Pérdidas de la cultura

Algo muy sorprendente, ya que en el País Vasco se afirmaba la importancia de la cultura o de nuestra oferta cultural como elemento tractor de la economía. Una idea que contrasta con esa otra jerarquía inferior que se le atribuye en el llamado 'Berpiztu', el programa para la reactivación económica y el empleo en Euskadi (2020-2024), en cuyo «horizonte presupuestario de certidumbre y certeza» solo se conceden a la cultura 313 de los 7.935 millones de euros incluidos en el plan (menos del 4%), encima compartidos con el comercio y el turismo. En definitiva, poca ayuda, escasa jerarquía y para colmo mucha incertidumbre ante el futuro.

El pasado siempre es una inspiración para renovar el presente. Sucede lo mismo con los cánones de la belleza o incluso con ese concepto ahora incorrecto del 'sex symbol', una acuñación tan cambiante en la sociología como en la moda. Lo fue Marlene Dietrich con su aura de 'femme fatale', Rita Hayworth con sus curvas, Sofía Loren con su carnalidad mediterránea y desde luego Brigitte Bardot con su erotismo en la liberación sexual de los 60. Físico, espíritu y actitud, aunque siempre con algún elemento de estilo que ahora renace. El de la Bardot fueron aquellas botas altas de cuero, mosqueteras, con las que salía cantando en blanco y negro 'Harley Davidson', de Serge Gainsbourg. Piernas largas, liberación sexual y las mismas botas altas que ahora resucita Roger Viviez para el erotismo posmoderno. Las modas cambian, pero el erotismo es como el estilo: permanece.

Con media Europa sometida a confinamientos parciales, el mercado del arte no puede sino volver al negocio online. Véase que las grandes ferias europeas han visto canceladas sus ediciones anuales. Suprimida la Art Basel en junio, la FIAC parisina y la Frieze Masters de Londres en octubre, también la TEFAF de Maastricht ha sido pospuesta hasta mayo de 2021, aunque este último certamen ha mantenido su edición neoyorquina online con un aparente buen nivel de ventas. También resiste en el calendario y por ahora la celebración presencial en diciembre de la Art Basel Miami. Por su parte las grandes casas de subastas trasladaron sus ventas de otoño al formato online, con resultados discutibles. Porque, a pesar de que Christie's proclame que sus remates logrados en las ventas clásicas de la primera veintena de octubre alcanzaron un total de 73,7 millones de dólares -incluyendo los 9,9 millones logrados al remate por un manuscrito de Shakespeare-, algunas informaciones destacan que las ventas de arte han caído cerca de un 90% en las tres principales firmas del sector.