«He privilegiado el teatro porque los proyectos exigen una dedicación total»

- 'Forever' se acaba de estrenar en el Arriaga y el sábado llega al Principal. ¿Cómo son los días previos a la primera función?

- Son días muy emocionantes porque empezamos hace dos años con ensayos y el trabajo en sala fue de siete meses. Sentimos que llega el momento de entender lo que hemos hecho porque uno no sabe qué tiene entre manos hasta que lo confronta con el público. En el caso del teatro de máscaras, aún más, porque siempre trabajamos con hipótesis y los estrenos suelen ser una sorpresa. Nos va ayudar a comprender lo que hemos hecho.

- ¿Qué puntos en común tiene con las piezas anteriores y qué cambios introducen?

- Se parece en el lenguaje, pero estamos haciendo espectáculos cada vez más complejos. Queríamos llevar el lenguaje de la máscara más allá e indagar sobre qué sucede cuando estas máscaras que resultan tan tiernas se adentran en territorios moralmente más oscuros. Esta es la gran apuesta y siguiendo con la complejidad de la dramaturgia y de la historia ha sido fundamental trabajar sobre una plataforma giratoria que otorga al espectáculo un aspecto y un ritmo muy cinematógrafo que no habíamos desarrollado antes. El trabajo de Luis Miguel Cobo es fundamental porque ha hecho una música 'ad hoc' para la función.

- Una duda, ¿cómo se fabrican esas máscaras?

- Se encarga Garbiñe Insausti de hacerlas en arcilla y, luego, con un molde de silicona las rellena de resina de poliéster. Después las pinta y les pone la peluca. A veces partimos de máscaras que ha hecho ella y trabajamos a partir de ello. Y otras al servicio de la propia dramaturgia. Ocurre a veces en las que una máscara está pensada para una persona y luego durante el proceso creativo cambia el rol como si fuera un actor que hace un casting para un personaje y acaba haciendo otro.

- ¿Tan solo tienen una máscara para cada uno o guardan más?

- En principio hay una máscara para cada uno. No hay más que las que se utilizan, son bastante duras y las cuidamos como oro en paño.

- ¿Qué salud tiene el teatro de máscaras?

- Nosotros hemos sido herederos de Familie Flöz y sus espectáculos nos influyeron. Notamos que hay más compañías que se atreven a trabajar con la máscara desde que empezamos, quizá porque nos fijamos más. Es un lenguaje que tiene algo de adictivo porque te obliga a ser muy esencial y conecta mucho con el propio teatro. Digamos que escupe el discurso y solamente acepta la acción dramática como herramienta para contar las cosas.

- Aunque ha probado otros formatos, el teatro parece que es su sitio.

- Es donde me siento con más herramientas y más cómodo. Es un medio que domino mucho más, aunque he trabajado en otros en alguna ocasión. Pero siempre ha sido como de visita.

- Ahora que se da un boom de series, ¿le llueven ofertas?

- No, llover no. Pero es verdad que he podido realizar algún trabajo que he decidido no hacer porque he privilegiado el teatro. Sigue siendo lo que más me llena y los proyectos en los que me involucro exigen una dedicación absoluta.

- Es una coproducción en la que participan el Arriaga y el Victoria Eugenia. El Principal de Vitoria se echa en falta...

- Tuvieron la oportunidad, pero no somos una compañía alavesa y la filosofía del teatro es coproducir con compañías de Álava, lo que nos parece más que respetable. Estamos muy agradecidos por habernos programado sin ver la función. Eso es un voto de confianza y estamos siempre encantados de trabajar allí.