Borrar
Xabi Solano, líder de Esne Beltza, durante el concierto.

Ver 12 fotos

Xabi Solano, líder de Esne Beltza, durante el concierto. Jordi Alemany

Tres horas de despedida de Esne Beltza en Miribilla

Las 8.000 personas que llenaron el pabellón se implicaron en un repertorio festivo de ska, reggae, trikitixa y rap. Entre perreo y pancartas, destacaron los invitados Gozategi, Lamari, La Pegatina, Fermín Muguruza y el grupo de baile Kimuak, en este orden

Domingo, 2 de febrero 2025, 07:18

«18 años son bastantes», alegó este sábado noche, en el día de la despedida de su grupo Esne Beltza (San Sebastián, 2007), el líder Xabi Solano. Lo dijo en el Pabellón de Miribilla, lleno por 8.000 almas (muchos jóvenes), donde 'Leche Negra' dieron su concierto del agur definitivo: tres horas para una cuarentena de piezas con numerosos invitados, entre los más destacables Fermín Muguruza (varios músicos suyos crearon este grupo), dos de La Pegatina («gora Esne beltza, gora Euskal Herria, gora Palestina libre», espetó uno de ellos nada más salir, a modo de saludo, y a modo de despedida su líder Adriá Salas confesó que había llorado al empezar este adiós de «un grupo hermano»), y las dos colaboraciones más especiales: Gozategi y La Mari, ¡que vaya fiestas contrapuestas montaron en sus tramos! Ah, también dejaron buena impresión los dantzaris de Kimuak, aunque se les vio menos por ser su rol secundario en un entrono macro.

Musicalmente hubo quintales de ska y reggae, mucha trikitixa (algunos solos de Solano se asemejaban al jazz), y demasiado rap, muchos invitados raperos que cantaron contra los banqueros, contra los empresarios... Y la colaboración con menos punch fue la de Putxi, una chica urban que intervino en 'Gure dantzalekua'.

Fiesta verbenera y estival

La realización simultánea de las pantallas gigantes fue bastante pobre (cuando salió por primera vez a bailar en plan éxtasis africanos una chica con camiseta del Athletic ni la enfocaron), y el diseño en sí del escenario y el show fue muy televisivo, aunque paradójicamente al principio se vio bastante mal el tablado debido a su luminotecnia. Un concierto largo en el que no se tardó en ver cansado a Solano, quien pronto dejó de dar saltos. No obstante, la masa que ocupaba las dos gradas laterales estuvo las tres horas en pie, y la del fondo no tanto pero imaginamos que también (es que la teníamos a la espalda).

Repasemos las notas. La fiesta fue verbenera y estival ('Argitzeraino'), un momento explosivo y comunitario fue el de 'Bagoaz' (tipi tapa, tipa tapa, ko-rri-ka, azuzaba Xabi en su tema de la 18ª Korrika, de 2013), hubo un grupo de baile femenino de perreo en el título y canción consigna 'Ez da ez', se buscó y al final se consiguió la interacción con el público en 'Sonidero', la masa alzó las manos en 'Hona bostekoa' (y ondeó los brazos en otras canciones cuando se lo ordenaron), en el mestizaje tipo La Pegatina 'Sueños de color' hubo una explosión de confeti (y en otras canciones también), y salió La Mari de Chambao y se lució en una rumbera 'Pokito a poko' con poso flamenquito y en el rock and roll tipo Los Carayos 'Behin eta berriz' (que Esne Beltz grabaron también con La Mari).

El vitoriano ya basado en Barcelona, Ander Valverde, líder de Green Valley, aportó su onda rastafari flotante (con Solano a la guitarra acústica; era el tema 18º o así y mejoró entonces la visibilidad del escenario), y en italiano cantó Flavio una parte de 'Gogoak', su canción más oída en Spotify, que se pareció al estilo de Duncan Dhu). Salió el bertsolari Txuria, vestido con un chándal de colores y estrellas, y justo después la trikitixa más purista, desde el fondo de la pista, al lado de la mesas de audio, video y luces, reinó en el pabellón en colaboración estupenda y contagiosa con Gozategi ('Pakia beyau', la de Galindo, gatito lindo, una de las tres mejores piezas de la velada de tres horas). El energético 'Pasodoble' fusionó la triki vasca y el ska jamaiquino, y a continuación los raperos (Moro, Juantxo, Pini…) se adueñaron de la escena, defendieron el reguetón y chulo les quedó el raggamuffin, pero como sucede en el rap se perdió musicalidad.

La Pegatina y Fermín Muguruza

'Astindu', del primer álbum de Esne Beltza, fue una fiesta ska rock que influiría a los primeros ETS, y el segundo momento culmen potente del sábado noche fue 'Revolutions piratak', que corrió al ritmo de los Toasters. Al poco aparecieron los dos de La Pegatina, que montaron el pollo con el muy mano negra 'No tinc remei' (tercer bombazo en los 42 temas o así, que también lo grabaron en su día con los guipuzcoanos) y un 'Mari Carmen' (tu hijo está en el after hours, tú no lo sabes, tú no lo sabes...) que resultó de lo más coreado y se coloreó con otra explosión de confeti.

'Gotti', muy pegatinero también, moló mazo, y entramos en el primer bis, abierto a dúo entre los hermanos Solano, Xabi a la triki y al pandero Kristina, quien lloró en escena. El bis se adornó con 'Gona gorria' de las chicas de AMAK (solo Amaia, Maixa y Kristina, pues faltó Alaitz de este cuarteto trikitilari femenino que no ha acabado de romper en el mercado, en contra de lo que pensábamos y escribimos en su día), y en las tres últimas del primer bis participó el comandante Fermín Muguruza: 'Quién manda', un reggae tranquilo con la gente de las gradas en pie todavía y hasta el final de las tres horas, y dos hits propios de FM, el festivo 'Gora herriak' de Negu Gorriak (con dos aizkolaris cortando troncos en escena), y el idiosincrásico 'Sarri, Sarri' con todo el pabellón bailando y cantando en pie (y esta la presentó Fermín diciendo «Madrid será la tumba del fascismo»).

Y sólo quedaba un bis, con el baile del grupo Kimuak (dos chicos y dos chicas esta vez) y la despedida del noneto base cantando 'Nahi dut', ese himno que empieza así: «Quiero vivir el día y la noche en euskera / Y tú puedes hacer lo mismo / Quiero vivir en euskera desde la mañana temprano / No es un sueño, es mi deseo / En casa, en la calle, en el trabajo, entre amigos». Y lo acabaron y salieron a escena el mogollón de invitados a saludar ya con las luces encendidas.

A ver si volvemos a ver a Xabi Solano con la banda de Muguruza, que está en gira mundial de sus 40 años de carrera. En Anoeta sería un buen lugar.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Tres horas de despedida de Esne Beltza en Miribilla