Uoho entre lo asfáltico y lo transgresivo

Pero para largo, el concierto de Uoho en la Santana 27, que fue asumido como una fiesta por sus parroquianos desde los primeros tañidos de un encuentro de dos horas y media (151 minutos) para 23 canciones (seis en los dos bises, ¡de 45 minutos!). La cita comenzó renqueante, empezó a volar, tuvo un lapso con un par de temas en los que no participó el gran protagonista (una versión del 'Ace of spades' de Motörhead interpretada por sus técnicos de sonido -«apunta que los pipas han tocado mejor que la banda», le observó un anónimo en la barra al que suscribe, ¡y fue el tercero que opinaba igual!- y un tema en solitario del teclista, que fue cuando me acerqué a la barra y donde también observó otro espectador anónimo: «este canta mejor que el propio Uoho»), luego el concierto alcanzó los mejores momentos con los guitarristas invitados.

Que la voz no es la mejor de sus virtudes lo reconoce hasta el propio guitarrista Iñaki Antón, a quien en la Santana 27 a veces se le notó lento, o poco afinado, e incluso en un par de momentos similar a Manolo Kabezabolo, y por el contrario en otras muchas ocasiones entonó como Rosendo / Leño, y ocasionalmente como Yosi / Los Suaves. Se manejó mejor con la guitarra, aunque con cierta tosquedad, lo cual no le impidió puntear como B. B. King en varias canciones y como los Status Quo en una.

Agradecido a la concurrencia («antes os he dado de verdad las gracias por venir, y ahora lo hago por haberos quedado», dijo al comenzar el segundo bis), reconociendo la aportación de sus músicos, otros tres ex Extremoduro (Cantera a la batería con doble pedal de bombo ametrallando, Miguel Colino al bajo y Aiert Erkoreka a los teclados con muchos guiños a Deep Purple), cambiando de guitarras eléctricas (usó una azul que le regaló la semana pasada su amigo Fito), girando esporádicamente sobre sí mismo y acabando con el torso desnudo, Uoho alternó canciones de sus grupos anteriores, Platero y Tú, Extremoduro y La Inconsciencia de Uoho, cosechando las más calientes respuestas del público con las de los dos primeros.

Durante su primera parte el roquero bilbaíno de 58 años hizo pub-rock kalimotxero ('Una vez más'), puso a la gente a cantar con una de Extremoduro ('Salir', la del estribillo «En salir, beber, el rollo de siempre, meterme mil rayas, hablar con la gente…»), arbitró rock and roll entre Leño, los Status Quo y Johnny Comomollo ('Sin solución', una de las dos mejores piezas de la velada) o como unos Tequila más abruptos ('Por fin…!!!' de los Platero, la otra mejor pieza), y asimiló el rock transgresivo, ora de su pluma ('Ya nos veremos') ora de la de Robe ('Puta').

La cita había tomado la velocidad de crucero este viernes, y es que ya había dicho Robe: «¿reservándoos para mañana?», o sea para nochevieja, y aconsejó: «hay que aprovechar, que lo mismo mañana os cae un tiesto», claro, con tanto viento... Y tras el 'Ace of spades' de los pipas y el tema en solitario del teclista Erkoreka, volvió Uoho a escena (al menos tres veces reapareció fumando, y no sólo tabaco, y muchos de los espectadores también se saltaron la ley antitabaco), recuperó el 'Pedrá' de Extremoduro, y al poco ocuparon el escenario invitados inesperados como el guitarrista Iñaki Setién (otro ex Extremoduro), que elevó el nivel general durante tres temas (especialmente celebrados el rock and roll plateresco 'El roce de tu cuerpo', que provocó nostalgia en muchas cuadrillas, y el transgresivo 'Autorretrato', de Extremoduro) y un tal Jon con camiseta de A Tiro que fue el mejor cantante de las 24 canciones (le tocó 'Dentro de una botella', alargada con punteos de desarrollo progresivo porque Uoho ya se había desatado y le había cedido el papel principal).

Y así, con abundancia de codas de nunca acabar pero bien recibidas, llegamos a los bises, largos y también irregulares, como ajenos al guión. El primero lo abrió con el blues de Platero y Tú 'Maldita mujer' («benditas las drogas que me ayudan a olvidar»), en plan los Suaves atacó 'Tiemblan los corazones' de Platero, y a lo AC/DC se despidió de nuevo en falso con el plateresco 'Hay poco rock and roll' con voz 'leñera'. Y en el segundo bis, jo, qué largo todo, no anduvo muy fino con 'Al cantar' de Platero (aunque la gente puso de su parte al corear en esta que tuvo de invitado a la guitarra a Txus Alday, ex The Flying Rebollos) ni con 'Empieza la función' de La Inconsciencia (esta atropellada y sofocada), aunque soltó chispas en la prolongada mediante un instrumental postrero 'Ama, ama, ama y ensancha el alma' de Extrechinato (con luces horribles, unas luces muy irregulares durante todo el bolo, y con Uoho luciendo un sujetador en la cabeza).

Tras esto se acabó el bolo y la gente pidió más, ¡dos horas y media después!, pero se evacuó la sala que tenía ya olor a humo de tabaco y charcos de alcohol, como en las fiestas. Como en las fiestas bailaron muchos desde el principio. Estuvo bien sin más el bolo, y más corto hubiera dejado mejor sabor de boca.