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El invitado Thomas, el maestro de ceremonias Careaga, el cerebro musical Sancho y el jefe de todo Cañibano. CARLOS Gª AZPIAZU
Los Travellin' Brothers, atenazados por los nervios en el Arriaga

Los Travellin' Brothers, atenazados por los nervios en el Arriaga

El teatro sonó de cine, la escena se veía estupendamente y los músicos tocaron de maravilla, aunque estuvieron demasiado tensos debido a los nervios de grabar en CD y DVD su noveno trabajo. Menos mal que el invitado Earl Thomas calentó media hora el ambiente con aire góspel un concierto dedicado al ausente Kepa Junkera

Lunes, 31 de diciembre 2018, 13:20

Dicharacheros y capaces de calentar a cualquier público por todo el orbe, los Travellin' Brothers (este es su Bandcamp), bluseros tan generosos como ambiciosos, oficiaron la tarde del domingo atenazados por los nervios en un Teatro Arriaga lleno (solo se quedó sin vender una treintena de butacas de las de mala visibilidad) y amigo (el público parecía muy mayor para lo normal, vimos a Fito Fitipaldi en la fila 7, y vinieron fans de Madrid, Valencia, Benicássim…).

Estaban grabando en CD y DVD su próximo disco, y se mascaba la tensión cuasi paralizadora. En hora y tres cuartos sonaron 17 canciones, bastante tranquilas y estilistas la mayoría, y a los Travellin' se les vio muy tensos: se le notaba en la cara al jefe y guitarrista Aitor Cañibano, en los parlamentos al cantante Jon Careaga (al que incluso le sudaba la barba), y en el envaramiento de sus espaldas a los dos teclistas, Mikel Azpiroz y Ander Unzaga, cuando intercambiaban sus posiciones laterales entre el órgano y el piano de cola.

La velada fue como oír el disco, pues el grupo se concentró en tocar y olvidó la interacción con el respetable predispuesto, al que pidió varias palmas y le hizo corear en alguna ocasión. Estaban serios porque se trataba de grabar un disco y los Travellin' Brothers de Leioa, elegidos la mejor banda de blues europea de 2016, se toman esto de la música con profesionalidad (tienen otros curros, pero el grupo es profesional y por eso gira por China, graba en Nashville o vuela por todo el Viejo Continente). Además, por la selección del repertorio se puede intuir que buscan ampliar el campo de acción, y es que también dominan lo blanco, el country campero suave y elegante (la inaugural 'Peggy Sue'), el pausado curso del Missisippi ('Oh My River').

El tablado oteado desde el paraíso, con la corista Mississippi Queen de rojo. PIRU LAMIAKO

Hubo algún pellizco, como el blues 'Thunderstorm' y el meditado swing 'Magnolia' (éste azuzando los coros de la gente), pero se imponían los medios tiempos como si estuvieran actuando en la televisión ('Make Me Down'). Hasta que a la séptima salió el invitado Earl Thomas, un cantante negro de Tennessee, y todo cambió durante media hora hasta la undécima canción: la música brotó con más naturalidad, los músicos vascos tocaron más sueltas a la sombra del convidado que apreció vestido como un pincel, y la gente, que no es tonta, rompió sus palmas en ovaciones más largas y sentidas.

Con Earl Thomas elaboraron soul dulzón ('Better Day'), se lucieron en el góspel moderno y rotundo con influjos del Elvis Presley criollo del 'Crawfish', de los Staple Singers y de Ry Cooder ('Elijah Rock') y también con bluesoul atemperado de escuela Johnny Adams ('Tennessee Whiskey'), el gospel participativo se facilitó en 'The Power Of Your Love' (a lo Taj Mahal, con palmas de la parroquia familiar) y el soul tornóse tan cálido que pareció tropical en 'Soulshine'.

El francés Careaga y el americano Thomas cantaron mano a mano. CARLOS Gª AZPIAZU

Hizo mutis el bueno de Earl Thomas, que ofició mano a mano con Careaga, y sus pupilos y a la vez anfitriones parecieron desamparados otra vez hasta el final, entre más viajes a Nueva Orleans ('Last Fair Deal Going Down' y 'Frenchmen Street / La calle de los franceses'; por cierto, Careaga es francés), boogie con piano a cuatro manos, un muy buen 'Midnight Train' vía la tórrida Luisiana, el adiós con un funkie 'Love, Joy And Happiness' con conato de fricción entre Careaga y Cañibano («qué chorra es», dijo éste, qué nerviosos estaban; que corten ese cacho en la grabación, por favor), y un escaso bis con un único tema: un góspel campero que Cañibano informó nunca habían tocado, 'This Train Is A Bound Of Glory', que lo hicieron en noneto, con el invitado Thomas filmándonos con su móvil y con la corista Inés, alias Missississippi Queen, al fondo, que no queremos acabar sin citarla.

Ah, después del show, dedicado al otro invitado ausente, un Kepa Junkera que no compareció debido al ictus que le sobrevino en Bélgica, hicimos cola en el photocall y el fotero oficial de los Travellin' Brothers, Álex Rodriguez Cruz (viaja con ellos desde los USA hasta la China), inmortalizó a varios músicos conmigo (je, je), mi hermano Igor, su esposa Bego, más los fotógrafos Azpiazu y Piru Lamiako.

Videoclip de 'Midnight Train' con los Travellin' Brothers en formato big band:

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