve estructura de aluminio e infladas hasta tomar su forma orgánica.