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Nicke Royale electrizando a las 1.500 almas. Ania López♣
The Hellacopters, relámpagos y calambrazos en Bilbao

The Hellacopters, relámpagos y calambrazos en Bilbao

El quinteto sueco, con el guitarrista suplente catalán LG Valeta, agotó el aforo de la Santana 27 y la llenó de rock duro melódico rebosante de actitud y de poses chuletas

Domingo, 2 de junio 2024, 09:35

Tras pasarnos la jornada viendo conciertos desde la primera fila en el minifestival Hirian, en Rekalde, este sábado lo rematamos desde la retaguardia de la Santana 26, donde los suecos The Hellacopters (Estocolmo, 1994) lograron colgar el cartel de no hay entradas: hubo 1.500 almas roqueras (ropa de cuero, leopardo, cebra…), entre ellas algunos guiris y mucha presencia guipuzcoana, con lo cual a varios molestó o hizo poca gracia cuando para espolear a la parroquia el guitarrista catalán LG Valeta (de los acedecescos '77, y sustituto en esta gira española del carismático Dregen, que arrastra una lesión en la mano) soltó eso de que parecíamos de Donostia.

Había tanta gente que resultaba imposible avanzar, y desde el fondo se veía el escenario como en una televisión de no muchas pulgadas, y encima las luces monocromáticas fueron un asco y el humo una eme (el humo del escenario, no el que a veces se veía ascender entre la masa desde cigarros de los irrespetuosos), con lo cual casi nunca se colegía el chulo telón de fondo con el logotipo flamígero del nombre del grupo, tan grande, tan de estadio o al menos de pabellón, que colgaba a baja altura en la Santana 27. Y casi al final de la cita salió Cape entre el mogollón de peña, se situó a nuestra vera y juzgó: «desde aquí se oye y se ve mejor». Jopé...

Nicke Royale, el líder. Ania López

Los suecos tocaron 20 temas en 85 minutos que conectaron constantemente con la roquería vasca, no sólo porque saludaran diciendo gabon y varias veces agradecieran diciendo eskerrik asko. Con dinamismo escénico de todos ellos, con el guitarrista y cantante Nicke Royale (51 años, muy flaco, tocado con su sempiterna gorra de plato y dotado con su chulería natural), ex baterista de Entombed, urg!, actuando en plan líder total (llegó a presentar en singular: «esta es una canción de mi segundo disco», y rescató 'You are nothin'), con LG Valeta plenamente integrado en la alineación (punteos, seguridad, poses, duelos cara a cara con el jefe…) y con el piano de Boba Fett imprimiendo dramatismo extra (¿acaso el mejor tema de la velada fue la balada soul-rock 'So sorry I could die', la única composición que se salió del tiesto del rock de relámpagos y calambrazos?), el rock flamígero y ardiente reinó en la Santana y a veces derramó melodías tan infecciosas que evocaron la tradición pop comercial escandinava de Mabel y Leif Garrett ('Eyes of oblivion').

Royale y Valeta cruzando sus hachas. Ania López

El bolo evolucionó en U: fuerte descarga inicial, luego capear el temporal, y durante el epílogo remontar apuntando al cielo. El pop redondo que decíamos antes se palpó en 'Carry me home', emocionante fue su nuevo single 'Stay with you', la tensión se cernió sobre 'Like no other man', buenos coros surtieron la abrasión melódica de 'Rainy days revisited', la citada 'You are nothin'' sigue sonando tan chuleta como al principio (se publicó en 1997: recuerdo ponerla en CD viviendo en casa de mis padres), y la parte final fue un tour de force con estas seis para acabar: la acedecesca 'Soulseller' y la épica 'By the grace of God' (con duelo contorsionista de los dos guitarristas: Valeta y Royale), y el bis cuádruple con la muy Rainbow 'Hopeless Case Of A Kid In Denial', la americanista e idiosincrática 'I'm in the Band', una 'Reap a Hurricane' no exenta de glam, y el adiós con la orgullosa '(Gotta Get Some Action) Now!', que frisó la alta energía.

La próxima vez que veamos a los Copters que sea más cerca, pues la anterior ocasión también los vimos a distancia: en San Mamés teloneando a Metallica.

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