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Personajes como el dictador Trujillo al que Juan Echanove da vida en 'La fiesta del chivo', el montaje sobre la novela de Mario Vargas Llosa que se representa desde hoy hasta el domingo en el Teatro Arriaga, no son una rareza en la trayectoria del ... actor. «Trujillo, Franco, otros tipos más cotidianos que tocaban lo peor de lo peor del ser humano, de esos he hecho muchos», recuerda. No es fácil, pero no tanto porque haya que enfrentarse a lo perverso, sino porque hay que hacerlo sin caer en la farsa, la caricatura o el juicio. «Si le impusiéramos al espectador nuestra manera de ver la vida del personaje, si en vez de representarlo lo juzgáramos en escena, seríamos solo un grupo de anormales poniendo verde a alguien». Y esto es teatro.
- Habrá sido difícil llevar a escena una novela con tantas aristas como esta.
- En la propuesta teatral, en el relato de Vargas Llosa por el cual observamos el periodo más brutal de una dictadura en el Caribe y toda su decandencia, hay material dramático de sobra. El acierto al hacer la versión es concentrar en una hora y media todo eso, toda esa descripción. Lo consiguio muy bien Natalio Grueso al hacer la adaptación.
- ¿De qué hilo empieza a tirar para lograrlo?
- Creo que es este: el paso del tiempo no acaba con el dolor, esa es la idea que se dice muy claramente en la obra. Todas esas heridas producidas no se acaban porque sí al cabo de 30 años. Siguen abiertas y lo que ocurre entre un padre que entrega en sacrificio sexual a su hija menor de edad al dictador Trujillo, para mantenerse cercano al poder, y esa hija, todo eso, contiene una amargura que no se acaba. Cuando ella se lo cuenta a su padre en escena, se convierte en acción, no es solo discursivo. No vale con que te lo cuenten -que Trujillo era humillador, maltratador, violador-, tú lo ves. Esa es la ambición del teatro, y lo que lo hace interesante.
- De Trujillo sabemos cómo actuaba. ¿Cómo lo resume usted?
- Sabemos lo que es y el efecto de su maldad también; la Historia lo ha puesto en su lugar, como a su hombre de confianza, Balaguer, que resultó ser tan sanguinario como él. Yo, para enfrentarlo, y para que el espectador pueda tomar sus propias decisiones, tengo que ser absolutamente quirúrgico en el retrato de ese personaje que viene de lo oscuro. Tengo que potenciar cómo un tipo tan oscuro se comporta en lo cotidiano: cómo se levanta, se lava los dientes, toma el café y habla con sus hijos, si habla. ¿Qué hace que lo hace parecer similar al resto de fuerzas que no son oscuras, que vienen de lo luminoso? ¿Qué lo hace parecido a todos los demás, los normales, los que son como nosotros?
- ¿Lo contrario sería caer en la caricatura?
- Claro. Ese es el peligro, llegar a la farsa o ridiculizar desde el montaje al personaje. No, el espectador toma sus propias decisiones. Son acontecimientos históricos, y Vargas Llosa nunca ha tenido pelos en la lengua para decir lo que pensaba de un entorno que tan bien conoce.
- Tiranos, perversos, terror, no hubo solo allí y entonces. ¿Es atemporal?
- Hay que tener mucho cuidado con lo de la repetición de la Historia, es que es verdad: estos personajes que surgen de las crisis, de las guerras, de los grandes azotes sociales, se hacen con el poder porque aparentemente son como nosotros, porque aparentemente son personas normales, porque celebran o no la Navidad, tienen hijos. Por eso no somos capaces de comprender el daño que pueden llegar a hacer hasta que lo han hecho.
- No se sostienen solos...
- Hay mucha gente que vive muy bien cerca del Régimen y que por seguir en ese círculo es capaz de entregar a su hija al dictador. No todo el mundo lo hace, por supuesto, pero los hay que sí. Y lo hacen por vivir mejor que los demás ciudadanos.
- ¿Qué representa Urania?
- Es la narradora, sobre quien recae todo, el montaje y la historia. Toda la dramaturgia se apoya en ella volviendo a República Dominicana a ajustar cuentas con su padre, que es ya un guiñapo. Vuelve a preguntar por qué. Y con ella todo cobra vida.
- ¿Ella es la memoria?
- Es la memoria de todos nosotros, y al mismo tiempo la personal, la que explica el daño, cómo le ha pasado factura toda la vida, cómo su único hombre ha sido Trujillo porque la violó cuando tenía 15 años.
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