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«¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?», se preguntó Philip K. Dick. ¿Tienen los zombis sentimientos? ¿Protege el eguzkilore de verdad a los habitantes de una casa? ¿Puede la tristeza indescriptible tener la forma del actor Elijah Wood? ¿Es posible librarse alguna vez de la ... culpa? Estas no se las hizo el autor estadounidense, o puede que sí, claro; son algunas de las que seguramente les surgirán a los espectadores de los once cortos vascos a concurso en su correspondiente categoría en la edición número 27 del Festival de Cine Fantástico-FANT, que acaba de comenzar. Hay entre los seleccionados obras de cineastas debutantes y de otros ya conocidos de sobra del público bilbaíno, como Alberto Vázquez, que compite con 'Homeless Home', la pieza de animación que fue candidata a los Goya, e Imanol Ortiz, que ganó el año pasado el galardón al Mejor Cortometraje Vasco por 'MODA', que se ha hecho cargo del anuncio del festival este año y que presenta a concurso 'Oculto'.
Entre el corto de Vázquez, en blanco y negro (y rojo), ambientado en el medievo, con orcos, brujas y sucias bestias y que plantea algunas reflexiones actuales -relaciones tóxicas, los roles asignados en la cuadrilla, el miedo al futuro y la inacción en el presente-, y la historia de venganza -con ETA de fondo- de Ortiz, hay lugar para muchos de los miedos del género fantástico y de terror. También para el humor, en al menos dos de las piezas. Es el caso de 'Si te mueres, te mato', de Erik Campos García, en el que en el apocalipsis zombi resulta que los no muertos no siempre están descerebrados ni deshumanizados del todo, y de 'Meritum', de Yago Mateo, en el que una pareja de atracadoras lesbianas reivindica su derecho a la no discriminación de género.
La mitología vasca está presente en dos de los cortos que optan al premio en metálico de dos mil euros como mejor pieza vasca, además de al Premio al Mejor Cortometraje (3.000) y al Premio del Público (otros tres mil). Ambos están rodados en euskera. 'Ospel', de Xanti Rodriguez, retrocede hasta comienzos del siglo pasado para mostrar el poder del eguzkilore y de los gauekoak al tiempo que introduce un tema de ayer y de hoy, el de la adicción al juego y las consecuencias para la familia. 'Zerua hautsi zen gaua', de María Fontán, le da una vuelta de tuerca al mito de Urtzi para hablar, de paso, de identidad, soledad y sentimiento de pertenencia.
El mito de Sísifo resuena en 'Sisifo', de Markel Goikoetxea Markaida -y también la máxima de Heraclito de que no te bañas dos veces en el mismo río-; un cuento de Poe y la crisis exintencial en el videoclip realizado por Aitzol Saratxaga, 'Breath'; y las guerras por el petróleo en 'Bombardeo', de Juanmi Cuesta, que conecta nuestro consumo de energía diario con esas tragedias lejanas y cotidianas. La pesadilla interna, un bucle mental, es la protagonista de «Irten barrura», de Aitor Mendilibar e Ibon Goiko, y 'El ruido solar', de Pablo Hernando, propone un collage de las historias y emociones que resultan de un extraño momento en el que los protagonistas tienen visiones de un futuro que, sin embargo, fotografía este presente. Pueden verse esta tarde a partir de las 18:30 horas, en el Auditorio de Azkuna Zentroa.
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