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Marta madruga
Jueves, 3 de octubre 2019, 00:35
Entre paredes desconchadas y ventanas que la suciedad y el polvo casi han opacado, cobrará vida esta tarde la trágica historia de amor de Lucía y Edgardo, protagonistas de 'Lucia de Lammermoor', ópera del italiano Gaetano Donizetti. Un emplazamiento poco o nada acostumbrado a estas ... puestas de largo, se trata del segundo piso de un garaje en San Mamés, de apenas 125 metros cuadrados, más familiarizado con el vibrar de los motores y el olor a gasolina que con falsetes y libretos. Los artífices del lustro de este atípico escenario son los productores Emiliano Suárez y Macarena Bergareche, quienes pusieron en marcha la propuesta Opera Garage el año pasado montando su particular visión de 'La Boheme' en este singular espacio y colgango el 'sold out' en apenas cinco días. Así pues, con el éxito bajo el brazo, decidieron rodar también por Barcelona, Madrid y Burgos. Ahora vuelven al punto de partida para inaugurar la temporada de la ABAO con un nuevo título en su propuesta de ópera underground.
«Queríamos llevar la ópera a espacios alternativos, llegar a nuevos espectadores y ofrecer también a los amantes de este género una forma diferente de escucharlo», explica la productora Macarena Bergareche. Así, este garaje desvencijado en San Mamés se convierte en el emplazamiento perfecto que aúna «características acústicas y técnicas», pero también su aspecto, con sus «texturas, vidrieras y suelos», aporta la escenografía que Bergareche y su socio y director de escena, Emiliano Suárez, buscaban desde el principio. Porque no se piensen que los espectadores asistirán a la historia de Lucía y Edgardo fiel al dedillo, Suárez ha adaptado el libreto, ambientado en la escocia del siglo XVII, a la estética y la crónica contemporáneas. Una Lucia con tatuajes y un Edgardo 'hipster' entonarán su historia de amor entre surtidores de gasolina y columnas destartaladas.
«En nuestra versión respetamos íntegramente el texto y la música de Donizetti, pero hacemos una versión más corta, sin coro, con arreglos musicales de piano, arpa y flauta», explica Bergareche. Así, sin bambalinas, sin escenario, ni orquesta, ni coro se presenta este original formato, en el que, sin embargo, «no vamos a echar nada de menos», en palabras de Bergareche. Cuenta, eso sí, con Borja Mariño al piano y pasajes de flauta y arpa interpretados por Pilar Constancio y José Antonio Domené. Además de un elenco de grandes voces entre las que se incluyen la de Ruth Iniesta como Lucia, o la del tenor Shalva Mukeria que interpretará a Edgardo.
Adaptarse a este emplazamiento no ha sido tarea sencilla para el elenco. El camerino está instalado en dos plazas de garaje, así como la zona de peluquería y maquillaje. «El suelo, el olor, la humedad o la temperatura son factores a los que los artistas han tenido que hacerse, pero para ellos es todo un reto y se lo toman como una aventura», señala Bergareche.
Apenas un par de días han tenido para ensayar y adaptarse al curioso escenario, hoy arranca el primer pase a las 19:30 horas y mañana el segundo, y último, a la misma hora. El aforo máximo será de 336 personas. Una despedida de lujo para un decorado que ya ha iniciado su cuenta atrás, el año que viene arrancarán las obras para convertir este vetusto edificio en un bloque de viviendas y un hotel.
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