«'Orgía' es un espejo y hay que tener valor para mirarse»
Calixto Bieito ·
El Arriaga acoge el jueves el estreno de la ópera basada en la obra de Pasolini, con música de Hèctor Parra y puesta en escena del director artístico del teatroSecciones
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Calixto Bieito ·
El Arriaga acoge el jueves el estreno de la ópera basada en la obra de Pasolini, con música de Hèctor Parra y puesta en escena del director artístico del teatroLleva más de tres años enfrascado en 'Orgía' y todavía siente vértigo. «De no ser por el compositor Hèctor Parra, no me habría planteado este proyecto. Él llevaba tiempo dándole vueltas. Me llamó para animarme y acepté. Es una obra con muchas capas y, se ... lo digo con el corazón en la mano, espero y deseo haberla entendido bien», deja caer con una humildad aplastante Calixto Bieito en su despacho del Teatro Arriaga. La obra de teatro de Pier Paolo Pasolini (1922-1975) es una apología de la crueldad y la autodestrucción. El principio y el final se presentan como la pescadilla que se muerde la cola. Muerte y más muerte. Nada más. «Es una obra estática en la que se habla mucho. Cosas terribles. Muy difícil de llevar a escena como pieza teatral. Está claro que funciona mejor con música».
El Arriaga acogerá el próximo jueves el estreno mundial de la versión operística de 'Orgía', en formato de cámara, con 14 músicos del Ensemble Intercontemporain de París, incluido un intérprete de archilaúd, bajo la dirección de Pierre Bleuse. Los personajes de Hombre, Mujer y Muchacha correrán a cargo de Leigh Melrose, Ausrine Stundyte y Jone Martínez. Un barítono y dos sopranos para dar rienda suelta a todos los demonios de Pasolini. El director de escena y responsable artístico del teatro bilbaíno mira por la ventana. Suspira profundamente. Ya no hay vuelta atrás.
- Usted se ha encargado de reconvertir el texto teatral en un libreto de ópera. ¿Ha eliminado capítulos enteros?
- No, no. Al principio, cuando pensaba que el tema principal era la diversidad, sí que eliminé algunas referencias para centrar el foco. Luego me di cuenta de que todo gira en torno a la muerte y la autodestrucción. Algo que palpita en las células y hasta en las estrellas. En todos los rincones.
- ¿En todos?
- Todos. 'Orgía' es un espejo y hay que tener valor para mirarse. No todo el mundo es capaz de enfrentarse al monstruo que se lleva dentro y conviene controlar.
- El protagonista se ahorca después de vestirse de mujer y haber matado a su mujer y a los niños. ¿Eso sucede tal cual en su montaje?
- Yo no sigo la literalidad de las palabras. No me gusta dar mensajes en una sola dirección.
- ¿La acción sigue otros derroteros? No me diga que ha cambiado el curso de la historia.
- Todo se entenderá perfectamente. Juego con las dimensiones de lo real y del sueño. Además, tampoco me interesaba que el personaje femenino saliera como víctima. Ya hay infinidad de óperas con las mujeres de rodillas. En ésta hay más bien un juego entre el hombre y la mujer. Un juego de la muerte.
- ¿Qué tal el trabajo con Hèctor Parra?
- Ha concebido una música muy lírica, muy poética. Es un gran paso de madurez.
- Ustedes ya han formado tándem en otras dos óperas que abordan el dolor y la aniquilación.
- Cosas muy bestias, sí.
- Los argumentos de ambas obras no tienen desperdicio.
- Son duras. Ahondan hasta el fondo en la naturaleza humana.
- Ya, ya. En 'Wilde', que bebe de una obra teatral de Händl Klaus, un pobre hombre cae en manos de una familia que pone los pelos de punta y en 'Las benévolas', basada en la novela de Jonathan Littell, se cuenta la vida de un exoficial de las SS.
- Recuerdo que sobre todo 'Las benévolas' supuso un trabajo descomunal. Jonathan Littell, que nunca ha dado permiso para que se haga una película, estuvo en el estreno de la ópera y le encantó.
- ¿Está usted realmente satisfecho con su adaptación de 'Orgía'?
- Hice tres versiones. Cuando le hice llegar la última a Hèctor, me dijo que era perfecta. Cuadraba súper bien con la música.
- ¿Quién eligió como imagen del cartel la foto del cadáver masacrado de Pasolini?
- Lo decidí yo. Luego he pensado, hostia... Pero quede claro que hemos comprado los derechos.
- ¿Tiene relación su asesinato y el espíritu de 'Orgía'?
- Yo creo que sí.
- ¿Cómo definiría usted al intelectual y artista italiano?
- Artísticamente libre. Sin ataduras. Un anarquista mental.
- ¿Y qué hay de su militancia marxista?
- Era más bien estética. Consiguió que lo odiaran unos y otros. Salvando las distancias, lo veo como a Chaves Nogales. Un hombre libre de verdad.
-Pero mucho más atormentado.
- Claro, claro. Era sadomasoquista y pederasta. Una carga muy pesada de llevar.
- ¿Qué legado nos ha dejado?
- Un espíritu crítico indomable, algo fundamental para la vida, el arte y la democracia.
- ¿Cuál es su obra favorita de Pasolini?
- Llevo mucho tiempo alejado de su obra, pero de vez en cuando veo 'El evangelio según San Mateo'. Aunque no soy católico ni cristiano, esa película me aporta algo humanamente muy importante. Tiene belleza, mucha belleza.
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