Para recordar

Bajo el prisma de Chéjov, con palabras suyas, con su humor escéptico y su humanismo, 'Tío Vania' habla del deterioro de un grupo familiar, sus desgastes de convivencia, el trabajo frustrante, el final de los sueños, el desamor, el tiempo detenido, el callar los deseos... Y de ahí la apatía, el alejamiento, los apremios, las tristezas y, lo peor, una docilidad resignada de la que ni imaginan cómo salir.

Se mantiene la batuta de Pablo Remón en la intervención del texto, en efectismos de luz y canciones, en la tremenda tensión del tedio. Y en la dirección de intérpretes. Javier Cámara sujeta algunos celebrados resortes cómicos y saca de dentro momentos patéticos; Israel Elejalde es técnica, fue Stanislavski quien estrenó 'Tío Vania' hace más de un siglo; Laura Galán es la amargura consciente de una belleza no normativa que la sociedad menosprecia; Marta Nieto la mujer que debía quererse a sí misma si no le estorbara el entorno; Juan Codina perfila la doblez, el fracaso disimulado; y Manuela Paso trae ecos de una tradición característica de cómicas con dicción y gesto inconfundibles.

Con interés. 'Vania x Vania' es una sorpresa que deja huella.