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Cuando Juan Sebastián Elcano nació, hacia 1476 en la localidad de Getaria, faltaban dieciséis años para que Colón descubriera oficialmente América. Aunque no ha sido probado de manera incontestable, puede que para entonces la flota ballenera vasca hubiese realizado unos cuantos viajes de ida y ... vuelta a Terranova. En ese contexto de una gran tradición marinera es en el que Elcano viene al mundo, en el seno de una familia que, según todos los indicios, tenía buque propio. A partir de ahí, una serie de circunstancias, algunas completamente aleatorias, hicieron posible que se pusiera al frente de la primera expedición que dio la vuelta al mundo. El próximo septiembre se cumplirán 500 años del inicio de aquel viaje, que partió de Sanlúcar de Barrameda. Un periplo que tuvo su música.
El guitarrista Enrike Solinís y su mujer, la violinista Miren Zeberio, llevaban años recopilando información para hacer un libro-disco que ilustrara musicalmente aquella gran aventura, una de las mayores de la Historia. Y el álbum ('Juan Sebastian Elkano. El primer viaje alrededor del mundo', sello AliaVox) ya está en la calle, después de un largo proceso de gestación que incluye grabaciones en Montreal, Sevilla, Andoain, Aduna y Tolosa. En total, contiene 55 cortes guiados por locuciones que repasan textos de las cartas del propio navegante vasco, Antonio Pigaffeta –cronista de la expedición–, Pío Baroja y Sor Juana Inés de la Cruz.
El álbum doble se articula en tres partes: la primera se refiere a la cultura de la época, producto de la suma de las tradiciones cristiana, judía y musulmana, que tiene su epicentro de Tudela, adonde llegaban influencias del Mediterráneo a través del Ebro, que en esa época era navegable hasta allí. La segunda gira en torno a Elcano y su viaje, y se detiene en el folclore y las canciones de Sudamérica y de las islas Molucas. La tercera se centra en algunos viajes de ida y vuelta de aquellos expedicionarios vascos de los que ha quedado huella en Islandia, Canadá y otros territorios del Atlántico norte. Con todo ello, el disco es una suma de tradiciones: vasca, castellana, andaluza, griega, italiana, americana, islandesa y moluqueña.
Para la interpretación de todas esas piezas, Enrike Solinís se pone al frente de su grupo, Euskal Barrokensemble, y cuenta además con la colaboración del Donostiako Orfeoi Gaztea eta Txikia, y un grupo de solistas que aportan diversidad y raíces al proyecto. Ahí están el bertsolari Xabier Amuriza y algunos recitadores, a quienes hay que añadir a la cantante canadiense Darlene Gijuminag, el islandés Halldor Mar Steffanson y la moluqueña Bernadeta Astari. En el documental que han realizado sobre el proyecto, esta última aparece bailando, porque esa es otra de las características de esta música: que no se concibe sin la danza.
«En los conciertos que estamos haciendo con el proyecto del álbum hay danza siempre», comenta Solinís. «Permite explicar la música de manera distinta y le da otro valor. En aquel momento, la ligazón entre ambas era muy profunda». Lo era y además se hacía visible en cualquier ocasión. Como explica uno de los participantes en un documental que se detiene en el trabajo realizado, en la expedición de Magallanes y Elcano, como en cualquiera de aquellos largos y tediosos viajes, los marinos cantaban y bailaban en cubierta.
El disco es una combinación de música culta y popular, «tratadas con el mismo rigor» por un grupo en el que hay intérpretes de las más diversas procedencias unidos por su amor a la música. «Porque, además, proyectos como este se hacen por amor al arte, en el más estricto sentido del término», asegura el director artístico del grupo.
Con el libro-disco ya en la calle, el Euskal Barrokensemble se prepara para ofrecer conciertos con este programa en tres formatos distintos, que permiten adaptarlo al tamaño de los escenarios. Uno más sencillo, que llevarán en las próximas semanas a localidades como Huesca, Lekeitio y Conques (Francia), tiene más aire camerístico «y permite un gran contacto con el público, lo que le da mayor autenticidad porque estas obras no fueron concebidas para que las escucharan dos mil personas». Otra posibilidad es desplegar el espectáculo en toda su dimensión, con los instrumentistas y un coro completo, y está reservada para grandes escenarios. La ambición de Solinís y su grupo sería ponerlo en pie en el Auditorio Nacional y el Euskalduna. La tercera fórmula es intermedia y se adapta a teatros como el Arriaga, donde se dará ya el año próximo.
Pero los espectáculos se refieren a la parte musical (y la danza). Otra cosa es la documentación formada por textos, fotografías, mapas y reproducciones de cuadros y grabados, que forma un libro de 532 páginas (está en siete idiomas), en el que figuran textos de Pablo Pérez-Mallaína, profesor de Historia de América en la Universidad de Sevilla, y Xabier Alberdi, director del Euskal Itsas Museoa de San Sebastián. «Quien escuche el álbum sentirá luego el deseo de repasar esos textos», dice Solinís. Por eso el proyecto es tan ambicioso. Porque es una verdadera inmersión histórica, visual, cartográfica, literaria y musical en una aventura sin igual.
Juan Sebastian Elkano. El primer viaje alrededor del mundo. Euskal Barrokensemble, Donostiako Orfeoi Gaztea eta Txikia. Dir.:Enrike Solinís.
Libro-disco: álbum doble con artistas invitados y numerosos textos, mapas, imágenes de la época, etc. Publicado por Alia Vox.
Videodocumental: puede verse en https://www.youtube.com/watch?v=qyMisyV2s_0
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