Un vizcaíno de 25 años dirigirá la BOS en el concierto por Gernika

El flechazo con el proyecto fue instantáneo. «Es un homenaje muy importante para la historia de Euskadi. Un concierto muy especial que dirigiré con mucha responsabilidad y respeto», apunta Mikel Fernández en declaraciones a este periódico. La jornada contará con la participación de la célebre percusionista escocesa Evelyn Glennie, ganadora de dos premios Grammy, la coral Gaudeamus de Gernika y el propio Etxebarria al piano e instrumentos electrónicos.

La sinfónica de Bilbao, con Erik Nielsen como director titular desde 2015, es para el músico vizcaíno «la orquesta de su vida». Tuvo el placer de debutar con ella el pasado septiembre como el director invitado más joven. «Fue una maravilla. Me preguntaba, ¿Cómo he llegado aquí, a dirigir a músicos a los que he visto tocar desde pequeño?», cuenta Fernández.

Por ello, cuando Aitor Etxebarria le ofreció la oportunidad de subirse de nuevo a la tarima y coger la batuta, no lo dudó, a pesar de tener que renunciar a otros compromisos. «En esas fechas me iba con la orquesta de Rotterdam a Perú, Colombia y Chile, pero no podía rechazar la propuesta, es algo muy especial para mí». El 24 de junio volará hasta la capital vizcaína y «serán unos días en los que me costará aterrizar y asimilar». La pieza creada por Aitor Etxebarria incorpora sonidos y ruidos que no buscan asemejarse a las bombas, pero van a recordar todo aquello de forma abstracta.

Mikel Fernández confiesa que su vínculo con la música se lo debe a su madre. A los nueve años le propuso tocar algún instrumento «y yo por alguna razón que no recuerdo le dije que sí, que el piano o el saxofón». Comenzó a formarse en la escuela de música Máximo Moreno, en su localidad natal, después pasó al conservatorio de Bilbao y acabó su formación profesional en Oviedo. Fueron las notas de 'Turandot' las que pusieron la música orquestal en su camino. «Nos llevaron a ver un ensayo y ahí me di cuenta de lo que es capaz de hacer un director de orquesta». Su profesor de música de cámara le enseñó a estudiar partituras y en un concierto de la Sinfonía 'Fantástica' de Berlioz se terminó de enamorar.

Asegura que los directores jóvenes cuentan con un plus de responsabilidad cuando se ponen delante de una orquesta profesional. «Hay quienes piensan que les podemos inspirar o aportar aire fresco, y otros que son más reticentes a que les dirija una persona que tiene los mismos años que los que ellos llevan tocando», señala. «Creo que debes ser consciente de dónde estás en cada momento y caminar con cautela», añade.

El joven director no hace muchos planes de futuro. En su calendario ya hay varias citas con otras orquestas del mundo y en eventos de la talla del certamen de ópera 'O Festival' en Holanda. «Aspiraciones tengo muchísimas pero no me pongo objetivos ni barreras, poco a poco van saliendo cosas muy buenas. Mi intención es seguir haciendo música donde me dejen», concluye Fernández.