Koldo, miembro del equipo técnico que lidera Iñigo Ayarza en la ABAO, posa en el escenario alfombrado con plástico reciclado. a. gorriz

El Euskalduna emplea cuatro toneladas de arena artificial en la ópera 'I Puritani'

El montaje simbólico de Emilio Sagi pone el foco en las playas de la ciudad inglesa de Plymouth, donde se ambienta la trama de la obra de Bellini

Viernes, 21 de octubre 2022, 00:30

Agua, fuego, hielo, humo... El público operístico está acostumbrado a los efectos especiales y a los elementos de atrezo en abundancia. Incluso en los montajes de corte simbólico como el que acoge estos días el Euskalduna hay un material en apariencia muy modesto que hace ... sudar (y lo que les queda) al equipo técnico de la ABAO. Hoy y el lunes se podrá ver en escena y luego habrá que recogerlo. Labor ímproba porque son nada menos que cuatro toneladas de plástico reciclado que simula arena de playa. Es un elemento de atrezo fundamental y permanente -no como las 28 lámparas de araña, que suben y bajan- en el montaje de 'I Puritani', de Vincenzo Bellini, con el que ha arrancado la temporada lírica de Bilbao.

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La llegada del material granuloso fue apoteósica. Se recibieron 222 bidones con 40 kilos de granza cada uno, que es como se llama este polímero «absolutamente inocuo, como el caucho», apunta Iñigo Ayarza, director del equipo técnico de la ABAO. Por fortuna, en esta oportunidad ha bastado la mitad de los contenedores para cubrir la mayor parte del escenario del Euskalduna.

Con rastrillos, maderas y mucha paciencia, los operarios se las apañaron para alfombrar el 75% de la superficie «sin llegar a aplanarla, había que dejarla con la mayor naturalidad posible». El espesor llega a los ocho centímetros, así que no es nada fácil correr sobre ella. «La sensación general es que te hundes, no resiste el peso, se difumina la pisada...». Nada que moleste y haya mermado el rendimiento vocal de los cantantes en una obra tan exigente como 'I Puritani', en la que están triunfando la soprano Jessica Pratt y el tenor Xabier Anduaga. «Todo el mundo se ha ido acostumbrando de forma progresiva. No hemos volcado el material de una sola vez. Se ha ido echando una capa tras otra durante los ensayos». Para alivio de los intérpretes, tampoco falta suelo firme en el proscenio (zona delantera del escenario) para que allí puedan recuperar la plena estabilidad y firmeza en momentos puntuales de la representación.

Elemento omnipresente

'I Puritani' es una ópera que recrea la Guerra Civil inglesa del siglo XVII y se ambienta en la localidad inglesa de Plymouth. Sin ánimo de sobrecargar el decorado, el director de escena Emilio Sagi y el escenógrafo Daniel Bianco apostaron por el simbolismo. Toneladas de simbolismo para dejar clara la ubicación. En Plymouth hay playas y en esta coproducción entre el Teatro Real de Madrid y el Municipal de Santiago de Chile eso queda claro de principio a fin. Ya sean escenas de interiores o exteriores, la arena artificial se muestra omnipresente, como si no se pudiera escapar de ella.

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La granza tiene propiedades ideales para su uso en la lírica. «No resbala, no suelta polvo y no hace ruido», destaca Javier Ulacia, ayudante de Emilio Sagi y responsable de la reposición en Bilbao. Desde 2014, cuando se estrenó el montaje en Santiago de Chile, el plástico reciclado no ha dado problemas a los artistas. Solamente incordia a los responsables de atrezo, «porque es imposible hacer marcas en el suelo para situar el mobiliario con precisión». ¿Cómo se las arreglan entonces? «Buscamos otros referentes como las bombillas en este caso... Y algunos otros», revela Ulacia.

Solo queda pendiente el 'modus operandi' para extraer la granza. «Hasta ahora, para liberar el espacio porque hay otras actividades en el Euskalduna, nos limitamos a desplazar el escenario con la 'arena' a un lado. Lo trabajoso será cuando haya que meterla en los bidones», suspira Iñigo Ayarza con una sonrisa.

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